6 de noviembre 2019 - 00:00

Trump, peor: cercano colaborador reconoció la extorsión a Ucrania

El embajador estadounidense ante la UE dijo que sabía que fue "incorrecto" condicionar la ayuda militar a una investigación contra Joe Biden.

Destitución. “Saquen a Trump” se leyó ayer frente a la Casa Blanca durante una protesta a favor del impeachment contra el magnate.

Destitución. “Saquen a Trump” se leyó ayer frente a la Casa Blanca durante una protesta a favor del impeachment contra el magnate.

Reuters

Washington - Un gran aliado del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, admitió haber condicionado la ayuda militar a Ucrania a que Kiev investigara a Joe Biden, posible rival demócrata del republicano en los comicios del próximo año, según declaró ese testigo clave a los legisladores que llevan adelante la pesquisa para destituir al mandatario.

En una de las pruebas más condenatorias contra Trump hasta la fecha, Gordon Sondland, exembajador de Estados Unidos ante la Unión Europea (UE) declaró a los legisladores de la Cámara de Representantes haber dicho a un alto funcionario ucraniano que la ayuda militar estadounidense no sería entregada hasta que Kiev garantizara públicamente que investigaría los lazos de Biden y su hijo, Hunter, con la compañía energética Burisma.

Según su testimonio del 17 de octubre ante la comisión encargada de avanzar el proceso de impeachment contra Trump y difundido ayer, Sondland admitió que propuso el quid pro quo (del latín, “algo a cambio de algo”) supuestamente ilegal, negado repetidamente por el presidente, en una conversación que mantuvo el 1 de septiembre con Andrey Yermak, un alto consejero del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.

El embajador estadounidense dijo que eso fue la culminación de meses de presión sobre el Gobierno ucraniano, principalmente a través del abogado personal de Trump, Rudolph Giuliani, para abrir investigaciones “anticorrupción” contra los Biden y sobre la creencia -sin basamentos- del mandatario republicano de que Ucrania ayudó a los demócratas en las elecciones de 2016.

Sonland le dijo a Yermak que “la reanudación de la ayuda estadounidense probablemente no ocurriría hasta que Ucrania proporcionase el informe anticorrupción que habíamos estado discutiendo durante semanas”, según confesó ante los investigadores.

El embajador ante la Unión Europea, designado al puesto por Trump después de donar un millón de dólares para su toma de posesión, era plenamente consciente de la relación entre los 391 millones de dólares en ayuda militar de Estados Unidos y la ayuda de Ucrania al magnate para luchar por su reelección el próximo año.

Sondland admitió además ante los legisladores de la Cámara baja que entendía que el vínculo entre la investigación contra el precandidato demócrata y favorito para las elecciones del próximo año y la ayuda militar era “incorrecto”.

Preguntado sobre si esto era ilegal, el embajador respondió: “No soy abogado, pero presumo que sí”.

Ya el lunes, los demócratas habían publicado la transcripción de las audiencias a puerta cerrada de altos funcionarios realizadas en el contexto de la investigación que busca destituir a Trump.

Entre ellos, destacó el de la exembajadora estadounidense en Kiev, Marie Yovanovitch, quien fue destituida en mayo por supuestas presiones de allegados al mandatario, reconoció estar “alarmada” por la participación cada vez más profunda de Giuliani en los asuntos ucranianos, y en particular por sus esfuerzos para que las autoridades ucranianas investigaran a Biden.

También se liberó el testimonio de Michael McKinley, exasesor principal del secretario de Estado, Mike Pompeo, quien renunció tras concluir que el departamento no defendía a los mejores diplomáticos. Incluso pidió que se defendiera a Yovanovitch porque “la situación no era aceptable”.

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