13 de octubre 2022 - 17:11

Crece la inédita tensión entre Estados Unidos y Arabia Saudita, con Rusia de fondo

Riad respondió con inusual dureza a las quejas de Washington por los recortes en la producción de petróleo, los cuales vinculó a un alineamiento con Moscú.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden.

Gentielza: @WhiteHouse

La tensión sigue subiendo entre Arabia Saudita y Estados Unidos, que tuvieron intercambios particularmente duros el jueves sobre la producción de petróleo y, en términos más generales, sobre la actitud de Riad hacia Rusia.

Los sauditas respondieron, en una rara declaración, a las críticas de Estados Unidos, que los acusa de haber recortado la producción de oro negro para "alinearse" con los intereses del presidente ruso, Vladímir Putin.

"Arabia Saudita vio las declaraciones que describieron la decisión como una toma de posición del reino en conflictos internacionales y como políticamente motivada contra Estados Unidos", dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado y expresó su "rechazo total" a las acusaciones estadounidenses, asegurando que las decisiones en la OPEP+ se "basaron puramente en consideraciones económicas".

La OPEP+, que agrupa a los 13 miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) encabezados por Arabia Saudita, y a 10 socios encabezados por Rusia, decidieron la semana pasada recortar sus cuotas de producción para sostener los precios del petróleo.

El presidente estadounidense, Joe Biden, advirtió la noche del miércoles que habrá "consecuencias" por esta decisión, que podría favorecer a Rusia al sostener o impulsar los precios. Moscú necesita sus ingresos petroleros para financiar su guerra en Ucrania.

Arabia Saudita denunció un uso electoralista del recorte

Riad, por su parte, dijo que Estados Unidos "sugirió" posponer por un mes la decisión de la OPEP+, que también podría subir el precio del combustible y, por ende, molestar a los votantes estadounidenses en las próximas elecciones de medio término en las que el Partido Demócrata de Biden perdería el control del Congreso.

En resumen, Arabia Saudita expuso que la Casa Blanca le pidió esperar a que pasen los comicios legislativos del 8 de noviembre. La respuesta de Washington a la declaración saudita fue rápida y especialmente fuerte.

"La cancillería saudita puede tratar de tergiversar o desviar (la atención), pero los hechos son simples", dijo el vocero del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby. "En las últimas semanas, los sauditas nos han dejado claro, en privado y en público, que tenían la intención de reducir la producción de petróleo, sabiendo que esto aumentaría los ingresos de Rusia y atenuaría el impacto de las sanciones. Esta es la dirección equivocada", afirmó.

Y enfatizó: "Podrían fácilmente haber esperado la próxima reunión de la OPEP para ver cómo evolucionaban las cosas". "Otros países de la OPEP nos indicaron en privado que también se oponían a la decisión saudita, pero que se sintieron forzados a apoyar" la estrategia de Riad, acusó Kirby. Agregó que Washington "continuará vigilando cualquier señal sobre la posición en respuesta a la agresión rusa" contra Ucrania.

Estados Unidos amenaza con reconsiderar la relación bilateral

El presidente Biden prometió que "reevaluará" la larga relación estratégica entre los dos países, que se basa en un principio simple: Arabia Saudita alimenta el mercado petrolero, y a cambio Estados Unidos garantiza su seguridad, en particular a través de ventas masivas de armamento.

El presidente estadounidense visitó Arabia Saudita en julio para reafirmar este principio, y la Casa Blanca, por lo tanto, vio la decisión de la OPEP+ como una afrenta diplomática.

Esta visita, y el saludo de choque de puños con el príncipe heredero Mohamed bin Salman, se vuelve cada vez más costoso políticamente para Biden, de 79 años, quien prometió durante su campaña electoral reducir a Arabia Saudita al rango de "paria" tras el asesinato del periodista Jamal Khashoggi.

Muchos legisladores demócratas reclaman que se congelen las ventas masivas de armas a Arabia Saudita. La Casa Blanca, sin embargo, no ha precisado hasta el momento cuáles serían las "consecuencias" mencionadas por el mandatario.

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