La víctima del incidente fue Alan Joyce, presidente ejecutivo de la australiana Qantas, quien fue sorprendido por un hombre que pasó tras sus espaldas y le estampó el pastel mientras se dirigía a la audiencia.
Mientras el autor del ataque era detenido, el ejecutivo dejó el escenario y minutos después en medio de los aplausos de los asistentes.
Con anterioridad, otros importantes directivos de empresas atravesaron por situaciones similares, entre ellos el fundador de Microsoft, Bill Gates, y el presidente ejecutivo de News Corp, Rupert Murdoch.
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