31 de diciembre 2004 - 00:00

Clásico de Buenos Aires: la vice se alzó contra el gobernador

La querella entre duhaldistas y felipistas, que rozó el punto más tórrido el miércoles con la sanción de un proyecto de presupuesto corregido, que le mezquina facultades a Felipe Solá, se recargó ayer con ráfagas cruzadas de reproches y recriminaciones.

La ronda la abrió la vicegobernadora Graciela Giannettasio, que se declaró « sorprendida» por las quejas del gobernador respecto de que el duhaldismo, que corrigió el texto enviado por el Poder Ejecutivo, intentaba «maniatarlo» y ponía en riesgo la gobernabilidad.

Durante su tempranera maratón radical, Giannettasio aseguró que «nadie le ata las manos al gobernador». Y completó: «La Legislatura lo va a acompañar (a Solá); tiene la obligación de hacerlo».

La intervención de la vicegobernadora tiene condimentos explosivos: es, nadie lo duda, una delegada con línea directa con Eduardo Duhalde -que la entronizó como escolta de Solá-y, además, es la mayor referente institucional del duhaldismo en la provincia.

Hasta ayer, a pesar de los ruidos de la convivencia diaria, Giannettasio era un interlocutor ágil y confiable para el gobernador ante la Legislatura. Pero sus dichos de ayer detonaron un malestar que fisura ese vínculo, nunca amistoso pero sí respetuoso.

Vocera de la postura duhaldista,
Giannettasio actuó como una pieza funcional al gambito de Duhalde. Nadie lo dijo en voz alta, pero se supone que la vicegobernadora no salió a saturar el dial sin antes cruzar una sugerencia o hacerle una consulta al ex presidente. Lo mismo se dijo del intendente de Avellaneda, «Cacho» Alvarez de Olivera, quien se dijo defraudado por Solá por querer éste dividir el peronismo provincial.

Es lógico: durante todo el tiempo,
Duhalde oteó lo que ocurría en La Plata y sino incentivó al menos dejó que sus espadones legislativos enrosquen a Solá, mermándole el manejo del presupuesto de $ 17.000 millones, un arsenal temible de cara a una interna.

Pero hubo una frase puntual de la vice que encendió la furia de
Solá. «Todos los legisladores que representan sectores internos con una composición diversa votaron el presupuesto remitido», aseguró Giannettasio dando por hecho que no hubo retoques al proyecto oficial.

«Es de una hipocresía alarmante y llamativa»
la actitud de la vicegobernadora -de decir que se votó el proyecto remitido por Solá-, se zambulló en el debate el ministro de Gobierno, Florencio Randazzo. «La ley votada no tiene nada que ver con lo enviado», completó acusando a Giannettasio de «faltar a la verdad».

• Modificaciones

Como informó este diario en los últimos días, entre la madrugada y la tarde del miércoles, la Legislatura de mayoría duhaldista impuso modificaciones en el texto oficial quitándole a Solá el manejo de partidas presupuestarias por alrededor de 2.000 millones de pesos.

Arguyeron los voceros de
Duhalde que esa potestad constituía «superpoderes», pero, en rigor, los artículos modificados -el 17, 18 y 19-perduraron en los presupuestos desde 1984. Con el proyecto final, Solá deberá solicitar autorización de la Legislatura para reasignar las partidas.

Si el esquema hubiese regido durante 2004, el gobernador tendría que haber requerido
720 veces durante el año, el aval del Parlamento para designar recursos específicos. Ese dato es presentado por el gobierno para graficar los inconvenientes que supone para la gestión.

Sin embargo,
Solá esperará la semana próxima para decidir el veto o no de las correcciones introducidas por los delegados de Duhalde, operación que ejecutaron el diputado Carlos Cottini y el senador Patricio García, como jefes de las comisiones de presupuesto de cada cámara.

Es una encrucijada para
Solá: el duhaldismo eliminó los artículos y, por tanto, no hay forma de vetar lo que no existe. Por eso, en La Plata rastrean un recurso para salir de ese embrollo.

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