BODEN, la verdadera ganancia de Chávez
Las preguntas son: ¿Obtiene ganancias de ello? ¿De dónde proviene esa ganancia? ¿Qué operatoria está haciendo el gobierno con esos bonos? ¿Por qué los adquiere el sector privado venezolano?
Venezuela tiene control de cambios, lo que imposibilita al sector privado de hacerse de los dólares deseados libremente. El control de cambios, viejo conocido de la Argentina, genera una brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo en ese país (actualmente de 18%), y una forma de venderle dólares «paralelos» al sector privado es transferirle los mismos vía bonos argentinos. Ello es similar a la vieja operatoria local con los BONEX.
El sector privado compra los bonos en bolívares, los vende en el mercado y se hace de los dólares. El tipo de cambio resultante dependerá de la diferencia entre el precio al cual compró y vendió el BODEN 12. Por lo tanto, el gobierno venezolano arbitra la diferencia entre el tipo de cambio oficial y el paralelo.
Primera conclusión: si no existiera control de cambios en Venezuela nunca Chávez nos habría comprado ese exorbitante monto en BODEN. ¿Qué ganancia le ha permitido esta operatoria? Según la publicación de abril pasado del Ministerio de Finanzas la operatoria del BODEN 12 «ha devenido en ganancias de u$s 119 millones» por la intermediación en la venta de los títulos.
Sin embargo, un cálculo simple muestra que la ganancia sería más del doble de lo declarado. La cartera de Finanzas compra bonos al tipo de cambio oficial y los vende al tipo de cambio paralelo; asumiendo que el precio del bono no varió y que los mismos no devengaron interés (los precios de los papeles subieron y devengaron interés, por lo tanto el cálculo realizado subestima la ganancia), esta operatoria le habría reportado una ganancia de u$s 269 millones.
Pregunta: ¿dónde está la diferencia de u$s 150 millones? O quedó en manos del sistema financiero si compró los bonos por debajo del tipo de cambio paralelo, o quedó en manos del gobierno y se «esfumó» por arte de magia. En cualquiera de los dos casos es claro que no hubo transparencia en la operatoria, ya sea en el proceso directo de adjudicación (no se realiza a través de subastas) o el de corrupción de algún(os) funcionario(s) político(s).
Segunda conclusión: el resultado de la operatoria ha sido rentable (más de 18% anual sobre capital) para quien se apropió los u$s 150 millones, no para el pueblo de Venezuela. Ello determina que Chávez seguirá intermediando con bonos argentinos y el Tesoro de nuestro país mantendrá abierta esta fuente de financiamiento.
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