Chávez acompañó a Kirchner hasta el final

El caudillo esperó junto a la mandataria el féretro a los pies del avión.

Informe Sebastián D. Penelli (Enviado especial).- A Néstor Kirchner y Hugo Chávez los unía más que un cargo en común. Ambos ocuparon -en el caso del venezolano, aún en funciones- el Ejecutivo de sus respectivos países: también compartían una amistad, que quedó reflejada cuando el caudillo se hizo presente en Río Gallegos para brindar junto a Cristina de Kirchner, familiares y círculo íntimo el último adiós al ex presidente.

Chávez arribó al país el jueves a última hora de la tarde para asistir a las exequias de uno de sus "más grandes aliados y amigos" -como definió al ex presidente- en Casa Rosada. Allí participó junto a su par colombiano, Juan Manuel Santos, el brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva y el paraguayo Fernando Lugo del masivo funeral. Durante la mañana había sido el turno del mandatario ecuatoriano Rafael Correa, el uruguayo José "Pepe" Mujica, el boliviano Evo Morales y el chileno Sebastián Piñera.

Tras brindar sus condolencias a la Presidente y a sus hijos, permaneció en el país y el viernes, pasadas las 17 aterrizó en el aeropuerto de Río Gallegos junto a su comitiva para estar presente en el sepelio de los restos de Kirchner.

Más temprano, había viajado la custodia del venezolano para organizar la logística del viaje. Por la mañana se los podía ver en las afueras del aeropuerto. Se los distinguía por su oscura vestimenta y sus prendedores con los colores de la bandera venezolana. Todos llevaban una cinta de luto.

El avión de la Fuerza Aérea que trasladó el féretro con los restos de Kirchner y a la Presidente aterrizó a las 17.30 en suelo patagónico. Unos minutos antes había arribado Chávez acompañado por su hija y el canciller venezolano, Nicolás Maduro. En la pista de aterrizaje fueron recibidos por el gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta. El caudillo esperó junto a la mandataria el féretro a los pies del avión.

Los restos de Kirchner fueron llevados hasta el cementerio municipal de Río Gallegos acompañado por una caravana que incluyó una combi blanca en la que fue trasladado Chávez y su gente. El venezolano recorrió los 7 km que separan ambos puntos sentado del lado derecho del vehículo, saludando a la gente que se agolpaba para verlo. Personas de todas las edades y estratos parecían devolverle el gesto de su visita.

Junto a Cristina de Kirchner, familiares y funcionarios más cercanos participó de la ceremonia privada que se celebró en la capilla del cementerio. Fue el único mandatario que estuvo junto a Kirchner hasta el último momento.