Ovacionado por Daniel Scioli, el ex presidente Raúl Alfonsín fue declarado ayer ciudadano ilustre de la provincia de Buenos Aires. El radical ofreció un discurso en la Legislatura donde habló de la «democracia formal y la real» y, en medio del conflicto agrario, advirtió que confundirlas es como no distinguir entre «la vida y la muerte».
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Fue aplaudido largamente en esta alusión a la actitud del gobierno de no negociar con la oposición, algo de lo cual es acusado en el marco de la crisis del campo.
La Legislatura bonaerense distinguió a Alfonsín por «su aporte permanente en favor de la democracia, su defensa irrenunciable a la lucha por los derechos humanos y su compromiso inclaudicable en pos de un país mejor». Fue durante la sesión que realizó ayer por la tarde la Cámara de Diputados provincial, que sancionó por unanimidad el proyecto de ley que había sido aprobado la semana pasada en el Senado.
Alfonsín se mostró emocionado por el homenaje y recordó con «melancolía que hacía 50 años había llegado a ese mismo recinto como diputado provincial». «El espíritu que reinó hoy en este recinto, uno aspira a que pueda regir el accionar de los argentinos en todas sus acciones», sostuvo Alfonsín durante la ceremonia en una clara exhortación a la unidad de los argentinos en medio de la pelea del gobierno nacional y el campo.
La sesión fue seguida por legisladores de todas las bancadas, el vicegobernador Alberto Balestrini y dirigentes radicales como Leopoldo Moreau y Federico Storani, además de familiares de Alfonsín, entre ellos, su hijo Ricardo.
También estuvo presente el intendente radical K Gustavo Posse, y se leyó una adhesión del vicepresidente Julio Cobos.
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