Miles de británicos exigieron a Blair el retiro de tropas de Irak
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Los detractores de la guerra se echaron a la calle tres días después de que el primer ministro anunciara ante el Parlamento el repliegue, durante los próximos meses, de unos 1.600 militares destinados en Irak.
El jefe del Gobierno laborista añadió que la presencia británica en Basora (sur de Irak), donde se concentran unos 7.100 militares, del Reino Unido, quedará por debajo de los 5.000 soldados antes de que acabe el año.
Sin embargo, "tanto si 2.000 soldados regresan este año como si no, es poco y llega demasiado tarde.
Debemos intensificar nuestro llamamiento para que se retiren todas las tropas de inmediato y para que el Reino Unido rompa su vínculo con la política exterior de Estados Unidos", reprochó Lindsey German, portavoz de la Coalición.
"Sabemos que mucha gente está empezando a pensar que el gobierno es adicto a la guerra", agregó German, al describir la protesta de ayer como "la mayor marcha (en Londres) de los últimos dos años".
Apoyada por los grupos Campaña por el Desarme Nuclear (CND) e Iniciativa Británica Musulmana, la protesta acaeció un día después de que madres de soldados británicos muertos en Irak acamparan ante Downing Street, residencia oficial del primer ministro.
Las madres, encabezadas por Rose Gentle, fundadora de la asociación "Familias militares contra la guerra" tras perder a su hijo en el 2004, entregaron una carta dirigida a Blair para pedirle, por sexta vez en menos de tres años, que se digne a recibirles.
Por otro lado, los manifestantes también alzaron ayer la voz contra un posible ataque liderado por Washington contra Irán para frenar su programa nuclear, con pancartas en las que tildaban de "terrorista" al presidente estadounidense, George W. Bush.
Además, los activistas subrayaron en Londres su indignación por la decisión del Gobierno británico de renovar su arsenal atómico.
Unas 2.000 personas protestaron asimismo contra esa remodelación armamentística en el centro de Glasgow, la ciudad más grande de Escocia, región que alberga la sede de la flota británica de submarinos nucleares "Trident".
Blair anunció en diciembre pasado ante la Cámara de los Comunes la intención de su Gobierno de construir una nueva generación de submarinos portadores de misiles nucleares, con el argumento de que la medida resulta "crucial" para salvaguardar la seguridad nacional.
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