11 de mayo 2025 - 00:00

Volver a la planificación para el desarrollo

El autor propone volver a la planificación de la economía, con un rol central del Estado. Lo considera central para fomentar el crecimiento y reducir la indigencia y pobreza.

El autor propone volver a desarrollar la economía a partir de la planificación.

El autor propone volver a desarrollar la economía a partir de la planificación.

La mirada convencional de la economía no hace distingos entre lo que es crecimiento y desarrollo. Crecimiento implica un aumento del producto en una economía, sin necesariamente ningún cambio estructural. Desarrollo implica un proceso de crecimiento, pero supone un cambio cualitativo en la estructura económica y social para hacerla más sustentable y equitativa.

El concepto de desarrollo se destacó luego de la segunda guerra mundial. Fue un proceso que implementó el peronismo en Argentina y otros movimientos nacionales y populares en la región y luego sistematizado por la CEPAL. El desarrollo incluía un proceso de sustitución de importaciones y una industrialización orientada por el Estado para aumentar el empleo, mejorar las condiciones de vida y evitar crisis de sector externa derivadas del deterioro de los términos de intercambio (caída de los precios de los bienes primarios en relación a bienes con mayor componente tecnológico)

Luego el “desarrollismo cepalino” se divide en dos vertientes de la corriente principal: Un desarrollismo al estilo del frondicismo en Argentina o el gobierno de Kubitschek en Brasil, que promueven una modernización asociada a la atracción de inversiones extranjeras y predominio del capital privado y la teoría de la dependencia que pone foco en la dependencia externa como un producto de relaciones de subordinación tecnológica, productiva y financiera entre metrópolis y satélites que derivan en un dualismo, economías de enclave modernas asociadas a productos exportables que conviven con una economía atrasada que reproduce patrones de subdesarrollo.

Desde los años 40 y hasta los años 70, el desarrollo y la industrialización son un proceso global donde el Estado establece planes plurianuales con metas y objetivos, que permiten evitar cuellos de botella y restricciones externas.

La mayoría de los países del mundo tenían diversos tipos de planificación plurianual. En la URSS y China una planificación rígida y centralizada. En países europeos como Francia existía una “planificación indicativa”. Existían modelos intermedios como Suecia y la ex Yugoslavia. Un caso muy exitoso fue Corea del Sur que desde 1962 a 1991 hizo 6 Planes Quinquenales que lo transformaron de un país agrario a ser una potencia industrial. En el caso de China de ser un país subdesarrollado a ser una de las dos superpotencias hegemónicas en la actualidad.

En Argentina los dos primeros gobiernos peronistas formularon dos planes quinquenales. Los planes eran estrategias consistentes, tanto de desarrollo sectorial (agro, industria, servicios) y regional/provincial/municipal. El libro Justa Libre y Soberana, retrata como las políticas nacionales del primer peronismo generaban una integración federal y social en todo el país con programas de corto, mediano y largo plazo para aumentar la producción y la equidad social.

Juan Domingo Perón
En Argentina los dos primeros gobiernos peronistas formularon dos planes quinquenales.

En Argentina los dos primeros gobiernos peronistas formularon dos planes quinquenales.

La mirada planificadora siguió en Argentina desde fines de los años 50, se creó el Consejo Nacional de Desarrollo (CONADE) con el frondicismo, el Gobierno de Illia formuló un Plan Quinquenal (1965-1969) interrumpido por el Golpe de 1966. No obstante, la planificación continuó durante la denominada “Revolución Argentina” de 1966-1973. Cuando Perón regresa al Gobierno lanza el Plan Trienal 1974-1977, que ingresó en crisis con el shock petrolero de 1974, que desembocó en el rodrigazo.

El golpe militar de 1976 pone fin a treinta años de un Estado que intentó con aciertos y errores, discontinuidades y diferencias, derivadas de políticas económicas muy diferentes, pero con un hilo conductor la necesidad de un Estado orientador y una visión de política económica que exceda la coyuntura. Tanto en Argentina como en el mundo se vivieron 30 años dorados de crecimiento, con relativa estabilidad, modernización en la infraestructura, bajísimo desempleo, acceso de los sectores populares a una vivienda digna y al consumo necesario en el marco de una mejora en la distribución de la riqueza.

