Algunos de los inventos más exitosos nacieron de ideas simples, pero con un gran potencial de utilidad. Estos diseños, muchas veces inesperados, generan millones en ingresos y se vuelven elementos cotidianos. Las latas de bebidas, con sus pequeñas y funcionales anillas, son un claro ejemplo de cómo la creatividad puede transformar un simple detalle en una herramienta multiuso.
El invento millonario que encontramos en las latas y que tiene diversas funciones
La ingeniosa anilla de las latas, creada hace décadas, no solo facilita su apertura, sino que también genera millones y ofrece usos sorprendentes.
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Esas pequeñas anillas metálicas que abren las latas son algo más que un simple mecanismo de apertura. Aunque parecen insignificantes, esconden una interesante historia de evolución y adaptación. En un inicio, solo cumplían una función básica, pero con el tiempo han ganado múltiples aplicaciones.
Cómo se inventaron las anillas de las latas
Las primeras latas de bebidas no contaban con un sistema de apertura sencillo. En los años 60, el ingeniero estadounidense Ermal C. Fraze desarrolló un tirador de aluminio tras una experiencia frustrante: en un picnic, olvidó su abrelatas y se vio obligado a abrir su cerveza golpeándola contra el coche. “Fue en ese momento cuando pensé que debía existir una solución mejor”, explicó Fraze en entrevistas posteriores.
Su creación fue el primer “pull-tab”, una lengüeta que se arrancaba completamente para abrir la lata. Aunque se volvió muy popular, el diseño original tenía sus inconvenientes. La pieza desprendida solía quedar en el suelo, lo que causaba problemas tanto de limpieza como de seguridad, especialmente en playas y parques. Como resultado, la industria se vio en la necesidad de idear una mejora que evitara este inconveniente.
Fue en los años 80 cuando surgió el “Stay-on Tab”, una versión de la anilla que permanecía unida a la lata tras la apertura. Este avance, desarrollado por Dan Cudzik, ingeniero de la compañía de envases Reynolds, resolvió el problema del desperdicio. “Lograr que la anilla se mantuviera unida fue un gran logro”, comentaron en ese entonces los representantes de la empresa, señalando el impacto positivo tanto en la comodidad del usuario como en la reducción de residuos.
Qué otras funciones tiene
Aunque el diseño original fue pensado para facilitar la apertura de la lata, en la actualidad, las anillas tienen otros usos. Uno de los más populares es utilizarlas como soporte para las pajitas o cañitas, evitando que estas se muevan o se caigan. “Con solo girar la anilla y colocar la pajita en el agujero, puedes beber sin problemas de higiene”, explican algunos expertos en envases.
Además, las anillas también se han convertido en piezas útiles para manualidades e incluso para la pesca. Muchas personas aprovechan su resistencia y tamaño para improvisar anzuelos o para colgar objetos pequeños. Algunas marcas de bebidas han promovido su uso creativo como una forma de reciclaje, demostrando que hasta el más simple de los inventos puede tener múltiples aplicaciones en la vida cotidiana.
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