5 de noviembre 2023 - 00:00

Más allá de las drogas: una mirada integral y crítica sobre la negación de sus efectos

Este articulo busca resaltar la necesidad de superar las visiones reduccionistas y subjetivistas de la llamada "desustancialización" de los consumos problemáticos de drogas.

Se debe retomar los caminos de la prevención del consumo de drogas.

Se debe retomar los caminos de la prevención del consumo de drogas.

Una posición ideológica y simplista, que busca negar o desvirtuar los efectos psicoactivos y tóxicos del consumo de drogas ilícitas. Mirada actual, que predomina en el debate público sobre este tema.

El articulo propone abordar estos hábitos toxicómanos desde una perspectiva que considere los aspectos biológicos, psicológicos y sociales que intervienen en el fenómeno, pretendiendo generar una reflexión más profunda y humana sobre sus perjuicios en la salud, los daños sanitarios que provocan en las poblaciones de mayor vulnerabilidad y las políticas públicas que se requieren para prevenir los riesgos y reducir los daños sociales asociados, la salud mental y física, el abandono escolar y delincuencia entre otros.

Los consumos problemáticos de sustancias son una realidad compleja y multidimensional que afecta a millones de personas en el mundo. Sin embargo, es llamativo, la forma en que el debate público sobre este tema suele estar dominado por visiones subjetivas, reduccionistas, simplistas, moralistas y estigmatizantes que ignoran o minimizan los factores sociales, económicos, culturales y políticos que influyen en el fenómeno. Reduciendo el problema a una mera cuestión de elección individual, de falta de voluntad o de enfermedad, sin tener en cuenta el contexto y las condiciones de vida de las personas que consumen.

Esta desustancialización del debate impide abordar esta problemática, desde una perspectiva integral, que reconozca la diversidad de sustancias, de efectos, de motivaciones, de trayectorias y de consecuencias que existen. Además, relativiza o niega los efectos psicoactivos y tóxicos de las drogas y los daños sanitarios que generan en las poblaciones de mayor vulnerabilidad, que son las más expuestas a las condiciones de riesgo y exclusión social.

Los efectos psicoactivos y tóxicos de las drogas dependen no solo de la sustancia en sí, sino también de la dosis, la vía de administración, la frecuencia, la combinación con otras drogas, el estado físico y psicológico del usuario y el entorno en el que se consume. Algunos efectos pueden percibirse como placenteros, como la euforia, la relajación, la estimulación o la alteración de la percepción. Otros como desagradables o peligrosos, como la ansiedad, la paranoia, la depresión, la psicosis, la sobredosis o la adicción.

Los daños sanitarios que pueden derivar del consumo problemático de sustancias son variados y pueden afectar tanto a nivel físico como mental. Algunos ejemplos son: enfermedades infecciosas (como el VIH, la hepatitis o la tuberculosis), problemas respiratorios, cardiovasculares, hepáticos, renales o neurológicos, trastornos del sueño, del apetito o del ánimo, deterioro cognitivo o emocional, aislamiento social o violencia.

Estos efectos y daños se agravan en las poblaciones de mayor vulnerabilidad, que suelen tener un acceso limitado o nulo a los servicios de salud, educación, trabajo, vivienda o justicia. Estas poblaciones también están expuestas a situaciones de pobreza, marginalidad, discriminación o violencia estructural que afectan su calidad de vida y sus posibilidades de desarrollo. Así, el consumo problemático de sustancias se convierte en una forma de escape, de resistencia o de búsqueda de sentido ante una realidad hostil e injusta.

Por lo tanto, es necesario cuestionar el idealismo que propone la desustancialización del debate de los consumos problemáticos de sustancias y promover un enfoque más amplio y humano que considere los aspectos biológicos, psicológicos y sociales del fenómeno.

Corriendo de escena la capacidad de daño que tienen las drogas, podría contribuir a disminuir aún más la percepción del riesgo que gira en torno a los consumos problemáticos, pudiéndose gestar así, contextos políticos afines al narcomercado y a la venta indiscriminada de distintos tipos de sustancias, que sean perjudiciales para la salud individual y sanitaria.

Considero necesario, retomar los caminos de la prevención del consumo de drogas, sumar al estado, a los colegios, familias, clubes y demás instituciones socializadoras para advertir acerca de los riesgos que tienen para la salud los hábitos toxicómanos. Así se podrá generar un círculo virtuoso con políticas públicas más efectivas y respetuosas de los derechos humanos que prevengan los riesgos y reduzcan los daños asociados al consumo problemático de sustancias.

“Toda forma de adicción es mala, sin importar si el narcótico es alcohol, morfina o el idealismo", Carl Gustav Jung.

Licenciado - Psicólogo – Docente Universitario – Presidente de CIMACUP

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