El debate entre los candidatos presidenciales ha puesto en el escenario político argentino un tema central: el advenimiento de tecnologías financieras innovadoras como el de las Monedas Digitales de Bancos Centrales (CBDC). En términos generales la inclusión de este tema en el debate evidencia lo imperioso de abordar las consecuencias que el mundo digital ya trae aparejada en nuestra cotidianeidad. En concreto pone de manifiesto la necesidad de contar con una moneda digital que permita alinearnos tecnológicamente al resto del mundo garantizando una mayor innovación, una extensión de la inclusión financiera, inmediatez en los sistemas de pagos y un sistema financiero más competitivo que empodere a los ciudadanos.
La Moneda Digital Argentina: un debate inevitable en el nuevo mundo tecnológico
El debate entre los candidatos presidenciales ha puesto en el escenario político argentino un tema central: el advenimiento de tecnologías financieras innovadoras como el de las Monedas Digitales de Bancos Centrales (CBDC).
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Dentro del abanico de tecnologías innovadoras y disruptivas que nos están impactando últimamente (inteligencia artificial, uso masivo de datos, ciencia de datos), la que más influye en el escenario financiero es la tecnología de Blockchain o de Cadena de Bloques, que da sustento a la mayoría de los sistemas de DLT - Tecnologías de registro distribuido, que utilizan los proyectos de Monedas Digitales de Bancos Centrales que se están gestando en el mundo.
De hecho, el surgimiento del bitcoin, quince años atrás, dio el puntapié inicial al uso de la tecnología blockchain en iniciativas de todo tipo que modificaron el mapa financiero global, obligando tanto al sistema financiero tradicional como a los bancos centrales a adaptarse a esta nueva realidad.
Aparte de las diversas regulaciones que fueron surgiendo, la principal respuesta política y técnica de los bancos centrales al desarrollo de los criptoactivos (y al efecto de la pandemia) fue la creación de CBDCs.
La cantidad de avances producida en los últimos meses en este sentido resulta reveladora. Sin ir lejos, la semana pasada el Banco de Pagos Internacionales (BIS) y los bancos centrales de Francia, Singapur y Suiza concluyeron con éxito el denominado Proyecto Mariana que apunta a mejorar el comercio y la liquidación transfronteriza de monedas digitales mayoristas de bancos centrales (denominadas wCBDC) entre instituciones financieras. Este sistema utiliza nuevos conceptos tecnológicos de finanzas descentralizadas (DeFi) en una cadena de bloques pública.
En un informe publicado recientemente el (BIS) señaló que el 93% de los bancos centrales encuestados declararon que analizan involucrarse en alguna forma de CBDC, y de este universo el 18% afirmó que plantea lanzar una moneda digital pública para los ahorristas minoristas en el corto plazo. Según el BIS, a julio de 2023 existen 4 CBDCs ya lanzadas.
La arquitectura financiera definida por cada banco central para sus CBDCs tiene implicancias profundas sobre el sistema monetario y financiero del país. Una primera decisión de los bancos centrales es, si su CBDC va a ser “desintermediada”, esto es distribuida sólo entre el público minorista (retail); o intermediada, colocada exclusivamente a entidades financieras (wholesale); o un sistema híbrido que contemple ambas alternativas, pero en capas separadas.
Simplificando (mucho) en los objetivos de cada modalidad, mientras que las monedas digitales públicas minoristas apuntan a lograr una mayor inclusión financiera y eficiencia en los sistemas de pagos, las mayoristas se orientan a facilitar los pagos transfronterizos.
La conceptualización del modelo de CBDC a adoptar resulta central para definir qué tipo de tecnología se implementará, si la tradicional que ya usan los bancos centrales o las nuevas tecnologías de registro distribuido (DLT), entre las que brilla la denominada Blockchain, muy utilizada por gran parte del universo cripto.
En este marco, no resulta neutro a Argentina el hecho que nuestro principal socio comercial en la región, Brasil, esté poniendo en marcha la prueba piloto del Real Digital (a la que denominaron DREX), su moneda digital de curso legal, en la que participan 14 instituciones de relevancia como Bradesco, Banco do Brasil, Itaú Unibanco y otros.
Su uso apunta al universo de pagos minoristas con un horizonte de puesta en marcha hacia finales de 2024, potenciando operaciones en línea y el desarrollo de modelos innovadores a partir de evoluciones tecnológicas tales como contratos inteligentes, internet de las cosas (IoT) y dinero programable.
El soporte tecnológico seleccionado para la prueba piloto del real digital reside en una Blockchain llamada Hyperledger Besu. Vale recordar que en este caso, la tecnología de base Blockchain, es la misma que utilizan las criptomonedas.
Otros aspectos relevantes para considerar respecto al proyecto piloto del Real Digital (DREX) son los de su interoperabilidad con sistemas locales e internacionales. La iniciativa incorpora a la Secretaría del Tesoro de Brasil, que ya prevé la tokenización de pagos para la compra de títulos públicos federales. Además, recientemente, el Banco Central de Brasil anunció una integración del Real Digital por medio de Contratos Inteligentes (Smart-contracts) con los sistemas de escrituración de nuestro vecino país, de modo que al hacer el pago de un bien registrable (una casa, un automóvil) se efectúe automáticamente la escrituración digital del mismo.
Desde la perspectiva de interoperabilidad con sistemas externos, el desarrollo del Real Digital permitiría compatibilizar la interconexión con CBDCs de otros Bancos Centrales a efectos de lograr una mayor integración financiera y comercial. Esto abre un desafío para que Argentina desarrolle su moneda digital contemplando la necesidad de que sea interoperable.
El caso de Brasil demuestra que estas tecnologías pueden ser usadas como plataformas tanto para potenciar la innovación privada como para mejorar la inclusión financiera.
La inestabilidad económica de Argentina parece estar llegando a un punto donde por necesidad o por convencimiento, gane quien gane en las próximas elecciones, el ordenamiento fiscal va a ser una realidad que nos permita encarar la discusión de temas medulares como políticas de Estado.
En este sentido la creación de una moneda digital pública en Argentina es un desafío mayúsculo de coordinación entre sector público y privado impuesto por el mundo tecnológico que nos atraviesa.
Bienvenida su inclusión en la agenda de debate público.
Carlos Weitz- Ex presidente de CNV y Profesor de Fintech, Bigtechs, Criptoactivos y Monedas Digitales. Universidad de Buenos Aires
Daniel Díaz – Profesor de Tecnología de la Información. Universidad Nacional Rosario
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