El exministro de Transportes de España, José Luis Ábalos, y su asesor Koldo García fueron detenidos esta tarde por la compra irregular de barbijos durante la pandemia. La supuesta trama de corrupción de allegados al presidente español, Pedro Sánchez, resta un representante en la cámara de diputados para el oficialismo, en un momento delicado.
España: detuvieron por presunta corrupción a dos exfuncionarios cercanos a Pedro Sánchez
El exministro de Transportes y uno de sus hombres de máxima confianza quedaron en prisión preventiva. El escándalo vuelve a sacudir al presidente del PSOE, en un momento frágil para su gobierno.
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El exministro español, José Luis Ábalos, fue detenido y enfrentará la prisión preventiva.
Los arrestos golpean al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en una Cámara de Diputados en la que cuenta cada vez con menos representación, y se vuelven a poner bajo los focos su gestión sanitaria durante los primeros meses del Covid-19.
Las figuras cercanas a Pedro Sánchez, entramadas en hechos de corrupción
La detención de Ábalos y García llega pocos meses después de que la justicia ordenara el arresto de Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE, figura clave en el armado interno que llevó a Sánchez al poder. Cerdán estuvo cinco meses preso y quedó en libertad, pero su caída fue el primer golpe fuerte para el Gobierno español. La imputación de Ábalos y García profundiza un cuadro que, puertas adentro, el socialismo creía “superado”.
Ábalos, García y Cerdán formaron el círculo político que reconstruyó a Sánchez dentro del PSOE cuando su liderazgo parecía agotado. Fueron quienes organizaron la campaña interna que lo devolvió a la secretaría general y, más tarde, lo proyectaron hacia La Moncloa. Con Sánchez ya en el gobierno, los tres obtuvieron cargos de peso: Ábalos como ministro y luego como figura central del partido, y Cerdán como secretario de Organización, uno de los puestos de mayor influencia dentro del socialismo.
Tras la detención de Cerdán, desde el gobierno español insistían en que el “caso Ábalos” había quedado atrás. El exministro, consciente del impacto político, comenzó en los últimos días a lanzar críticas públicas hacia los aliados parlamentarios del PSOE, un gesto leído por analistas españoles como un aviso interno. Su futuro político es una incógnita: hasta ahora defendió su inocencia y sostuvo que todo formaba parte de una operación para dañarlo.
Los protagonistas de la supuesta trama fueron sus colaboradores más cercanos, sino porque la oposición lo acusa de haber ignorado advertencias internas sobre irregularidades en las contrataciones de emergencia. En un escenario parlamentario frágil, el impacto de estas detenciones podría traducirse en un desgaste político mayor para un gobierno que ya navegaba tensiones por las reformas y por la economía.
Con este nuevo capítulo, el PSOE enfrenta otra prueba en una secuencia de causas judiciales que, aunque distintas entre sí, comparten un rasgo común: involucran a dirigentes que fueron esenciales en la construcción del liderazgo de Pedro Sánchez. Y cada detención, cada imputación y cada nueva evidencia deja al gobierno un poco más expuesto en un contexto de alta sensibilidad política.
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