Con o sin Duhalde, por dentro o afuera, Cristina candidata

El gobierno dio a conocer ayer, a través de un despacho de la agencia oficial «Télam», una serie de pareceres de funcionarios (incluyendo al presidente Néstor Kirchner) en torno a las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires. Disfrazada en el informe de un enviado especial de esa agencia oficial a cubrir el viaje de Kirchner a Alemania, la información no aporta nada a lo ya conocido, salvo la novedad de usar este género periodístico del cable de agencia para dar a conocer una opinión de los funcionarios de quienes depende la agencia, el presidente por encima de todos. ¿A qué puede responder esta elección del cable de agencia? A que otras vocerías que suele emplear el gobierno para dar a conocer sus pareceres pueden haber sufrido desgaste y es necesario echar mano de otros recursos más persuasivos que los habituales columnistas y opinólogos. Otra explicación es que este medio es útil para darle a esa información un grado de condicionalidad de manera de probar su efecto en el público sin el compromiso (es decir, el costo político) de comunicarla de manera oficial y como algo ya resuelto. No sería la última vez que un proyecto gubernamental es comunicado de manera condicional como versión o trascendido salido de fuentes oficiales para probar cómo reacciona el público al que estaría dirigida una decisión. Aquí los pasajes principales de ese despacho de «Télam».

«Néstor Kirchner está decidido a incidir directamente» en el armado electoral de octubre en la provincia de Buenos Aires en un escenario de acuerdo con Eduardo Duhalde que incluya la candidatura a senadora de Cristina Fernández o, de lo contrario, impulsará esa postulación por afuera del PJ.

Los dirigentes del justicialismo con diálogo frecuente con el Presidente evaluaron que hoy por hoy existen estos dos escenarios para las candidaturas nacionales bonaerenses en octubre y que en los dos, Kirchner tendrá una presencia gravitante.

El voltaje que tomó la discusión electoral en el justicialismo de la provincia de Buenos Aires fue un tema recurrente durante las largas horas de la travesía entre Buenos Aires y Berlín, y fue parte de la charla que varios de los dirigentes que acompañan a Kirchner tuvieron con el Presidente.

De esa conversación participaron legisladores justicialistas de diferentes extracciones, como el kirchnerista Osvaldo Nemirosvsci, el duhaldista José María Díaz Bancalari, los senadores Miguel Angel Pichetto y Carlos Reutemann y el gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner.

«El Presidente no quiere que la pelea en el PJ bonaerense se resuelva a través de internas. Por eso baraja dos posibilidades: meterse de lleno en la conformación de las listas o competir en octubre con el duhaldismo con nóminas separadas», fue la conclusión de la conversación. Las fuentes consultadas contaron que Kirchner planteó que las elecciones de octubre son un plebiscito sobre su gestión -algo que se encargó de verbalizar en varios actos públicos-, y «aspira a tener un peso determinante» en la conformación de las listas en el principal distrito electoral, la provincia de Buenos Aires.

«Incidir directamente» en ese armado fue la expresión que retuvieron los interlocutores de Kirchner cuando, en el duhaldismo, a pocos les quedan dudas de que el ex presidente no tendrá resistencia a la candidatura de Cristina Kirchner y cederá el juego para que el jefe de Estado «arme la lista de diputados nacionales», según pudo saber «Télam».

• Posibilidad

Es por ello que en el duhaldismo apuntan a alcanzar un acuerdo con Kirchner, a quien le cederán el primer lugar de la lista de senadores, que ocuparía Cristina Fernández, y un importante número de postulantes para la conformar la lista de diputados. Si este esquema no se verificara en los hechos, el kirchnerismo maneja la posibilidad de que su esposa compita por «afuera» de la estructura del PJ por una senaduría por la provincia de Buenos Aires.

«Esto es, que el conflicto se resuelva en un escenario de enfrentamiento entre Chiche Duhalde y Cristina en las elecciones de octubre, pero no en comicios internos», detallaron los voceros que conocen el contenido de las conversaciones partidarias en el oficialismo.

Agregaron que el Presidente considera que su esposa «tiene vuelo propio», y eso facilitaría que encabece una lista kirchnerista-felipista en los comicios de octubre, en caso de que no haya acuerdo.

• Recorrida

Para fundamentar la importancia que el Presidente les da a los comicios de octubre y en especial en territorio bonaerense, el vocero repitió una frase de Kirchner: «de acá a octubre voy a recorrer los 134 municipios de la provincia de Buenos Aires». De todos modos, en la comitiva que acompaña a Kirchner a Alemania insistieron en diferenciar la disputa por el armado electoral de la «excelente relación» que mantiene Kirchner con Eduardo Duhalde, a quien le reconoce «haberse jugado en 2001 para sostener la institucionalidad en la Argentina».

«Kirchner considera que Duhalde logró, después de su gestión como presidente, el reconocimiento de quienes lo criticaban y que ahora le reconocen el liderazgo para salir de la crisis de 2001.

Kirchner dice que Duhalde tiene ahora un rol de proyección nacional e internacional muy importante», precisaron.

De acuerdo con la mirada de integrantes de la delegación oficial en Alemania, la pelea en el PJ bonaerense «no pone en juego la gobernabilidad, ni en lo referido a lo político ni en lo económico».

«Esto no va a afectar al curso de la economía. No hay que tenerle miedo a la democracia», aseguró la fuente consultada cuando explicó la visión del gobierno nacional sobre el conflicto. Es que la administración de Kirchner considera que la sociedad «no aceptaría que se ponga en jaque la gobernabilidad» y que lo que ocurre en tierras bonaerenses toque la gestión presidencial.

«(El PJ bonaerense) ya carga con lo de 2001; también con lo de Felipe Solá (en relación con las trabas que el duhaldismo le puso al Presupuesto provincial) y la sociedad no aceptaría que se ponga en jaque la gobernabilidad de la gestión nacional», insistió el vocero.