29 de enero 2007 - 00:00

Lavagna electoral

(Roberto Lavagna se lanzó abiertamente a la campaña presidencial con el objetivo de diferenciarse del gobierno de Kirchner. Criticó la actual gestión, fue muy duro con la «derecha económica» y dijo que se siente entrenado para ocupar el sillón presidencial después de su experiencia como ministro de Economía. Veamos aquí las partes más importantes que mantuvo con Mauro Viale por Canal 26.)

Roberto Lavagna
Roberto Lavagna
PERIODISTA: ¿Usted me dice que está entrenado?

Roberto Lavagna: Sí, sí, por eso le digo, mire... después de eso no hay nada nuevo. Ademásme tocó el frente económico, las relaciones internacionales, el diálogo con el Congreso, el diálogo con la Corte de aquel momento. Así que mire...

P.: O sea, como un presidente dice usted.

R.L.: Está todo el espectro cubierto.

P.: Así que ¿no le extrañaría la función?

R.L.: No.

P.:
¿No?

R.L.: No, ciertamente no.

P.:
Yo pensaba que usted le daba una dimensión intelectual, profesional. Obviamente afectiva sí, porque uno pone...

R.L.: Sí, claro, eso es distinto... pero desde el punto de vista del trabajo de fondo, no hay diferencia.

P.: ¿Sería de delegar, de hacer reuniones de gabinete o no hablar?

R.L.: No, no, hacer reunionesde gabinete, no le quepa duda...

P.: ¿Sí?

R.L.: Los colegas tienen que saber en qué está cada uno, por lo menos, en términos informativos y después es trabajar en equipo. Yo siempre he trabajado en equipo, con mucha gente joven.

P.: Ah, ¿sí?

R.L.: Mire, el equipo que negoció la deuda, bueno... lo dirigía yo, el segundo era el secretario de Finanzas que está en los 50 y el resto era gente de los tempranos 30, entre 32 y 34 años.

P.: ¿Usted maneja todo? ¿ Usted decide todo, es el último que decide?

R.L.: Sí, por supuesto (...).

P.:
¿Está preparado para la traición?

R.L.: Es una palabra demasiado fuerte. Hay pequeñas cositas, cada uno...

P.: Está bien, no le gustan las palabras fuertes.

R.L.: Es demasiado...

P.:
¿Cómo haría usted con su ministro de Economía?

R.L.: Ah, no... hablaría como con todos los ministros, obviamente conociendo un poco más el paño desde adentro. Sería un poco más difícil que me hagan algún cuento, digamos.

P.: Por eso digo, ¿sería difícil para él?

R.L.: Seguramente.

P.:
¿Ya lo pensó, quién puede ser? No digo que me lo diga.

R.L.: No, sí, sí, por supuesto, primero porque está trabajando en los equipos por supuesto
(...).

P.:
¿Podemos ir un poquito a lo ideológico, más allá de lo de Blumberg, digamos? ¿Es verdad que le causa escozor (yo hablo brutalmente, son palabras) el tema de la derecha ideológica?

R.L.: No, no es un problema solamente de ideologías. A ver, las recetas de la derecha en los últimos 30 años de la Argentina, se han expresado un número muy largo de años. Primero a través de gobiernos militares y después a través de gobiernos electos y los resultados han sido malos. Digo... ¿Cómo llegamos a estos niveles de pobreza de nuestra población, a este ingreso de la droga en la familia, a esta desarticulación familiar, a los conflictos en la escuela? Llegamos por la aplicación de políticas muy inclinadas, a veces a tomar consejos del exterior sin darse cuenta que no son válidos a lo mejor para el país. Esta vez salimos y salimos solos. Salimos levantando la autoestima de los argentinos y esto es fundamental en términos de futuro. Por eso cuando alguien trata de disminuir lo que se hizo le digo, cuidado... porque lo que están tratando es golpear nuevamente la propia estima que los argentinos tenemos de nosotros.

P.: ¿Quiénes?

R.L.: Y, la derecha... la derecha siempre inventa alguna cosa.

P.: ¿A quién pone usted hoy en la derecha?

R.L.: No importa.

P.:
¿La derecha política o...?

R.L.: Por ejemplo, la derecha económica es la que quiere un dólar a 2,20. Si usted tuviera un dólar a 2,20, volvería a tener 20% de desempleo, la industria, el campo y demás no estarían trabajando en los niveles que están trabajando. Bueno, esas son cosas centrales.

P.: De la derecha económica estamos hablando. No estamos hablando ni de golpe, ni de lo que dice el Presidente... sino de los que quieren volver.

R.L.: No, no, sobre todo la derecha económica que es la que le va a venir a decir que hay que arancelar las universidades, que hay que arancelar la salud, que hay que echar tantos empleados públicos. No es ese el problema central.

P.: ¿Y cómo se entiende que usted lo haya recibido a Blumberg en ese sentido?

R.L.: No, no, son cosas distintas.

P.: Pero Blumberg es la derecha.

R.L.: No sé, eso lo dicen ustedes... algunos lo dicen.

P.: Tiene razón, yo hablo como periodista.R.L.: Mire, primero que nada uno no tiene que tener miedo a ningún diálogo cuando es traslúcido, público, como fue éste... sin ninguna duda.

P.: Sí.

R.L.: Lo cual no significa que uno tenga que coincidir. Yo le dije a Blumberg lo mismo que dije hace 15 días o 20 cuando él lanzó la iniciativa. Es una iniciativa inviable porque está formulada mal, confusamente, no se sabe quién forma parte de la iniciativa, no se sabe en concepto de qué cada cual se sentaría en esa mesa. Si se quiere hablar de problemas de Estado, el gobierno también tiene que estar. No se puede hablar de problemasde Estado y...

