El financiamiento en pesos al sector privado mostró en agosto una clara señal de deterioro: el crédito a empresas cayó 2,3% mensual real, la primera baja después de 15 meses consecutivos de crecimiento, y refleja el impacto del fuerte aumento en las tasas de interés. Se trata de estimaciones privadas en base a los datos que publica el BCRA, que reflejan el impacto de los cambios en la política monetaria que realizó el Gobierno para intentar contener el dólar.
Efecto supertasas: cayó el crédito a empresas por primera vez en más de un año y golpea la actividad
El financiamiento corporativo se contrajo en agosto y expuso el costo del apretón monetario realizado por el BCRA. Una de las líneas más usadas se desplomó más de 10% en términos reales.
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El impacto de la volatilidad y la suba de tasas en el crédito perfila un menor crecimiento.
El retroceso se explica, sobre todo, por la marcada contracción en los adelantos en cuenta corriente, que se desplomaron 10,3% mensual real.
Según la Consultora LCG, además de la suba de tasas, también influyó —aunque en menor medida— la recomposición de liquidez tras el pago de aguinaldos en los meses previos.
La consultora de Emmanuel Álvarez Agis, PxQ, remarcó en la misma línea, que este nivel elevado de tasas producto de la salida de las LEFIs afectó la economía real. La tasa de adelantos a compañías saltó de 36% nominal anual a 85%, lo que derivó en un “apretón monetario” que explica la caída del crédito corporativo. En este sentido, PxQ calculó que, desde mediados de julio de 2025, los préstamos a empresas "acumulan una contracción del 6,6% en términos reales".
Guillermo Barbero, socio de First Capital Group, también habló de la caída en los créditos en pesos tras la suba de tasas: “En relación a los préstamos comerciales, se reflejó una caída mensual en términos nominales del 1,3%. El saldo llegó a $26,4 billones, presentando un crecimiento interanual del 69,9% contra los $15,6 billones de un año atrás. En términos reales, la baja mensual fue del 3,2% y el incremento anual del 26,8%”.
Barbero remarcó que “hace más de un año que no se observaba una caída nominal de saldos en ninguna línea de préstamos". Y agregó: "Si bien, al bajar la inflación y estabilizarse las carteras, es lógico que aparezcan variaciones positivas y negativas, lo cierto es que las empresas optaron por cancelar el financiamiento ante el elevado costo del mismo. Este fenómeno puede sostenerse por algunos meses, pero, para crecer en producción o ventas, será indispensable acceder a fondos del sistema financiero en condiciones más compatibles con el mercado de precios. Se debe destacar que es el tipo de financiamiento que menos ha crecido en términos reales en los últimos 12 meses”.
¿Las altas tasas llegaron para quedarse?
Por otro lado, LCG aseguró que este nivel de tasas podría prolongarse más tiempo. "Las altas tasas de interés, resultado de la política económica implementada por el Gobierno continúan ralentizando los préstamos en pesos y aumentando los niveles de morosidad. Esperamos que este entorno de tasas elevadas se mantenga después de las elecciones, hasta tanto se revea la configuración macro. En este contexto, la ralentización del crédito tendrá un efecto en la menguada actividad económica lo que aumentaría la probabilidad de una recesión", señaló la consultora.
Si bien el BCRA justificó la salida del esquema de LEFIs asegurando que las tasas de interés en niveles muy por encima de la inflación serían un fenómeno “transitorio”, lo cierto es que el verdadero impacto sobre la economía recién se empezará a medir en los próximos meses. Aun cuando las tasas logren estabilizarse, el Gobierno enfrentará para octubre un escenario complejo: un enfriamiento de la actividad, mayor morosidad de las familias y compañías que, ante el elevado costo del financiamiento, prefieren no tomar crédito. Esto implica, en la práctica, resignar crecimiento.
En este contexto, empresas y bancos concentran sus esfuerzos en administrar la liquidez de corto plazo, a la espera de una mayor claridad en el frente financiero y macroeconómico, donde el resultado electoral jugará un papel más que decisivo.
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