Así luego de 1976 se pierde en Argentina el concepto de planificación y el concepto de desarrollo. En el mundo y en Argentina se suceden diversas crisis, con bajo crecimiento y mayor desigualdad. En Argentina se degradan los bienes públicos (salud, educación, seguridad) en paralelo a una desindustrialización y creciente desempleo.

La pobreza y la indigencia que a mediados de los años 70 habían descendido a niveles mínimos, crecen significativamente en los 25 años siguientes (1976-2001), cuando imperaron visiones carentes de objetivos de desarrollo y el Estado orientador se batió en retirada. Los países que continuaron una estrategia de desarrollo pudieron surfear las crisis y modernizar su economía con mayor equidad. Corea se transformó con la planificación en lo que Argentina no pudo ser.

El Banco Mundial promovía la “teoría del derrame”, que sostenía que el crecimiento ligado a las ganancias de los sectores mas pudientes “derramaría hacia abajo” en forma automática. El mero crecimiento beneficiaría a todos. Las políticas de los años 90 demostraron que el endeudamiento financiero era la contractara del “default social y productivo”. Asistimos a algunos años de crecimiento ligados a un aumento en el precio de los “commodities exportables” o a ingreso de capital especulativo, seguidos de años de recesión y crisis cuando ocurría un shock externo o el endeudamiento se tornaba inviable. Los ciclos de “stop and go”.

¿Por qué es importante la planificación?

No solo los Estados, las empresas planifican. Tienen planes estratégicos. Un estado que planifica coordina expectativas de producción y consumo para evitar presiones inflacionarias o desabastecimiento de productos y desarrolla condiciones para el despliegue de un sector privado nacional con posibilidad de generar trabajo y tener una rentabilidad razonable.

Veamos algunos ejemplos de la planificación del sector público; por ejemplo implica desarrollar infraestructura de transporte para abaratar la circulación de personas y mercancías y potenciar economías regionales, permite prever necesidades de oferta energética para abastecer la demanda, generar logística para el desarrollo de polos productivos, planes de vivienda para fomentar la construcción y evitar el déficit habitacional, realizar obras públicas para que los ciudadanos tengan cloacas y acceso al agua potable, formar científicos y técnicos para que el sector privado tenga mano de obra calificada, planear la construcción de infraestructura de salud y educación para garantizar la radicación de personas en diversas regiones.

La planificación implica lograr que no haya cuellos de botella en el sector productivo para evitar ni escases de insumos o productos ni presiones inflacionarias, además de sustituir ciertas importaciones, promoviendo exportaciones con valor agregado para evitar estrangulamientos externos como los que vive Argentina en forma cíclica.

Obviamente que la planificación en Argentina fue insuficiente e inconsistente, generando abusos como ocurrió con el BANADE y con diversos subsidios y mecanismos proteccionistas que deslegitimaron el accionar del Estado, pero la ausencia de planificación pública profundizó brechas estructurales y sociales que derivaron en inflación, devaluación, endeudamiento, default, cepo, corralito, pesificación, fuga de capitales, controles insostenibles, bajas de salarios, cierres de empresas que derivaron en un retroceso productivo y social. Una planificación racional permite el desarrollo con equidad, único camino para evitar las crisis.

Formosa_Laguna_Oca 1.jpg

¿Puede el Estado Argentino planificar?: El ejemplo de Formosa

A pesar de que, en la mitad de los últimos 35 años, la Argentina tuvo políticas que implicaron desarticulación productiva, social y de bienes públicos, unas pocas provincias como Formosa, Santiago del Estero y San Luis que pudieron sostener en condiciones adversas políticas de desarrollo. Un caso paradigmático es el de Formosa, una provincia que pudo salir del atraso en los últimos 30 años.

