9 de septiembre 2023 - 00:00

Salarios más bajos: el contenido esencial de la dolarización

La dolarización, es decir, la introducción del dólar como dinero de curso legal, es planteada como solución al proceso inflacionario, para brindar "estabilidad".

Si los procesos altamente inflacionarios implicaran incrementos del salario real, no generarían rechazo en la mayoría de la sociedad, a pesar de otros problemas que originan. Pero su consecuencia es un fuerte deterioro salarial.
Si los procesos altamente inflacionarios implicaran incrementos del salario real, no generarían rechazo en la mayoría de la sociedad, a pesar de otros problemas que originan. Pero su consecuencia es un fuerte deterioro salarial.

Si los procesos altamente inflacionarios implicaran incrementos del salario real, no generarían rechazo en la mayoría de la sociedad, a pesar de otros problemas que originan. Pero su consecuencia es un fuerte deterioro salarial.

La dolarización, es decir, la introducción del dólar como dinero de curso legal, es planteada como solución al proceso inflacionario, para brindar “estabilidad”.

Las ideas de dolarización de la economía argentina fueron marginales hasta 1976, momento en el que se produjo un salto cualitativo en la internalización y expansión del dólar en distintos espacios de la economía local, en particular en lo que respecta a la compra de viviendas y como instrumento de ahorro socialmente extendido. Precisamente a partir de esta etapa, comenzaron a generarse procesos altamente inflacionarios en Argentina, debido a las devaluaciones abruptas del peso respecto al dólar.

A continuación, se hará un análisis de las consecuencias esenciales de la dolarización.

Reducción salarial e incautación de ahorros

Como se experimenta de manera cotidiana, si sube de manera significativa el tipo de cambio, o sea, el precio en pesos del dólar, la consecuencia es un aumento generalizado de los precios. Pero el salario no sube “automáticamente” ni en la misma magnitud que el resto de los precios. Esto deteriora el poder adquisitivo de salarios y jubilaciones.

Al momento de dolarizar, se cambiarían los pesos existentes por dólares. Pero no un peso por un dólar, como mucha gente imagina. La relación de cambio de pesos por dólares dependería de la variante concreta de dolarización que se adopte y de la cantidad de pesos y dólares disponibles en la economía. El tipo de cambio surgiría de enfrentar los pesos con los dólares (cantidad de pesos dividida cantidad de dólares).

En el momento en el que se dolarizara, precios y salarios adquirirían el valor que tienen en pesos al momento de dolarizar, pero expresado en dólares. Por lo tanto, los mismos salarios comprarían menos bienes y servicios que antes de la devaluación, antesala obligada de la dolarización.

Además, la dolarización no puede eliminar la inflación porque Estados Unidos tiene inflación, aunque mucho menor que la de Argentina. Además, al subir los precios de productos estadounidenses o de otras naciones que Argentina importa, subirían en nuestro país.

Otra consecuencia de la propuesta es la incautación de ahorros. Para que inicialmente el tipo de cambio no sea tan alto, se incautarían ahorros (“plan bonex”) para que estos pesos no se enfrenten con los dólares.

Otra forma de que el tipo de cambio no sea tan elevado es con el ingreso de dólares, fundamentalmente mediante más deuda externa y venta de empresas públicas. Si se tomara más deuda, la economía se reduciría cuando tenga que pagarse, eliminando puestos de trabajo.

Milei también propone privatizar YPF, el principal actor en Vaca Muerta. Así, se pagarían precios más elevados de la energía en Argentina porque se vendería a precio internacional y la tendencia sería a que las ganancias en dólares salgan del país.

Al no poder emitir dinero nacional, el Banco Central no podría asistir a bancos privados ante una demanda simultánea y expandida de depósitos, por lo que el sistema presentaría riesgo de insolvencia. Ante una situación similar, en nuestro país en 2001 no se permitieron sacar dólares.

Cierre de empresas, desempleo y limitación de políticas públicas

Argentina no podría responder ante devaluaciones de otros países como China y Brasil ajustando su tipo de cambio, y se abaratarían sus productos, encareciendo los locales.

De acuerdo las propuestas de Milei y Bullrich, se abrirían las importaciones, por lo que muchos productos extranjeros serían más baratos que los nacionales. Esto haría que fundan miles de empresas y se pierdan millones de puestos de trabajo.

La pérdida del dinero nacional implica perder la capacidad de influencia en la política cambiaria y también en la monetaria al no poder influir sobre la cantidad de dinero y las tasas de interés. A modo de ejemplo, las consecuencias económicas de la pandemia de la no fueron perores porque el Estado intervino emitiendo dinero para que pudieran pagarse sueldos del sector privado (ATP) e ingresos familiares (IFE) para quienes no tuvieran empleo.

Las propuestas de Milei y Bullrich

La propuesta de Milei consiste en la eliminación del peso y la imposición del dólar como dinero de curso legal. Bullrich sostiene: “Estamos trabajando en un sistema bimonetario. La decisión es sacar el cepo cambiario al dólar lo más rápido posible”. Su propuesta reside en la institucionalización y el enraizamiento del dólar en la economía, profundizando la tendencia de dolarización despesificadora o economía bimonetaria.

Ambas son propuestas de dolarización y dar marcha atrás sería difícil porque implicaría un nuevo y brusco reacomodamiento de precios que perjudicaría nuevamente a quienes viven de salarios y jubilaciones.

El problema no es el dinero argentino sino la estructura productiva del país en comparación con la Estados Unidos y otras naciones. El tipo de cambio real o relación entre dineros nacionales es en esencia una relación de productividades expresada como tasa de intercambio de unidades monetarias. De manera simplificada, si un país A produce el doble de cantidad del mismo producto que el país B en el mismo tiempo, el poder de compra en términos internacionales de la unidad monetaria del país A duplica a la del país B.

La única forma de lograr competitividad internacional es incrementando la productividad. Así, podría lograrse un proceso de crecimiento, sin inflación elevada y con aumento de salarios. Para esto, es necesario un proceso de industrialización y una participación más profunda del Estado en la economía. Todos aspectos que la dolarización impediría.

Economista UBA-UNdAv.

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