Enviado especial - Tras ganar las elecciones el domingo por casi 10 puntos de diferencia, Alfredo Cornejo vivió este lunes su primera jornada como gobernador electo de Mendoza, convirtiéndose en el primer exmandatario que vuelve al poder en la provincia desde el regreso de la democracia en 1983.
Alfredo Cornejo: "Es mejor un cambio seguro que un salto al vacío para probar"
El gobernador electo de Mendoza dialogó con los medios luego de ganar los comicios. Advirtió por Javier Milei y llamó a votar a Patricia Bullrich. "Los gobernadores tienen que hacer valer su federalismo", dijo.
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En una rueda de prensa ofrecida en la residencia oficial, Cornejo habló sobre distintos aspectos de la actualidad nacional y provincial, analizó las perspectivas de cara a las presidenciales de octubre y repasó algunas de las aristas de su próxima gestión.
Periodista: Es el primer gobernador de Mendoza en volver al poder. ¿Cómo se siente al respecto?
Alfredo Cornejo: El poder en Mendoza está bastante acotado. Nadie debe tener ningún temor. Menos en Mendoza. He sido electo nuevamente, no reelecto. En Mendoza hay instituciones. Esta Constitución que prohíbe la reelección data de 1916. A eso se le agrega que tiene cláusulas que no tienen otras constituciones. Tomar deuda requiere dos tercios de los votos. Rolear la deuda, también. Hay restricciones. Hay límites concretos al poder. Hay muchas cláusulas y muchas instituciones que hacen que haya un mayor control del poder político de la provincia. Lo que ocurre es que yo ejerzo la autoridad, que es una cosa que creo que debe hacerse en la Argentina y debe hacerse en la provincia.
P.: ¿Cómo se ejerce la autoridad sin caer en el autoritarismo?
A.C.: Autoritarismo es ejercicio de la autoridad no sujeto a leyes. En Mendoza hay leyes fuertes. Autoritarismo es no sujeto a leyes. Ejercer la autoridad sujeto a leyes no es autoritarismo. La autoridad no es un patrimonio de las autoridades. La autoridad es un patrimonio de la sociedad. Dicho todo esto, yo me siento orgulloso en lo personal, pero también creo que me pone muchas más obligaciones en el aquí y ahora. Ser electo nuevamente quedará en la historia y seguramente será un orgullo, pero creo que me pone muchas más obligaciones para los cuatro años de mandato.
P: En una provincia que tiene muy enquistada toda esta cuestión, ¿cómo explica haber conseguido un nuevo mandato?
A.C.: En la Argentina hay un deterioro social muy fuerte. Mendoza no es la excepción. Hay una bronca acumulada en la sociedad por los temas económicos. El metro cuadrado de las personas es demoledor con inflación alta, con devaluación de tu moneda y demás. No hay espacio para amor y sentimientos de afecto por un dirigente político. Hacer la lectura que es por amor, por afecto a un dirigente político, es erróneo. Hay una funcionalidad que para la etapa de Mendoza que viene: mejor una persona probada en el ejercicio de la autoridad y la administración que otra cosa.
P.: Quizás a nivel nacional esa persona busca exactamente lo contrario.
A.C.: Yo creo que la vara de Mendoza es más alta que la de la Nación. Ya hay un sistema institucional funcionando sin torpezas. Con sus más y con sus menos. Mendoza no es un cantón suizo, nadie está pensando eso. Es una casita bonita en un barrio que está feo. Es una casita bonita, digna, humilde, pero en un barrio que está feo. En ese contexto, mejor retener algo probado que otra cosa. No es afecto, no es amor, porque no podría serlo. Puesto en contexto, por eso yo digo peyorativamente.
P.: Pediste el voto para que Bullrich sea presidenta. ¿Creés que con este impulso se puede dar?
A.C.: No por mi apoyo. Yo creo que hay un concepto, que es mejor un cambio seguro con 10 gobernadores detrás que un salto al vacío para probar. Para probar a ver si esto funciona, que es la hipótesis Milei. Me parece que ese argumento y esa línea argumentativa es más fuerte que el apoyo personal mío. Esa línea es la que quiero fortalecer. Insisto: percibo que hasta en los votos de Milei hay una parte que le da miedo el salto al vacío. Me la estoy jugando pero todavía tengo más para perder de lo que he perdido.
P.: ¿Cree que las elecciones provinciales potencian eso?
A.C.: Sí. Primero, yo creo que cada elección es una elección aparte. Ya lo hemos probado en todos estos desdoblamientos. A medida que se va más abajo, el voto es más conservador. De los últimos 20 años, 16 ha gobernado el kirchnerismo y 4 JxC. Como la Argentina ha hecho sus experiencias, es obvio que esté buscando una tercera fuerza. En esta oportunidad, el azar lo puso a Milei, podría haber sido otro. Hay una conjunción: hay mayor tolerancia para ideas liberales de lo que había hace 10 años atrás. Lo veo positivo como tendencia. Que esté consolidado dependerá de la legitimidad del próximo gobierno.