El “Modelo Formoseño” se fortaleció luego de la Reparación Histórica de 2003 con diversos planes estratégicos de desarrollo. En 2008 se presentó el Plan Formosa 2015 y luego fueron sucedidos por distintos planes estratégicos de desarrollo.

El Gobierno de Formosa ha efectuado una regionalización del territorio provincial a partir de la delimitación de ocho regiones productivas homogéneas. Esta regionalización se utiliza para el diseño de políticas productivas diferenciadas al interior de la provincia, con el objetivo de promover el desarrollo productivo, teniendo en cuenta las características particulares de cada zona.

Los planes incluyen y combinan iniciativas de carácter productivo y social, incluyendo el desarrollo de la salud y la educación con la ciencia y tecnología e infraestructura, además de turismo y recreación. Todo se traza con una visión de desarrollo de todos los departamentos de la provincia con una visión humanista de equidad social y sustentabilidad ambiental. Destaco tres programas surgido de dichos planes:

  • Fondo Fiduciario y Programa denominado FONTEX

Por medio de este, se impulsa una política orientada a la sustitución de importaciones para la fabricación a nivel local de productos y elementos textiles con cada vez mayor valor agregado, y su consiguiente beneficio social en la generación de empleo. Dentro del programa, se cuenta con un taller principal ubicado en el Parque Industrial Formosa, y varios talleres distribuidos en el interior provincial, que abastecen en un programa de “compre provincial” de prendas al sector salud, educación, seguridad y a programas deportivos. El programa capacita a cooperativa de trabajadores y los prové de máquinas de coser.

  • Laboratorio de Especialidades Médicas de Formosa (LAFORMED).

Es una empresa bajo control provincial especializada en la fabricación de insumos medicinales y domisanitarios destinados a hospitales públicos y centros de salud de la provincia. También el laboratorio produce diversos medicamentos, alimentación parenteral según las necesidades de cada bebé prematuro, productos sanitarios, además de desinfectantes, repelentes, larvicidas e insecticidas.

  • Inclusión Digital

El Centro de Inclusión Digital “Eva Perón” de la ciudad de Formosa, tiene como principal objetivo cerrar la brecha digital existente en la población. Actualmente, brinda Internet a 15 barrios populares de la Ciudad de Formosa y brinda capacitaciones en materia digital.

Las instalaciones cuentan con tecnología de punta y un manejo sustentable de los recursos a través de la utilización de paneles de energía solar, algo que lo distingue en materia de infraestructura. Las tecnologías de la comunicación (que incluyen formación en telecomunicaciones, radio y TV) permiten a las personas desarrollar distintas capacidades tanto educativas como sociales y hasta laborales al vincular a la población entre sí, haciendo que el acceso a la conectividad, cierre una brecha digital (entre los que pueden tener conectividad y quienes no).

Además, de estas tres que destaco hay un conjunto de políticas de carácter productivo y social. Cito solo algunas de las políticas implementadas:

Producción

El Polo Científico, Tecnológico y de Innovación (PCTI) es un espacio para la innovación y el desarrollo, donde se radican empresas y proyectos de investigación. El Plan “Formosa Digital” ha conectado a más de 1620 puntos de la provincia con fibra óptica.

El Programa “Impulsar” que tiene como objetivo fortalecer el tejido empresarial local, brindando apoyo financiero a quienes son el motor de la economía provincial. A través de este fondo, se busca fomentar la sostenibilidad de los negocios, promoviendo así el desarrollo económico y social.

La provincia ha impulsado programas para fortalecer la producción y el empleo como el Programa de Acción Integral para Pequeños Productores Agropecuarios y el Fondo de Desarrollo Industrial y Pyme (FonDIP) y ha creado empresas como Alimentos Nutritivos de Formosa S.A.P.E.M.

Salud:

La provincia construyó una red de servicios de salud integral, con hospitales y con un centro de atención de alta complejidad como es el caso del Hospital de Alta Complejidad "Presidente Juan Domingo Perón", el Hospital Odontológico de Complejidad Integrada, el Hospital Interdistrital Evita y el Centro de Hemoterapia Ramón Carrillo.

