16 de julio 2007 - 00:00

El arbitraje de tasas de interés y el impacto en el mercado de divisas

El arbitraje de tasas de interés y el impacto en el mercado de divisas
El avance del dólar de los últimos meses frente al yen japonés disipó levemente las fuertes preocupaciones que hicieron eco en los mercados a fines de febrero principios de marzo pasados, sobre los riesgos del "carry trade", pero esta lógica aún sigue vigente y es por ello que la cautela permanece constante cada vez que los movimientos en el mercado de divisas impulsan una recuperación en la valuación del yen.

En los primeros días de este mes de julio estamos nuevamente presenciando una sustancial volatilidad en la relación dólar/yen con bajas que impulsaron un quiebre del cabal alcista que venía conteniendo el accionar de los últimos meses en este ratio cambiario como una primera señal de alerta y desde allí estamos evidenciando esta recuperación del dólar de final de esta semana, volatilidad que hemos presenciado desde un máximo de 124,17 yenes por dólar, valores que no se veían en el mercado desde fines del año 2002.

La lógica del "carry trade", o arbitraje de tasas de interés, se basa en tomar deuda en monedas baratas como el yen (de baja tasa de interés) para colocar los fondos en divisas de mayores retornos y obtener ganancias financieras con la diferencia.

Las dudas sobre este accionar se incrementaron cuando las autoridades cambiarias de Corea del Sur y Nueva Zelanda coincidieron en expresar su preocupación sobre el impacto adverso de la debilidad del yen, y se agravó semanas atrás considerando otros motores de aumento de los niveles de aversión al riesgo, derivados del problema de los fondos de cobertura (hegde funds) y las consecuencias de las hipotecas de riesgo.

Si a esto le sumamos lo que parece ser una tendencia mundial al incremento de tasas de interés por parte de los bancos centrales, por las presiones inflacionarias mundiales, tenemos como resultado el temor a posibles intervenciones de los bancos centrales, que ya manifiestan sus preocupaciones al respecto.

Así el 11 de junio pasado el banco central de Nueva Zelanda hizo su primera intervención desde el año 2004 para intentar moderar el flujo de ingreso de divisas al país que buscan atractivo en sus elevadas tasas de interés dentro del espectro de países industrializados (cerca de 8%) básicamente con el apalancamiento de deuda en yenes... medida que ha tenido aún un impacto muy reducido porque el diferencial de tasas sigue aún presente y no hay señales que indiquen restricciones mayores por parte del banco de Japón (BOJ).

¿Qué nos dicen los gráficos al respecto?

Si observamos una gráfica de largo plazo del ratio dólar/yen en barras mensuales, vemos que el comportamiento de los últimos años de la divisa norteamericana frente al yen forma parte de una secuencia de recuperación parcial del dólar en relación con el fuerte impulso bajista tendencial iniciado en los años '80, donde se hablaba de la economía nipona como el "milagro japonés". Esta recuperación del dólar, desde mínimos de 79,78 yenes en el año 1995, está a nuestro entender consolidando en una figura triangular... y a pesar de que aún no hemos tenido una confirmación de la ruptura de ese gran movimiento, luce algo más claro en la secuencia de corto plazo de este ratio cambiario transitó una figura de canal alcista para el dólar, desde el piso de 115,15 del primer trimestre de este año, y es en este sentido, que mientras el área de 122,60/123,00 yenes ejerza resistencia aún no podemos descartar debilidades adicionales para el dólar... caso contrario, una superación directa de ese rango actual de resistencias liberará una posibilidad de suba a nuevos máximos arriba de 124,12 yenes, y en ese sentido este ratio se acercará a los escollos mayores de 124,5 o incluso a 125/125,5 - 126,5//127,5 antes de tener una nueva oportunidad de baja más sustancial...

Será en lo inmediato un quiebre de 121,5/121 lo que nos lleve a desechar esa chance de rally adicional en el dólar frente al yen y deje lugar a un impulso de recuperación de mayor plazo para la moneda japonesa, movimiento que en principio deberá ser correctivo del tramo alcista acumulado desde los 115 alcanzados a principios de marzo último...pero sabiendo que en la secuencia de largo plazo este ratio cambiario aun quedará vulnerable a mostrarnos una debilidad mayor del yen hacia los años que siguen...

En este sentido, creemos que a pesar que en el corto plazo el movimiento bajista del yen (y por ende alcista para el dólar) pueda seguir impulsando temores crecientes por los efectos que genera en términos de mayor volatilidad el carry trade, consideramos que en esta segunda parte del año este cruce de monedas enfrentará otro recorte con bajas del dólar que tenderían a corregir parte de esta presión alcista acumulada desde la zona de 115 yenes, para llevarnos potencialmente de regreso a la zona de 120.75/120.00 o incluso cerca de 119 yenes por dólar como objetivos mínimos de recorte...

¿Qué relación podremos esperar para esta proyección con los mercados accionarios?

Los movimientos de ratios de divisas y de las Bolsas no siempre son lineales en el tiempo, no obstante la relación que encontramos en los últimos años es que aproximadamente desde el año 2005 la recuperación de precios en las acciones que componen el Nikkei se ha dado a la par de subas del dólar en relación con el yen. Esta relación incluso ha sido más clara en los últimos meses, y a pesar que el aumento del dólar ha sido más evidente que la recuperación del índice Nikkei, la cual se ha desarrollado en forma más trabada y volátil, podemos notar una alta correlación en estos movimientos, y es por ello que tanto las señales técnicas individuales como esta relación con el valor del dólar frente al yen nos hacen notar un potencial aún de extensión alcista para las acciones en Japón, pero sabiendo que la misma al igual que la posibilidad aún latente de avance del ratio dólar/yen, muestra una cercanía importante de techo para esta segunda parte del año... y que deberían llevarnos a tomar ciertos recaudos una vez que tengamos señales de confirmación que esta corrección mayor ha entrado en curso. Veamos cómo se desarrolla...

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