Este miércoles por la mañana amanecimos con la noticia de que Donald Trump fue reelegido como presidente de los Estados Unidos y por consiguiente, un saludo vía X del máximo mandatario argentino, Javier Milei, a quienes une una vinculación de derecha global que busca superar un supuesto progresismo cultural. Este lazo comenzó desde antes que Milei llegue a conducir el país, pero si fue fortalecido a partir de este hecho concreto, donde fue recibido oportunamente por Trump.
La victoria de Donald Trump y cómo afecta a la Argentina
La victoria de Donald Trump trae una serie de interrogantes que con el andar económico podremos empezar a dilucidar. Qué puede pasar en el corto y largo plazo.
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Además, desde lo ideológico hay un posicionamiento del libertario hacia una política pro norteamericana basada en una orientación exacerbada hacia el mercado y el sector privado, con una mínima intervención estatal y una apertura de todos los nexos comerciales, un direccionamiento de la política exterior traducida en una sumisión hacia las decisiones norteamericanas y en contra del globalismo.
Dicho esto, lo que nos trae acá no es una cuestión política sino una cuestión económica. Y para eso, hay que ir a los datos.
Cómo afecta a la Argentina la victoria de Donald Trump
Estados Unidos es el tercer destino de las exportaciones nacionales, detrás de Brasil y Chile, con el 7,1% del total exportado para septiembre del corriente mientras que es el tercer origen de nuestras importaciones, contabilizando el 8,5%, solo superado por Brasil y China respectivamente, con un saldo comercial negativo de menos de 500 millones de dólares.
De acuerdo con el informe de complejos exportadores para el primer semestre 2024 del Indec, Estados Unidos fue el destino de casi 3 mil millones de dólares de exportaciones argentinas, de los cuales, el 34% pertenece al complejo petrolero-petroquímico y 250 millones son de aluminio. Acá la pregunta que nos trae es como se articularía la política de aranceles de Trump ante este escenario. Los principales productos de exportación son aceites crudos de petróleo, oro, naftas, vinos, carnes, carbonato de litio, miel y limones.
Parte de la aplicación de esos aranceles contemplaría estos sectores, sumado a soja y otros sectores exportadores que Argentina comercia con el gigante global, desde una posición de socio económico pequeño. Para Estados Unidos somos un actor no relevante comercialmente hablando, mientras que es un protagonista del podio de la balanza comercial argentina. Cual será la incidencia en términos provinciales para las provincias productoras de crudo, carnes, aluminio y oro es una de mis principales dudas en este nuevo escenario y como afectan los proyectos en términos de Vaca Muerta y el litio y el cobre en el noroeste del país. Habría algo más de 40 mil millones de inversiones proyectadas para los próximos 10 años en estos sectores estratégicos que no necesariamente se verían afectadas pero si podemos pensar que la política trumpista podría impactar en algún grado.
¿Benefician las políticas de Donald Trump a la Argentina?
Considero que las políticas de Donald Trump pueden ser contraproducentes para nuestro país. Hacen foco en la baja de impuestos internos y suba de aranceles, en un fuerte proteccionismo y en una suba del déficit fiscal, lo que podría traer tasas más altas o en su defecto, frenar el recorte que la FED comenzaba a impulsar, se va a tornar más restrictiva tratando de mantener la economía estable para evitar que vuelva la inflación, uno de los motivos del voto al republicano por parte de la clase trabajadora.
Hay números alentadores desde el sector proteccionista que indican que un arancel universal base del 10% combinado con un recorte interno de impuestos y tasas altas para evitar la escalada inflacionaria, darían algo más de 700 mil millones de dólares más al PIB americano y casi 3 millones de empleos, algo significativo y que no requeriría mucho esfuerzo.
Este miércoles el mercado argentino respondió de manera positiva a la victoria de Trump. El Merval se situó por encima del 4%, los globales por encima del 1%. Es entendible que pensemos que en el corto plazo, nos va a ayudar la cercanía por la renegociación con el FMI, la cercanía en la política internacional y otros complejos. Pero también nos complica por el fortalecimiento del dólar vía tasa, el precio de los commodities a la baja y el posicionamiento en términos de nuestra cercanía comercial con China. El fervor internacional es entendible en términos de una reducción del papel del Estado en el incentivo en la economía y en su rol en el bienestar y en la provisión de servicios, aunque localmente hay apostillas más allá del mote de “pro mercado” y la apuesta por el crecimiento económico a cualquier costo aunque mirando de reojo la inflación.
Creo que hay dos temas que el mercado argentino no debe pasar por alto: los mercados internacionales podrían quedar desfinanciados para pasar a dar relevancia a Europa y Estados Unidos se va a inclinar por un menor multilateralismo, una menor agenda global y una menor incidencia.
Estamos en un ordenamiento macro que trajo un impacto social muy importante con un contexto internacional que pudo haber ayudado. La victoria de Donald Trump trae una serie de interrogantes que con el andar económico podremos empezar a dilucidar. Si prima la política internacional y a partir de allí, Argentina tiene beneficios, es un buen comienzo. No lo daría por seguro.
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