16 de diciembre 2019 - 00:00

Bienes Personales: de la eliminación del impuesto a su reimplementación total

El impuesto a los bienes personales fue creado con carácter de "emergencia" a partir de diciembre de 1991. Hoy se habla en su carácter de "solidario".

Con el nuevo gobierno de Alberto Fernández la idea es nuevamente afectar la alícuota pasando del 0,25 % al 0,50 % para los bienes declarados por $ 2.000.0000 en adelante.

Con el nuevo gobierno de Alberto Fernández la idea es nuevamente afectar la alícuota pasando del 0,25 % al 0,50 % para los bienes declarados por $ 2.000.0000 en adelante.

El impuesto a los bienes personales fue creado con carácter de “emergencia” a partir de diciembre de 1991. Hoy no se habla de “emergencia” para el impuesto sino en su carácter de “solidario”. Entre 1991 y 1994 la alícuota fue del 1 % sobre un mínimo no imponible de $ 103.200 que en términos de la conversión peso a dólares serían unos $ 6.300.000 monto al que habría que actualizar por el valor de los bienes en pesos en el mercado local para estimar su mínimo no imponible que es de $ 2.000.000. De 1995 a 1999 la alícuota se redujo al 0,5 %. De 1999 a 2006 fue de 0,5 % y 0,75 %. Del 2007 al 2015 fue de 0,50 %, 0,75 %, 1 % y 1,25 %.

En 2016 con la ley de blanqueo se determinó que quienes blanquearan sus bienes tendrían como “zanahoria” la reducción de la alícuota año a año hasta la eliminación del impuesto. Pero el mismo gobierno que tomo esta medida le faltó a la palabra a los que blanquearon sus bienes. En el mundo esto se llama “inseguridad jurídica”. Por el contrario se reestableció el impuesto en 2018 con nuevas escalas y mínimos no imponibles de $ 2.000.000 es decir unos u$s 31.746 cuando 28 años antes cuando se implementó por primera vez nunca se incorporó un mecanismo de ajuste criterioso porque no había inflación. De hecho un impuesto que arranco con mínimo no imponible de u$s 100.000 hoy es casi u$s 70.000 el monto a partir del cual debe pagarse este impuesto. A su vez con una inflación acumulada de más del 85 % desde su reimplementación no tiene mecanismo de ajuste de su mínimo no imponible. Argentina inflaciona en impuestos siempre y deflaciona en sus mínimos para pagarlo.

Con el nuevo gobierno de Alberto Fernández la idea es nuevamente afectar la alícuota pasando del 0,25 % al 0,50 % para los bienes declarados por $ 2.000.0000 en adelante y del 0,50 % al 0,70 % para los bienes declarados por más de $ 3.000.000 más sumas fijas que aún no se sabe si serán actualizadas o no que partían en esta escala desde los $ 7500 y de $ 82500 para los que superen los $ 18.000.000 en bienes declarados y 0,75 % de impuestos. Por su parte, los bienes declarados en el exterior pagarían más y serían beneficiados sin lo invierten en un activo local. Queda claro que pagarán más en proporción de lo declarado localmente las clases medias que las clases altas por qué está el mayor volumen potencial de la recaudación una vez más.

Si bien la vivienda única que desafectada del impuesto por hasta un monto de $ 18.000.000 quien tenga por ejemplo adicionalmente un terreno y un auto deberán pagar el impuesto. Es decir, no es un impuesto exclusivo de las clases altas. Sino de las clases medias también.

Por su parte, quien le haya ido muy bien en su vida laboral y cuenten por bienes superiores a los $ 2.000.000 pero actualmente estén sin trabajo y en una pésima situación económica también están sujetos al impuesto.

El impuesto a los bienes a los bienes personales ha sido eliminado en el mundo. Muy pocos países lo aplican. A su vez, quienes lo aplican lo hacen sobre sus clases altas muy altas. Ejemplo: en España se aplica a partir de los 700.000 Euros y en Francia a partir de los 1.300.000 Euros. En América Latina Uruguay aplica un impuesto al patrimonio desde u$s 112.000. Las parejas pueden constituir un “núcleo familiar” y duplicar el mínimo no imponible a u$s 244.000.

