Chubut: escándalo en elecciones para el Consejo de la Magistratura

Por un voto solo se impuso uno de los candidatos pero irregularidades en la mesa de Lago Puelo dispararon una denuncia del Colegio Público de Abogados de Esquel y una serie de sospechas sobre el Estudio Gerosa, un bufete influyente a nivel provincial que busca ocupar cargo clave en el organismo.

Javier Kadomoto.

La situación emuló la insólita votación que se realizó en la AFA donde el resultado terminó en un empate imposible. La elección del representante de los abogados de Esquel para ese estamento dentro del Consejo de la Magistratura de la provincia de Chubut quedó teñido de sospechas y hasta desató una denuncia por lo ocurrido en Lago Puelo por parte del Colegio Público de A bogados local. Como telón de fondo, la situación levantó nuevos resquemores hacia el Estudio Gerosa, conducido por Ricardo Gerosa Lewis, un poderoso e influyente bufete con intereses en el destino del órgano de selección y remoción de jueces a nivel local.

El pasado 1 de noviembre, el organismo que agrupa a los abogados matriculados de Esquel denunció, a partir de lo dispuesto por su directorio, “graves irregularidades” en el proceso de elección para el Consejo de la Magistratura, especialmente lo que ocurrió en Lago Puelo, el 29 de octubre pasado. Eso derivará en una investigación que se apoya en el informe presentado por Karen Kagerer, tras lo que se evaluó hacer la denuncia ante las autoridades y por vías legales.

Había solo dos mesas para escrutar entre los representantes de los abogados. El resultado devino en un triunfo para Javier Kadomoto que se impuso, por la mínima diferencia a su colega Mariano Jalon. Fue por 52 votos contra 51.

Pero lo más escandaloso ocurrió cuando se escrutó la mesa correspondiente a la localidad de Lago Puelo. Es que allí quedaron registrados la concurrencia a votar de 28 letrados, pero aparecieron 31 votos para contar. Esa fue la denuncia de algunos profesionales de Esquel que se encontraron con la sorpresa de que no solamente había dos votos de más, sino que además podrían ser determinantes para inclinar el resultado para quien ocupe el estratégico escaño por los abogados en el Consejo de la Magistratura, cuya actuación siempre fue monitoreada por Gerosa en lo que hace, no solo a la selección de magistrados, sino también a la protección de aquellos que son evaluados en términos disciplinarios.

La mesa de Lago Puelo quedó en el ojo de la tormenta a partir de una serie de irregularidades detalladas en el informe que recorrió el Colegio Público de Abogados local.

Tanto el padrón, los sobres y la propia urna no habrían sido resguardados de manera adecuada, con lo que la cadena de custodia y de confidencialidad de los votos habría sido afectada. Pero más allá de esto, todos los elementos para la elección habían sido colocados en un “cuarto oscuro” que quedó sin resguardo alguno. Los abogados ingresaban, tomaban un sobre, colocaban el nombre del candidato a la representación del Consejo de la Magistratura y lo introducían directamente en la urna. Luego eran ellos mismos los que firmaban el padrón y se retiraban, sin que nadie verificara mínimamente las condiciones en las cuales se desarrollaba el proceso. Todo autogestionado.

Los mismos letrados confirmaron que el sistema de seguimiento que se había dispuesto era demasiado flexible: el encargado de hacer el rol de una especie de presidente de mesa era el juez de esa jurisdicción, pero debía aguardar afuera del denominado cuarto oscuro y sólo podía observar el ingreso y egreso de las personas, a las que no se les requería identificación alguna ni corroboración de su aparición en el padrón de electores. Pero, además, tampco el magistrado habría estado presente todo el tiempo que duró el proceso eleccionario en Lago Puelo. Obviamente, tenía asuntos que atender de manera oficial en su juzgado, lo que lo obligó a ausentarse, mientras el insólito proceso de votación se desarrollaba. Jalon consiguió en Lago Puelo 20 votos y se autoproclamó ganador. Fue su mesa de Necochea, para los memoriosos.