Julio Cobos volverá a la arena-política recién el próximo unes con una reunión de la mesa chica de la UCR kirchnerista en el Senado. El vicepresidente recibirá en su despacho a Daniel Katz, jefe del bloque de diputados de la Concertación; al funcionario de la Cancillería, Horacio Quiroga, y al intendente de Junín, Mario Meoni, para definir los términos de un ultimátum a Cristina de Kirchner para que la Presidente defina si da por muerta la sociedad política con este sector del radicalismo.
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Ese encuentro, agendado para las 18 en el primer piso del Senado, será la antesala de una cumbre ampliada que se realizará el miércoles de la semana que viene con los gobernadores radicales Miguel Saiz (Río Negro), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Arturo Colombi (Corrientes). En ese encuentro, los mandatarios provinciales harán catarsis frente a Cobos y le reclamarán su voto inconsulto en el Senado,rechazando el proyecto oficialista sobre retenciones móviles. Uno de los más molestos por el desempate de Cobos fue el rionegrino Saiz, quien consideró que el vicepresidente debería al menos haber consultado la opinión de los gobernadores radicales de la Concertación antes de votar el en la Cámara alta a favor del campo. El gobernador patagónico se mostró el lunes pasado junto a la Presidente en el anuncio de estatización de Aerolíneas Argentinas y un día antes del debate final en el Congreso por las retenciones había acompañado desde el palco a Néstor Kirchner en el contraacto a favor de las retenciones. Otro gobernador que tiene el diálogo roto con Coboses el santiagueño Zamora-. El voto de Emilio Rached, senador radical por Santiago del Estero, en contra del proyecto kirchnerista sobre derechos de exportación al agro, forzó el desempate de Cobos. Ni siquiera Zamora pudo torcer el rumbo del voto de Rached y los reproches que le llegaron desde la Jefatura de Gabinete de Alberto Fernández desgastaron la relación con el vicepresidente.
Por eso el plan que manejaban ayer Cobos y su círculo íntimo era que Saiz y Zamora, los dos gobernadores del radicalismo aliado a la Casa Rosada, fueran los encargados de contactar a Cristina de Kirchner y al jefe de Gabinete para explorar la posibilidad de agendar una audiencia entra la Presidente y su vice. Tras el pedido de renuncias del radical Alejandro Rodríguez, ex subsecretario de Combustibles del Ministerio de Planificación Federal de Julio De Vido, y sus cinco directores, Cobos es consciente de que el kirchnerismo se replegará sobre sí mismo y marginará a los radicales de la Concertación de todo ámbito de poder en el gobierno.
Objetivo
La audiencia entre Cobos y Cristina de Kirchner tiene el objetivo de hacerle entender a la Presidente los errores que, desde la óptica cobista, cometió el oficialismo durante el conflicto con el campo. « Nosotros no tenemos la culpa de la exposición que tuvo Luis D'Elía, sus patotas, la política de contraactos, la división del peronismo en el Congreso y de la implementación de la Resolución 125 sobre las retenciones móviles», explicó ayer a este diario un colaborador de Cobos. Además, los radicales K le sugerirán a la Presidente el reem plazo del Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
Ayer, el neuquino Quiroga, subsecretario de Relaciones Institucionales de la Cancillería, fue ratificado en su cargo por el jefe de Gabinete del Ministerio de Relaciones Exteriores, Alberto Dalotto. También los radicales Miguel Pesce, vicepresidente del Banco Central, y Gustavo López, de la Secretaría de Medios, seguirían en sus cargos. Pero el cobismo ya los considera más kirchneristas que radicales y por eso quieren tener de la boca de la Presidente la confirmación de que la Concertación plural sigue en pie tras los despidos en el Ministerio de De Vido.
Desde el acto por el Día de la Bandera, el 20 de junio pasado,la Presidente y su vice hablaron una sola vez durante una cena de camaradería de las Fuerzas Armadas. «¿Parece que el Glaciar Perito Moreno se cae en cualquier momento, no?», fue la comunicación más profunda que pudieron entablar Cristina de Kirchner y Cobos en aquel momento.
Ayer en el despacho de Cobos en el Senado dudaban que Néstor o Cristina Kirchner aceptaran recibir a Cobos la semana que viene. La furia del matrimonio presidencial contra el mendocino detonó en una sola frase durante el cónclave con diputados y senadores leales en la quinta de Olivos: «La batalla de las retenciones móviles no la perdió el Legislativo sino el Poder Ejecutivo con el voto negativo del vicepresidente».
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