Los motivos por el cual este impuesto fue eliminado en el mundo son la “fuga de capitales” en Argentina se calcula que hay u$s 350.000 millones no declarados y este será un desincentivo estudiado en el mundo para incorporar activos dentro del sistema, “fuga de cerebros” cada vez más jóvenes se quieren ir de nuestro país por qué no quieren soportar semejante presión tributaria respecto de los ingresos en pesos que puedan llegar a conseguir, "adultos mayores" se los expone al pago de un impuesto muy alto que lo podrían pagar como activo pero no como pasivo por fuera de su actividad laboral habitual, “doble imposición” se graba bienes que ya pagaron impuestos al ser adquiridos, “baja recaudación y pérdida de incentivos al blanqueo y adquisición de nuevos activos” e “inflación” en Argentina se ha utilizado el impuesto para obtener mayor recaudación sin ajustes equilibrados incorporando a cada vez mayor cantidad de contribuyentes al pago de este impuesto.

Las Pymes de Clase Media

Las pymes deben $ 780.000 millones sin contar intereses ni punitorios. De acuerdo a la consultora Elypsis a través de datos del BCRA la distribución de la deuda es 51,3 % al sistema financiero, 27,7 % a AFIP, 14,4 % deudas no bancarias, 5,4 % proveedores y 1,3 % otros. El Gobierno estaría pensando en una moratoria con un período de gracia de entre 4 y 6 meses.

Para las Pymes que se les contrajo su nivel de ventas y no les quedaba otra que despedir a su personal la mochila será fuerte por que deberán pagar doble indemnización o ante la imposibilidad de no poder pagar tener un potencial “juicio laboral” lo cual podría poner en riesgo a su unidad productiva y al resto del personal contratado.

Durante la última etapa del gobierno de Macri las pymes debieron endeudarse en el sistema financiero para poder pagarla a AFIP por la caída de la economía y volumen de ventas. Cuando se distribuye por sectores la situación ha sido letal. En el caso de los Monotributistas se los ha obligado a facturar con registradora fiscal o a través del sistema de comprobantes en línea de la plataforma AFIP por lo cual ya sin posibilidad de eludir sus operaciones muchos han pasado del sistema de responsable inscripto a régimen simplificado con una carga tributaria feroz. Una vez convertido en Microempresario no por volumen ni capacidad tributaria sino por eficiencia recaudatoria del organismo recaudador los resultados son lamentables. Entre 2013 y 2018 el 38,7 % de este sector del empresariado que representa el 85 % del volumen total y otorga de 1 a 9 empleos ha cerrado sus puertas de acuerdo al Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación.

Aún no se ha pensado ningún mecanismo para disminuir la carga tributaria sobre este eslabón del empresariado. La idea es oxigenarlo con una moratoria impositiva sin sacarle la “correa de ahorque” impositiva. Dificilmente se puedan lograr un millón de empleos nuevos si quienes lo generan no pueden soportar la presión impositiva del gobierno que pretende incentivarlo. Una alternativa para financiar nuevos emprendimientos sería a través de créditos no bancarios a través de cooperativas y mutuales que al comunicarme con ellas no están tan confiadas en implementarlo si no tienen un “seguro a cambio”. Moratoria y financiamiento serían las vías para impulsar al sector pero las inversiones se realizan sobre el excedente que se consiguen luego del pago de impuestos. Si estos son muy elevados y encima tienen como riesgo el cierre como viene sucediendo y lo confirman incluso las fuentes públicas ni la generación de microemprendimientos ni nuevos trabajos podrán ser otorgados. Las cartas aún no están echadas sobre este punto pero sería bueno que las nuevas autoridades las muestren ahora. Sería un incentivo fuerte para comenzar a mover la rueda de los que ni se les ocurre comenzar a moverla en el actual estado de situación no del consumo y mercado interno. No están esperando que se le ponga “plata en el bolsillo a la gente” solamente sino que “no le saque el estado la plata del bolsillo a ellos” por qué no lo pueden pagar y queda demostrado con el proceso de pérdida del volumen empresario argentino de los últimos años.

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