11 de noviembre 2020 - 00:00

Perú: asumió el jefe del Congreso en medio de protestas y dudas por el futuro electoral

El nuevo mandatario es el hasta ahora líder del Congreso, Manuel Merino. Es el tercer jefe de Estado del actual período de gobierno. Ratificó que se votará en abril, pero se registran marchas y cacerolazos contra una decisión impopular.

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Lima - El jefe del Congreso peruano, Manuel Merino, asumió ayer como nuevo presidente del país en medio de protestas callejeras y temores de los mercados, al día siguiente de que fuera destituido el popular mandatario Martín Vizcarra.

“Juro por Dios, por la patria y por todos los peruanos que ejerceré fielmente” el cargo de presidente, declaró Merino, un ingeniero agrónomo de centroderecha, de 59 años, y casi desconocido para los peruanos. Se convirtió así en el tercer presidente desde 2016, reflejo de la fragilidad institucional que ha caracterizado al país, especialmente en los últimos años.

Mientras juraba, se producían protestas contra la destitución de Vizcarra en las calles vecinas a la sede del Congreso en Lima, con choques entre manifestantes y policías, así como cacerolazos en diversos barrios de la capital. Asimismo, se registraban protestas en ciudades como Arequipa y Cusco.

“Nuestro primer compromiso es respetar el proceso electoral en marcha. Nadie puede cambiar la fecha de las elecciones convocadas el 11 de abril del año 2021”, dijo luego Merino, con la banda presidencial bicolor en el pecho, en su primer discurso ante el Congreso, en el que prometió “imparcialidad en todos los procesos electorales”. Desestimó así las denuncias del oficialismo depuesto acerca de que el legislativo solo apuntó, con un juicio político express y de desenlace sorpresivo, prolongar la autoridad de los actuales diputados y evitar esos comicios.

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Por otra parte, Merino negó haber “comprado” votos para destituir a Vizcarra, hizo un llamado a la “unidad” nacional y prometió que dejará el mando el 28 de julio de 2021, día en que finaliza el actual período de gobierno.

Además, criticó el manejo de la pandemia por parte del anterior mandatario, al señalar que este es “el país con peor manejo del covid-19”.

Con casi 33 millones de habitantes, Perú acumula 923.000 contagios de coronavirus y unos 35.000 muertos, pero es la segunda nación con mayor tasa de mortalidad del mundo por covid-19 en relación a su población (105,9 por cada 100.000 habitantes), según la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos, centro de referencia.

Luego de su discurso, Merino se dirigió en automóvil al palacio de Gobierno, a pocas cuadras del Congreso, donde recibió honores de un batallón de caballería del Ejército.

Merino, legislador por la región norteña de Tumbes, fronteriza con Ecuador, ha militado toda su vida en Acción Popular (centroderecha), el partido que fundó el dos veces presidente Fernando Belaúnde (1963-1968 y 1980-1985).

Sin embargo, los líderes partidarios parecen divididos sobre el acierto de haber removido a Vizcarra en medio de la pandemia y la recesión, mientras los mercados han expresado temores de que Perú abandone la política de mantener equilibrios macroeconómicos (ver nota aparte).

Vizcarra, también de centroderecha pero sin partido ni bancada legislativa, descartó resistir con recursos judiciales su destitución y se marchó el lunes a la noche del palacio de gobierno a su residencia particular.

El Congreso destituyó a Vizcarra por “incapacidad moral” al cierre de un segundo juicio político en su contra en menos de dos meses, tras denuncias de que había recibido sobornos cuando era gobernador de la región sureña de Moquegua en 2014, cargo que él niega.

“Salgo del palacio de Gobierno como entré hace dos años, ocho meses: con la frente en alto”, declaró ante la prensa, rodeado de sus ministros, en el patio de la casa de gobierno.

“Me voy con la conciencia tranquila y el deber cumplido”, agregó Vizcarra, quien gozó de niveles récord de popularidad en sus 32 meses de gestión.

La moción de destitución fue aprobada por 105 votos a favor, 19 en contra y cuatro abstenciones, superando ampliamente los 87 votos necesarios.

El juicio político a Vizcarra fue una suerte de repetición -pero con final diferente- de otro proceso de destitución del que había salido airoso el 18 de septiembre.

Vizcarra tuvo un destino similar al de su predecesor, Pedro Pablo Kuczysnki (2016-2018), quien no pudo completar su mandato al verse forzado a dimitir por presiones del Congreso.

“Perú sale más debilitado institucionalmente. Merino será un presidente débil, ese es el escenario en un contexto de elecciones generales con pandemia” de abril de 2021, dijo el analista político Augusto Álvarez Rodrich.

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