8 de enero 2007 - 00:00

El 2007, ¿un año de sorpresas en los mercados?

El 2007, ¿un año de sorpresas en los mercados?
El año 2006 terminó con festejos en los mercados. El Dow Jones culminó en máximos históricos y la mayoría de los índices bursátiles alrededor del mundo en niveles máximos de recuperación desde los pisos de 2002, marcando cinco años de recuperación.

El índice de mercados emergentes finalizó en nuevos máximos, el índice de Brasil en nuevos máximos, el índice Merval de la Argentina arriba de los 2.000 puntos y nuevos máximos históricos en pesos (no ajustado en dólares).

Comenzamos 2007, y es generalizada la expectativa de observadores y analistas de que este año tendremos más de lo mismo, seguirá la tendencia alcista de los mercados con un horizonte despejado para las inversiones de riesgo.

En el caso específico de la Argentina, tuvimos récord de crecimiento, superando las expectativas de los más optimistas, y ya desde afuera se generalizan los reconocimientos de la extraordinaria recuperación del país luego de la gran debacle de 2001 y 2002. Hoy, en enero de 2007, qué lejos parece el escenario de fines de 2001-comienzos de 2002, las palabras del ex presidente Rodríguez Saá anunciando el no pago de la deuda externa, la salida de la convertibilidad, la escapada del dólar de 1 a 4 pesos, una de las peores caídas del PBI de 2001, el riesgo-país en niveles astronómicos hasta el default, la condena de la comunidad internacional de la falta de cumplimiento de sus obligaciones de la Argentina, muchos medios, observadores, analistas e inversores expresaban que la Argentina tardaría mucho tiempo en recuperarse, y en 2001-2002 la mayoría pregonaba la continuidad del caos y una salida no resultaba evidente. Fue allí a fines de 2001 y comienzos de 2002 y siguiendo un modelo de lectura de mercados, psicología de masas, aplicando ciclos y ciclotimia características de los mercados casi en soledad, proyectábamos un ciclo positivo para el país que duraría al menos hasta 2007, decíamos que la Argentina era oportunidad histórica de compra (lo decíamos a fines de 2001 y en el primer semestre de 2002) y proyectábamos que el ciclo se mantendría positivo hasta 2007, y que la psicología iba a mutar de un pesimismo extremo de 2001-2002 con noticias muy negativas, a un positivismo con buenas noticias que irían apareciendo en el ciclo positivo, y que hacia 2007 estaríamos en un escenario de optimismo y plena confianza. Hoy nos encontramos iniciando el año 2007 y nuevamente la ciclicidad, ciclotimia y nuestro modelo han demostrado su carácter predictivo; abundan las buenas noticias de la economía y los pronósticos positivos, y como es costumbre se proyecta en forma lineal asumiendo que en 2007 tendremos más de lo mismo que tuvimos en 2006. Los mercados, siempre lo decimos, son anticipación, la economía argentina reaccionó en 2003, los mercados bursátiles antes, desde el mismo año 2002, por lo tanto hay que seguir los mercados que nos proyectarán o anticiparán lo que vendrá hacia adelante. Desde mayo de 2006, hemos venido siendo cautos y mostrado escepticismo, y nos hemos perdido 30% de alza de un mercado argentino que subió 900% desde nuestro reconocimiento del piso -en el caso del Dow, 12%- de un mercado que ha subido 75% desde 2002 -en el caso del NASDAQ, 12%- de un mercado que recuperó 140% desde los mínimos de 2002.

La psicología que muta de la depresión en los pisos a la euforia en los techos produce algo que hemos vivido mucho en nuestra historia de empresa y de analistas de mercados aplicando técnicas de seguimiento de psicología de masas, el descreimiento de las proyecciones, tildándolas de mesiánicas alocadas en los pisos con alto riesgo de seguirlas por la depresión existente, y de depresivas o agoreras en los techos por la confianza reinante. En los pisos de 2001-2002 de la Argentina, con el no pago de la deuda externa, cinco presidentes y devaluación, cuando nuestro modelo señala compra o una gran oportunidad, el estado de depresión lleva a los lectores e inversores a darle escasa probabilidad de cumplimiento y alto riesgo de implementarla; en los tiempos actuales que nos hemos tornado cautos, la reversa está ocurriendo; nos transformamos en agoreros y portadores de malas noticias, y la confianza existente y las buenas noticias que abundan llevan a desestimarlas y desecharlas. Pero ello, estimado lector, es perfectamente entendible, la mayoría de los analistas, los inversores y observadores tienden a la racionalidad, pero los mercados son emocionales y hacen techo por saturación tanto de negativismo produciendo pisos como de positivos en euforia produciendo techos. El análisis lineal combinado con el contexto reinante de depresión en los peores momentos o de euforia en los mejores momentos siempre causa que muchos vendan cerca de los pisos del mercado y compren cerca de los techos de los mercados financieros.

