Washington - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, salió con los tapones de punta para reducir el protagonismo mediático de la Convención Nacional Demócrata, que consagrará a Joseph Biden como su rival en las elecciones del 3 de noviembre. En ese plan, insistió en sus denuncias de fraude en la masiva votación por correo que se espera, habló de la probabilidad de tener que repetir los comicios, tildó a aquel de socialista, advirtió que Estados Unidos corre el riesgo de convertirse en Venezuela y calificó a la administración de Barack Obama como “la más corrupta de la historia”.
Trump embarra más la cancha: EE.UU. como Venezuela, fraude y duros ataques a los Obama
El presidente busca reducir el impacto de la Convención Demócrata, que consagrará a Joseph Biden como su rival el 3 de noviembre. Ayer habló Bill Clinton; hoy les tocará a la vice, Kamala Harris, y al expresidente negro.
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CARISMA. La exprimera dama Michelle Obama, para muchos una figura de proyección nacional, polarizó en duros términos con Donald Trump en su discurso de la Convención Nacional del Partido Demócrata, emitido on line por la pandemia,
El mandatario republicano, rezagado en las encuestas por hasta 12 puntos porcentuales, no tiene autoridad para reprogramar una elección -algo que, por otro lado, jamás ocurrió en el país-, pero señaló que la de noviembre “terminará siendo una elección amañada o nunca habrá un resultado”. “Tendrán que hacerlo de nuevo y nadie quiere eso”, dijo ayer.
Se espera que hasta la mitad de los votos en las elecciones sean emitidos por correo debido a la crisis del coronavirus, el doble de lo ocurrido en 2016 y en momentos en que el prestigioso servicio postal del país atraviesa una crisis por desfinanciamiento.
Pese a las restricciones por la pandemia, que ha dejado más de 170.000 muertos en el país más afectado del mundo, Trump viajó a Wisconsin, el mismo estado seleccionado para la convención demócrata, así como al vecino Minnesota, para dirigirse a sus seguidores.
“Es la elección más peligrosa que hemos tenido”, dijo Trump desde la pista del aeropuerto en Oshkosh, Wisconsin, a unos 130 kilómetros al norte de Milwaukee. “Será otra Venezuela. Yo solía decir eso a la ligera, pero ahora lo digo con mucha fuerza porque es una ideología similar: esta será una Venezuela a gran escala, a muy gran escala si ganan” los opositores, advirtió, en la misma línea que otros dirigentes de derecha han convertido en un clásico en el hemisferio para asustar al electorado.
En Mankato, Minnesota, añadió que “Joe el Dormido”, como suele apodar a su oponente, quiere “abolir” el “estilo de vida estadounidense” y hacer de Estados Unidos “un país socialista muy aburrido”.
Biden es considerado un moderado y miembro del ala derecha del Partido Demócrata.
En tanto, el mandatario respondió ayer con dureza los ataques que la exprimera dama Michelle Obama, protagonista en la noche inaugural de la Convención Demócrata y poderosa aliada del exvicepresidente Biden.
En su discurso de lunes durante el cónclave virtual de los demócratas, la popular exprimera dama dijo que Trump es el presidente “equivocado” para el país y lo describió como un líder divisivo y con una absoluta “falta de empatía”, que no ha estado a la altura del reto de la pandemia y de la crisis económica asociada.
“Me pareció un discurso muy divisivo, extremadamente divisivo”, respondió, a su vez, Trump a los periodistas en la Casa Blanca.
También señaló que si no fuera por el expresidente Barack Obama, él ni siquiera estaría en el poder. “Estaría en otro lugar construyendo edificios”, afirmó.
Michelle Obama fue el plato fuerte de la primera noche de la convención demócrata, un evento que debido a la pandemia tuvo que ser jibarizado y reducido a un formato online.
En su mensaje, la antigua primera dama llamó a los estadounidenses a congregarse detrás de Biden y a salir a votar el 3 de noviembre.
Biden “va a decir la verdad y va a confiar en la ciencia”, afirmó en un golpe a Trump, a quien acusó de ignorar a los expertos en el manejo de la crisis del coronavirus que ha dejado más de 170.000 muertos y millones de desempleados.
“Siempre que buscamos en esta Casa Blanca algún liderazgo, consuelo o alguna apariencia de estabilidad y lo que obtenemos, en cambio, es caos, división y una falta total y absoluta de empatía”, dijo la esposa del expresidente Barack Obama, en una crítica sin precedentes a un mandatario en funciones.
Después de la apasionada acusación de Michelle Obama, en la jornada del martes la esposa de Biden, Jill, toma el relevo, en un discurso precedido por la alocución del exvicepresidente Bill Clinton.
Trump esperó hasta la mañana de ayer para responder, calificando al gobierno de su antecesor como “el más corrupto de la historia”.
“Mi Gobierno y yo creamos la mejor economía de la historia de cualquier país”, aseguró el mandatario, pese a que el desempleo está por encima de 10%.
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