P.: ¿En ese sentido no cree que el sello JxC ya quedó viejo?
A.C.: Es injusto evaluar. De los últimos 20 años, alrededor de 10, 12, el PBI es el mismo. De los últimos 20 años, JxC gobernó cuatro. Que la Argentina lo juzgue, la sociedad argentina, solo por 4 años, cuando en dos décadas no hemos podido crecer, también me parece injusto. Ahora, comprendo la del observador independiente; el ciudadano que en su metro cuadrado ve que no para de caer su poder adquisitivo, su capital social. El paso por el gobierno te desgasta. Yo creo que, si en menos de un año no aumenta el salario real, Milei también va a tener un problema mucho más grave, porque no va a tener quien se lo sostenga en el territorio.
P.: ¿Cómo ve la actualidad de JxC?
A.C.: La coalición ha crecido. Si uno mira la línea histórica, en el 2015 prácticamente ni se conocían los dirigentes. Se conformó ese gobierno con Alfonso Prat-Gay de Ministro de Economía, y se había arrimado al proyecto 5 meses antes. Estoy poniendo un ejemplo, no es personal con Alfonso. Pongo de ejemplo que el principal cargo sobre el que más expectativas vía de ese gobierno se incorporó 5 o 6 meses antes. Es una coalición que se fue conociendo en el ejercicio del poder. Ocho años después hemos hecho nuestra experiencia de convivencia en el bloque de diputados, en el bloque de senadores. En todos los equipos de Patricia, incluso en los de Horacio, están mezclados radicales con PRO. La interna del 2021 en la de senadores y diputados estaban mezclados radicales con PRO. La coalición está mucho más integrada de lo que estaba en el 2015.
P.: ¿Se arrepiente de las rispideces con Macri en su gobierno?
A.C.: No, no me arrepiento. La discusión sobre tarifas fue muy rica. Espero que entre sus autocríticas Mauricio comprenda esto. Después de que se fue Aranguren, el propio Macri hizo lo proponíamos. Cambió los incentivos y ya era tarde porque ya se había generado una expectativa negativa. Entonces el incentivo precios al principio, en vez del incentivo precios al final, terminó frustrando políticamente el proyecto y no le dio sostenibilidad en el tiempo. En ese momento, lo que llamó la atención era el gesto de la UCR de poner sobre la mesa una disonancia con una política.
P.: En un eventual balotaje Milei-Massa, ¿por quién votaría?
A.C.: Nunca me ha gustado elegir entre Frankenstein y Drácula. Prefiero esperar de las elecciones. Tengo mucha esperanza de que esas no van a ser las opciones. Creo que en cualquier escenario, inclusive el de Patricia presidente, que es el que anhelo,
P.: ¿Qué papel van a jugar los gobernadores en el futuro?
A.C.: Los gobernadores tienen que hacer valer su federalismo. No que cada uno saque su tajada personal, como fue ahora, sino en forma de proyecto. Hay varias provincias argentinas que, por su morfología económica, por sus sectores económicos, necesitan el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea. ¿Por qué no asociarse en función del crecimiento económico? No en función del ajuste. Yo prefiero que cambiemos esa dinámica, que vayamos a ver al país por cómo lo hacemos crecer.
P.: Cuyo va a tener tres gobernadores de JxC. ¿Van a actuar como bloque independientemente de quién sea presidente?
A.C.: Yo intentaría hacerlo. No te puedo responder con exactitud porque quisiera ver quién es el presidente. Las provincias tienen que tener una agenda de crecimiento en su relación con la Nación, no de ver cómo pasa unos pesos por debajo de la mesa, que es un poco la lógica con la que ha funcionado en el último tiempo.
P.: ¿Puede romperse JxC si no gana la elección?
A.C.: Sería un error. Ojalá que vayamos a la segunda vuelta porque creo que tenemos chance de ganarla, pero sería un error. Generaría un retroceso en la Argentina y no sería saludable para el país. La mayoría de los países, con zozobra por la aparición de populismos, terminan yéndose al centro. Nosotros podemos representar al centro.
P.: ¿Ve un escenario de hiperinflación o de estallido social?
A.C.: Hay un escenario de hiperinflación para el futuro. Mucha gente no se atrevía a decir esto, pero en las elecciones del 2021, con el "plan platita", Patricia y yo advertimos que en febrero o marzo iba a venir una escalada inflacionaria y vino una escalada inflacionaria. Fue originaria en septiembre, octubre del 2021. Hubo un despliegue como este que están haciendo ahora.
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