El cierre de la planta de ILVA Porcellanato en Pilar marcó un nuevo capítulo en la crisis de la industria ceramista argentina. La compañía notificó el despido de 300 trabajadores y rechazó presentarse a la audiencia convocada por el Ministerio de Trabajo bonaerense. La medida, que afecta a la totalidad de la plantilla, se justifica en la supuesta situación de crisis y se ampara en el artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo, lo que habilita a pagar solo el 50% de la indemnización correspondiente.
ILVA despidió a 300 trabajadores y profundiza la crisis en la industria ceramista
La empresa cerró sus puertas, aplicó el artículo 247 para pagar solo la mitad de las indemnizaciones y no asistió a la audiencia convocada en el Ministerio de Trabajo.
-
Mientras espera que se defina su nuevo dueño, Loma Negra cerró 2024 con una caída de 24% en las ventas de cemento
-
Cerro Negro despidió a 96 trabajadores y el gobierno bonaerense dictó la conciliación obligatoria

La fábrica de ILVA, en Pilar, está paralizada y la empresa envíó 300 telegramas de despido..
Los delegados gremiales adelantaron que impugnarán esa decisión, pero reconocen que se abre un conflicto prolongado e incierto. En paralelo, los empleados mantienen un acampe frente a la planta para evitar un eventual vaciamiento, en turnos rotativos de día y noche.
Ausencia empresaria
La tensión escaló cuando los directivos de ILVA no asistieron a la audiencia fijada en la delegación local del Ministerio de Trabajo. “La empresa no se presentó. Nosotros rechazamos las cartas documento y pedimos que se intime a la patronal a presentarse presencialmente”, señaló Marcelo Barrionuevo, delegado gremial y uno de los despedidos. Una nueva instancia fue convocada para el jueves, aunque reina la incertidumbre.
El malestar de los trabajadores se potencia por lo que interpretan como una maniobra empresarial. Pese a invocar la crisis, ILVA invirtió en los últimos meses en maquinaria de alto costo para modernizar la producción, hoy paralizada al 100%. Esto alimenta la hipótesis de que la compañía no busca un cierre definitivo, sino un recorte drástico de personal y una reestructuración de condiciones laborales.
Actualmente, la planta funciona con un régimen de “4x4”: cuatro días de trabajo de 12 horas seguidos de cuatro de descanso. Pero trascendió que la empresa planea pasar a un esquema “6x1”, lo que implicaría menos horas por jornada, un recorte salarial estimado en 30%, la eliminación del comedor y el transporte, y el fin de la cobertura de medicina prepaga.
Un sector golpeado por la recesión
La crisis de ILVA se da en un contexto de colapso generalizado de la industria ceramista. Desde comienzos de 2025, el sector enfrenta suspensiones, cierres de líneas productivas y despidos masivos.
En Olavarría, Cerro Negro, del Grupo Sociedad Comercial del Plata, despidió a 96 trabajadores tras paralizar una de sus líneas. Tras una conciliación obligatoria, solo algunos fueron reincorporados, mientras otros aceptaron retiros voluntarios. En Luján, Cerámica Cortines suspendió a más de 300 empleados y planteó despedir al 40% de su plantilla bajo un Procedimiento Preventivo de Crisis. En Los Hornos, Cerámica Fanelli también avanzó con desvinculaciones en medio de una reestructuración.
Según el sindicato ceramista, el 90% de la industria está en crisis. Las causas son múltiples: caída del consumo interno, paralización de la obra pública, recesión económica y apertura acelerada de importaciones.
Demanda en caída
Los indicadores del sector de la construcción confirman el deterioro. El Índice Construya (IC) mostró en agosto una baja del 5,5% interanual en las ventas de insumos y un retroceso del 8,6% contra julio. El acumulado anual aún conserva un alza del 6,9% frente a 2024, pero los últimos meses encendieron alarmas. “La recuperación sectorial se transformó en contracción en julio y agosto. El cambio del contexto macroeconómico, reflejado en la fuerte suba de la tasa de interés, impacta negativamente en la dinámica sectorial”, advirtió el Grupo Construya.
La retracción de la demanda, sumada a la suba de costos y la competencia de importados, explica la magnitud del ajuste. Para los gremios, el cierre de ILVA simboliza un punto crítico: no solo por la cantidad de despidos, sino también por la utilización del artículo 247 para pagar la mitad de las indemnizaciones, lo que podría marcar un precedente en otros conflictos.
Dejá tu comentario