Londres (ANSA, EFE) -Margaret Thatcher solía beber generosas cantidades de whisky escocés, costumbre que se acentuó notoriamente durante los meses en que se desarrolló el conflicto bélico entre Inglaterra y la Argentina. Así lo reveló la asistente personal de la Dama de Hierro, Cynthia Crawford, a un documental que emitirá en marzo la cadena de televisión ITV. « Nos sentábamos de noche en el suelo de su casa. Al final de la Guerra de las Falklands (como denominan los ingleses a las Malvinas) estaba aferrada al whisky con soda», explica Crawford.
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Coincidentemente, la afición por el whisky siempre le fue atribuida al ex presidente de facto Leopoldo Fortunato Galtieri, según distintas versiones.
Según Crawford, Thatcher también recibía inyecciones de vitamina B12, un estimulante general del organismo que nutre los tejidos nerviosos y ayuda a la formación de glóbulos rojos. Crawford explicó que la ex primera dama recurría a estos estimulantes en momentos difíciles, como cuando informó a su gabinete que tenía intención de dimitir. El diario «The Guardian», que se hace eco de las revelaciones de la asistente personal de Thatcher, destaca la legendaria fortaleza de la Dama de Hierro, quien, según la leyenda, necesitaba pocas horas de sueño en su época como primera ministra.
«Crawfie», como llamaba Thatcher a su asistente, recuerda también otra dura noche: cuando en noviembre de 1990, en París, la entonces premier comenzó a entrever que iba a perder el liderazgo del Partido Conservador. «Llegó de una cena agotada. Pero entonces nos sentamos a beber toda la noche. Habló sobre toda su vida, sobre su infancia, su padre, Denis, los gemelos, de todo. Nunca nos acostamos», indicó Crawford.
Al parecer, su esposo, Denis Thatcher, prefería el clásico combinado de ginebra con tónica, pero, según la ex primera ministra, «no se puede beber gin tonic en plena noche; hay que tomar whisky para tener energía».
Margaret Thatcher, la única mujer elegida hasta ahora primera ministra del Reino Unido, estuvo en el poder desde 1979 hasta su dimisión, en noviembre de 1990, en plena rebelión interna de los conservadores y debido a lo que consideró una traición de sus amigos y aliados.
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