La junta electoral del PJ porteño se negó ayer a dar resultados de la interna. Armando Cansiani, responsable de ese órgano, prometió a este diario revelar cifras del escrutinio provisorio recién hoy, a las 10.30, a casi 2 días de los comicios domésticos.
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Es cierto que, en la víspera, el taxista Omar Viviani impugnó varias capillas, entre otras cosas porque -supuestamente- aparecían inflados los números de votantes. De todas maneras, se daban por cerradas las boletas de diputados nacionales y de legisladores de la Ciudad, encabezadas por Cristian Ritondo y Diego Santilli, respectivamente.
Estos, asociados a Miguel Angel Toma (jefe de la SIDE y ahora presidente del partido en el distrito), se enteraron de la ruptura entre sus rivales. Mientras Viviani seguía reclamando algo más que la minoría para acceder a la 4ª diputación (se atribuía 30% de votos), el croupier Daniel Amoroso reconoció que el frente sindical que compuso con Viviani y Amadeo Genta (municipal) para competir con aquel trío no superaba 22% de adhesiones.
Por lo tanto, no alcanzaba los 25 puntos necesarios para entrar en la distribución de puestos. Una forma elegante, es posible, de negociar una ayuda posterior.
A pesar de la sociedad de Viviani con el camionero Hugo Moyano, Adolfo Rodríguez Saá no participó abiertamente en esta interna. Tuvo un premio consuelo. El polémico ex concejal Raúl Padró le ofrendó anoche al sanluiseño su triunfo como secretario general de la circunscripción 16ª (Belgrano), donde se impuso por alrededor de 70 votos.
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