P.:
Fuera de 8 o 9% de crecimiento ¿usted le ve algún valor a este gobierno o está arrepentido de haberlo integrado?

R.L.: No, en absoluto. Creo sí, como lo dije en más de una oportunidad, que a partir de noviembre de 2005, después de las elecciones, hubo una interpretación incorrecta. Creyeron que recibían un cheque en blanco...

P.: Eso me lo dijo usted.

R.L.: Bueno, yo se lo dije la vez pasada.

P.: ¿Sigue pensando así?

R.L.: Entonces a partir de ahí se fueron desviando y se están haciendo cosas que no se hicieron en los primeros 2 años y medio, malas cosas.

P.: ¿Por qué no se hicieron?

R.L.: Digo... se está haciendo lo de tomar un pedacito en aerolíneas, un pedacito de un aeropuerto. No hay que poner la plata ahí. Ahí en González Catán hay uno de los hospitales que está cerrado casi totalmente por falta de personal, por falta de médicos. ¿De qué hablamos? ¿Qué ganamos con tomar 5% de las aerolíneas? ¿Qué es eso?

P.: ¿Eso para qué se hace?

R.L.: Bueno, habría que preguntarlo. No tiene ninguna racionalidad. Es más, no son temas nuevos, son todos temas que se plantearon también al principio y en los cuales yo me opuse terminantemente. Se les dio curso ahora. Yo no hubiera aceptado firmar poner un capital absolutamente minoritario, en una empresa que está semidesarticulada, pregúntele a los viajeros a ver si hay algún horario que se respeta o cosa por el estilo ¿Cuál es el sentido?, no (...).

P.: A usted que le simpatiza el centroizquierda, obviamente ustedes, se ha definido como un gobierno de...

R.L.: Bueno ¿sabe lo que pasa? En todos lados hay cosas serias y cosas que no las son, a la derecha, en el centro y a la izquierda.

P.: Está muy bien eso.

R.L.: Hay una izquierda folclórica que juega al populismo y el populismo dura mientras usted tiene la billetera llena y hoy el superávit fiscal permite hacer alguna de estas cosas que son populismo barato, que no van a durar. Tal no van a durar que el propio gobierno dice, bueno... los precios máximos duran hasta diciembre de 2007, las tarifas hasta enero de 2008, dos meses después de las elecciones. Es oficial, lo han dicho los propios ministros.

P.: Sí.

R.L.: Bueno, ¿entonces?

P.:
¿Usted a Moreno no lo tendría nunca en el gabinete?

R.L.: No, seguramente.

P.:
Es la antítesis de lo que usted piensa (...).

R.L.: (...)

P.:
¿Por método o por objetivo?

R.L.: Ambas cosas.

P.:
¿Ninguna de esas cosas (...).

R.L.: El método de los preciosmáximos es un engaño, punto. Es un engaño, pero eso lo sabe la población (...).

P.: ¿Cómo va a hacer para ganarle un candidato a ese Presidente que está instalado, con tanta fuerza en los medios? ¿Qué le falta a usted para eso?

R.L.: Más que decir lo que me falta, yo le digo lo que yo tengo. Yo tengo hoy una experiencia de gobierno como la que hablábamos hoy, en condiciones excepcionalmente graves tanto en el plano local como en el plano internacional, tengo equipos y programas actualizados a la realidad argentina hoy. Esto es lo que trataré de explicar. Esto es lo que trataré que llegue a la gente. No es fácil, a veces la prensa...

P.: Ah, dígame. Iba a preguntar eso, su relación con los medios.

R.L.: El otro día leía un artículode (Ricardo) Kirschbaum,donde decía... hacía una crítica a la prensa americana que había apoyado sin críticas la Guerra de Irak y que recién ahora está cumpliendo su papel crítico. Y viendo ese artículo decía, a lo mejor eso también hay que aplicarlo a la Argentina... no sea cosa que ahora todos hacen facilismo sobre la ola de que el gobierno tiene poder y dentro de 4 o 5 años alguien diga... la prensa argentina no cumplió con... Por supuesto no son todos iguales.

P.: ¿Usted no le ve un rol crítico hoy a la prensa en general?

R.L.: Veo que hay conexiones muy fuertes con el gobierno. El presupuesto en publicidad del gobierno ha subido más de 100%, o sea más que duplicado y bueno... eso en algunos lugares tiene su efecto ¿no? Esto es así (...).

P.: Lo último que le pregunto, la revisión histórica, «Isabel» presa, Alfonsín testigo, todo esto ¿Qué es? desde adentro quiero que me lo cuente.

R.L.: Desde adentro, la verdad si la justicia tiene que actuar que actúe por cierto, pero ¿sabe qué? A mí me suena como distracción. A mí me gustaría que me dijeran qué pasó con Sayago, el policía que masacraron en Santa Cruz, me gustaría que me dijeran qué pasa con López desaparecido ya hace muchos meses, me gustaría que me dijeran cómo es este papelón... este falso desaparecido Geres...

P.: ¿Usted cree que es falso?

R.L.: Lo dicen los fiscales, no lo digo yo.

P.: Sí, dudan.

R.L.: Me gustaría... en lugar de hablar de algo de 35 o 40 años para atrás ¿Por qué no nos dicen eso?

P.: Pero ¿Por qué? ¿No lo ve real, no lo ve realista eso? Por qué no le explica, por favor, al televidente... yo soy bastante más ingenuo de lo que parezco. Sé que tengo la inteligencia de la calle, pero...

R.L.: ¿Le tengo que creer?

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