26 de junio 2018 - 00:00

El cierre de los puertos de Italia a inmigrantes causa caos humanitario

El ultraderechista ministro de Interior, Matteo Salvini, propuso crear centros de recepción en la frontera sur de Libia, algo que rechaza Trípoli. España tomó la posta y socorrió a 1.300 en 48 horas.

ACOGIDA. El Gobierno español de Pedro Sánchez comenzó a auxiliar y a abrir sus puertos a barcos de ONG humanitarias que rescatan migrantes en el mar Mediterráneo. Ayer llegaron 616 a Motril, al sur del país.
ACOGIDA. El Gobierno español de Pedro Sánchez comenzó a auxiliar y a abrir sus puertos a barcos de ONG humanitarias que rescatan migrantes en el mar Mediterráneo. Ayer llegaron 616 a Motril, al sur del país.
Roma - Una situación de caos se vivía ayer en el Mediterráneo, donde los guardacostas libios dijeron haber rescatado a unos 1.000 migrantes durante el fin de semana y varias embarcaciones humanitarias esperaban una solución para continuar sus operaciones de rescate, mientras el Gobierno italiano buscaba blindar totalmente sus fronteras contra la inmigración.

Durante una conferencia de prensa conjunta con el vice primer ministro libio del Gobierno de Unidad Nacional (GNA), Ahmed Maitik, el ministro de Interior italiano, el xenófobo Matteo Salvini, anunció que propondrá la instalación de "centros de acogida e identificación" en el sur de Libia durante el Consejo Europeo del jueves y viernes en Bruselas.

"Apoyaremos, de común acuerdo con las autoridades libias, instaurar centros para recibir e identificar al sur de Libia, en su frontera externa, para ayudarlo, tanto como a Italia, a bloquear la migración", afirmó el líder de la Liga (extrema derecha).

Libia rechazó sin embargo categóricamente que se instalen campamentos de refugiados en su territorio. No obstante, está dispuesta a cooperar con la Unión Europea (UE) en materia de migración irregular a través del Estado italiano, dijo Maitik. "Libia ha sufrido mucho en este convulso asunto, tanto o más que Italia", agregó.

Desde Libia parten la mayor parte de barcos con inmigrantes y refugiados rumbo a Europa. La guardia costera comunicó ayer que había interceptado en el mar a 167 personas. Durante el fin de semana rescató a un millar.

Mientras tanto, varios barcos de ONG humanitarias siguen esperando en el mar Mediterráneo una autorización para atracar en un puerto y que los centenares de migrantes rescatados accedan a cuidados sanitarios e inicien sus trámites para pedir asilo en la UE.

El último caso fue el del portacontenedores danés Alexander Maersk que se halla cerca del puerto de Pozzallo, en la costa sur de Sicilia, con 108 migrantes a bordo a los que socorrió el viernes. La ministra danesa de Inmigración e Integración, Inger Stjoberg, "va a enviar" una carta a Salvini, quien ha ordenado detener los arribos de embarcaciones con migrantes, para pedirle que actúe para que estas personas no sigan en el barco.

El Lifeline, de la ONG alemana de igual nombre, se encuentra en aguas internacionales a unas 30 millas náuticas de las costas maltesas con 234 personas a bordo a las que rescató el miércoles. Las autoridades libias negaron al buque la autorización para atracar en un puerto italiano y pidieron que se dirigiera a Libia.

"Reafirmamos que será acogido en un puerto que no será italiano", insistió ayer Salvini.

"El problema es que tenemos 234 personas sentadas a bordo de un barco de 30 metros de eslora, muy cerca de un país desarrollado y Europa mira cómo esta gente se va debilitando", señaló Axel Steier, cofundador de la organización.

Por su parte, el barco Open Arms, de la ONG española Pro Activa, se encuentra en aguas internacionales frente a las costas libias desde el domingo, cuando Italia rechazó ayudar a su buque para socorrer a un millar de migrantes a la deriva.

Como consecuencia de la intransigencia de Salvini y su Gobiernoen la recepción de migrantes han crecido también las tensiones con países con puertos en el Mediterráneo.

Ayer Salvini acusó al presidente francés, Emmanuel Macron, de ser "15 veces más malvado que (Viktor) Orban", el xenófobo primer ministro húngaro porque mientras Hungría falló a la hora de acoger a 300 refugiados de Grecia e Italia, como estaba previsto en un esquema de relocalización de migrantes de la UE, Francia no acogió a 9.000 según estos objetivos.

El Gobierno socialista de Pedro Sánchez en España, en tanto, se está haciendo cargo de la situación. Los guardacostas españoles rescataron ayer a 616 migrantes en una veintena de embarcaciones y el sábado auxiliaron a otros 750.

Estas operaciones se producen a una semana del desembarco de los 630 migrantes del buque humanitario Aquarius, que los rescató frente a Libia pero fue impedido de atracar en Italia y Malta.

De acuerdo con Salvini, Libia y Roma comparten el objetivo común de detener los barcos de rescate de las ONG con migrantes a bordo.

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, propuso el domingo en un encuentro informal sobre migración con 16 jefes de Estado y Gobierno de la UE en Bruselas la creación de centros de acogida para refugiados en los países en tránsito, en cooperación con el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) o la Organización Internacional para la Migraciones (OIM).

Por su parte, la Comisión Europea (órgano ejecutivo) consideró ayer la propuesta incompatible con el derecho europeo y con el internacional, señaló una portavoz de la Comisión Europea en Bruselas.

Agencias AFP y DPA, y 

Ámbito Financiero

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