Entrando al análisis específico de los mercados, la primera semana de enero ha mostrado señales que refuerzan nuestra cautela en los mercados bursátiles.

Es posible que el Dow haya encontrado el techo buscado de su onda B de recuperación desde 2002 finalizando un doble zigzag con un triángulo intermedio en onda X, el techo de 12.577 se encuentra en la zona proyectada de 12.500-12.800 de techo del mercado. Mientras no superemos 12.550 puntos, creemos que éste podría marcar el techo, mientras que serán caídas debajo de los 12.200 puntos, lo que confirmará el techo del mercado y producirá un sostenido selloff que será parte de un gran ajuste en el Dow de varios meses de duración. Lo curioso es que en esta oportunidad dos índices como el NYSE y el S&P 500 muestran sendas llaves de reversiones bajistas semanales, figura típica de techos de importancia, mientras que el históricamente índice más débil, el NASDAQ 100, terminó positiva la semana con llave alcista. Por ello, lo observado en los índices americanos no es concluyente que el techo buscado haya sido visto; sin embargo, lo que queda claro es que desde los máximos ya vistos del Dow o desde una suba hacia 12.500-12.800 esperamos el fin de la onda B y una fuerte caída en onda C que debe durar varios meses.

Lo que sí parece concluyente es lo que observamos en los indicadores de mercados emergentes y del mercado de Brasil en particular, en donde tenemos señales importantes que pueden indicar que techos de corto y de mediano plazo han sido vistos y que se podrían producir importantes ajustes o caídas en los mercados bursátiles emergentes en general y Brasil en particular, algo que no debe pasar inadvertido para el mercado argentino.

MERCADOS EMERGENTES EN ALERTA

Como comentamos anteriormente, la primera semana de 2007 no ha sido tranquila para los mercados financieros ni, mucho menos, para el mercado emergente. Por el contrario, desde el mismo martes 2 de enero se inició una importante reversión bajista en los precios que al finalizar la semana ha conformado en mucho de estos mercados una señal técnica de reversión de tendencia.

Tal como podemos observar en la gráfica adjunta del ETF de mercados emergentes (EEM) que se negocia en el AMEX, en la primera jornada del año el ETF ha accedido hacia niveles de 116,41 y desde allí se originó una consistente reversión bajista sobre el transcurso de la semana que llevó los precios hacia el cierre del pasado viernes a niveles de 110,23 dólares. Tal comportamiento ha permitido la conformación de una llave de reversión bajista semanal para este mercado, señal que desde el punto de vista técnico estaría corroborando la idea de que para este mercado pudo haber sido conseguido un techo de singular importancia para el mediano plazo y que desde dichos máximos conseguidos un proceso correctivo mayor pudo haber quedado ya habilitado.

Esta misma señal de reversión bajista observada para el ETF de mercados emergentes pudo verse también en el ETF de Brasil (EWZ) y, obviamente, en el índice Bovespa.

Desde el punto de vista técnico, la señal de reversión observada para estos mercados es lo suficientemente confiable como para pensar que en términos generales los mercados emergentes, donde incluso se incluye el mercado argentino, pudieron haber marcado un techo de singular importancia y que el próximo evento será el desarrollo de un proceso correctivo mayor para estos mercados que sea capaz de recortar parcialmente las fuertes ganancias acumuladas en el último semestre al menos.

Como el lector también podrá observar en la gráfica adjunta, esta misma señal que se observó en la primera semana del año también pudo observarse en mayo del año pasado y, en ese entonces, el mercado desarrolló un recorte aproximado de 30%.

En este sentido, desde el punto de vista técnico, se recomienda suma cautela en la operatoria de estos mercados, ya que muy posiblemente se encuentren vulnerables por varias semanas, y en tal caso, habrá que buscar cobertura de posiciones abiertas. Veamos...

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