28 de septiembre 2007 - 00:00

CGT: tejen pacto contra Moyano

Luis Barrionuevo
Luis Barrionuevo
Como si aprovecharan que Hugo Moyano no estaba en la Capital -anduvo por Necochea, escoltando a Daniel Scioli- el amplio espectro de jerarcas sindicales que no se alinea con el camionero se reunió para dar la puntada inicial de un potencial pacto anti-Moyano.

Ocurrió ayer, al mediodía, en la sede de la UOCRA. Hasta allí llegaron, amparados por un secreto que duró poco, Andrés Rodríguez, Gerardo Martínez, Luis Barrionuevo, Roberto Fernández y la cúpula de los «gordos», encabezada por Armando Cavalieri.

Aunque hubiesen estado todo el tiempo en silencio -algo que no ocurrió- la sola junta de esos actores debería incomodar a Moyano. Y tendría razón: ayer se comenzó a cincelar una megaalianza para tratar de desplazar al camionero.

Por primera vez desde que estalló, en octubre de 2006, la crisis en la central obrera, todos los sectores que combaten o, al menos, no están alineados detrás de Moyano, se amontonaron para pergeñar una jugada común.

Pero el dato más poderoso no fue que se hayan sentado, a pesar de los recelos cruzados, Barrionuevo, los «líberos» Martínez y Rodríguez, y los «gordos» Cavalieri, Carlos West Ocampo, Oscar Lescano y José Pedraza, sino que haya estado Roberto Fernández, jefe de la UTA.

Se sabe: Fernández quedó al frente de ese gremio luego de que «cayó» Juan Manuel Palacios-, histórico socio de Moyano. Fernández tuvo más de un chispazo con el camionero -«ahora la UTA soy yo», le gritó una vez- y ayer terminó de tomar distancia.

Se trata, sin embargo, de un primer movimiento de tanteo que deberá superar algunas trabas antes de consolidarse. De hecho, aunque alejados de Moyano, hay visiones encontradas sobre cómo enfrentar el proceso.

  • Los «gordos», alejados de la CGT en 2005, insisten con «voltear» a Moyano. Dicen que deben esperar hasta mediados de 2008, cuando vence el mandato, para que en estos meses el «camionero» se agote y «pierda más poder».

  • Barrionuevo propone apurar la embestida. De hecho, la noche del miércoles reunió a 57 gremios, con los que luego de las elecciones de octubre planea iniciar un proceso para convocar a un Congreso de la CGT para elegir nuevas autoridades.

  • Los «líberos» Martínez-Rodríguez son partidarios de dejar que termine el mandato de Moyano, sin dejar institucionalmente la CGT, para preservar la central. Pura bondad que se fue difuminando del rostro de Rodríguez no sólo porque se mueve por los espasmos eléctricos que le manda Alberto Fernández sino porque días atrás, con el guiño de Moyano, un grupo de gremios desplazó a Carlos Quintana (UPCN bonaerense) de la conducción de la CGT regional de La Plata.
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