Además, se han creado instituciones como el Instituto de Investigación, Asistencia y Prevención de las Adicciones (I.A.P.A.) y el Centro de Medicina Nuclear y Radioterapia “Néstor Kirchner”.

Acción Social

Se destaca el Plan Provincial Alimentario "NUTRIR" que brinda asistencia alimentaria a miles de familias, mientras que el Programa Soberanía Alimentaria Formoseña promueve la producción y comercialización de alimentos locales.

Educación

La provincia lleva construidas 1.913 unidades educativas, alcanzando un total histórico de 1.505 establecimientos inaugurados.

Formosa desarrolló instituciones educativas de instrucción superior como el Instituto Universitario de Formosa (IUF), el Instituto Pedagógico Provincial y la Universidad Provincial de Laguna Blanca (UPLaB)

Sustentabilidad Ambiental

El Centro de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU) es un ejemplo de gestión ambiental sostenible, que ha generado empleo y mejorado la calidad de vida de la población.

Resultados obtenidos por Formosa

Los resultados de la planificación provincial son concretos y contundentes. Formosa obtuvo este año los mejores resultados del país en las Pruebas Aprender en lectura casi duplicando el promedio del país. La prioridad en la educación se reflejó en que la Provincia se hizo cargo de parte de los salarios docentes que dejó de financiar el Gobierno Nacional.

Según datos del INDEC Formosa tuvo en el cuarto trimestre de 2024 la menor tasa de desocupación del nordeste del país (1,7%) y la tercera más baja del país solo por el aglomerado urbano de Viedma/Carmen de Patagones y Santiago del Estero/La Banda. Desempleo en descenso y en la misma posición que trimestres anteriores.

La contracara del desarrollo es que a diciembre de 2024 la Provincia de Formosa es la tercera con menor endeudamiento del país, luego de San Luis y Santa Cruz. Los equilibrios financieros se garantizan con desarrollo no con planes de ajuste.

Hacia una planificación nacional superadora

La confrontación que promueve el Gobierno Nacional es una suerte de “hipergrieta violenta” que solo puede agravar los problemas económicos y sociales. Es necesario recuperar una cultura de convivencia y de promoción de una serie de políticas de Estado con un amplio consenso.

Un gobierno que pretenda mejorar la vida de los argentinos, sea mas conservador o mas popular, mas de izquierda o de derecha, pero con sentido nacional, debe plantear una propuesta clara que empalme en un plan de corto, mediano y largo plazo, estabilización y desarrollo. Pensar la Argentina de los próximos 30 años.

Se necesita volver a planes cuatrienales con metas de desarrollo económico y social para eliminar la indigencia, reducir la pobreza, promover una estructura productiva diversificada, desarrollar la infraestructura, promover el desarrollo regional, implementar planes de vivienda, fomentar la investigación científica y tecnológica, recuperar la educación y la salud y generar programas de competitividad que garanticen un crecimiento de exportaciones con valor agregado, desandando una apertura importadora a contramano de la actual tendencia global. Claramente es imprescindible volver a articular en el Mercosur un espacio económico integrado que permita tener escala para poder competir en este mundo de guerra de bloques, evitando subordinación a cualquier potencia hegemónica.

El peronismo tiene una gran responsabilidad: volver a plantear un Plan de Desarrollo, con propuestas articuladas y consistentes, alejadas de meras consignas o propuestas no sistematizadas a nivel de programas. Un plan con un rumbo claro, luego de tantos años de zigzagueos coyunturales.

Desde Formosa hay un ejemplo de que se puede construir en Argentina, obviamente adaptadas a una dimensión nacional, políticas públicas consistentes que concilien equilibrios macro, desarrollo productivo y una mejora en la equidad social, para salir de este péndulo trágico de décadas entre ausencia de políticas de Estado o de algunas iniciativas loables que no puedan sostenerse en el tiempo, en ambos casos, políticas pendulares que desembocaron en crisis. La planificación racional con una visión nacional y humanista es poder salir por arriba del laberinto.

Dejá tu comentario

Te puede interesar