15 de febrero 2005 - 00:00

Duhalde minimizó conflicto por presupuesto bonaerense

El ex presidente Eduardo Duhalde minimizó hoy el enfrentamiento por la sanción del presupuesto bonaerense y aseguró que "no va a haber ningún problema" porque el gobernador Felipe Solá tiene "el consenso" necesario para resolver el conflicto.

La sanción del presupuesto 2005 mantiene enfrentados al felipismo y el duhaldismo desde fines del año pasado, cuando los legisladores que responden al ex presidente aprobaron el presupuesto sin una serie facultades solicitadas por Solá.

Días después el gobernador vetó ese presupuesto, y ahora la Legislatura debe resolver si acepta esa medida y se avoca al estudio del nuevo presupuesto para este año.

Un principio de acuerdo indicaría que el duhaldismo prestaría acuerdo mañana para aprobar el veto del presupuesto, excluyendo el punto referido a la adhesión de Buenos Aires al programa de Financiamiento Ordenado que el presidente Néstor Kirchner necesita para las negociaciones con el FMI.

Duhalde explicó que este tipo "de cosas son menores" si se las compara con la "situación tremenda" que implicó la salida del default y "los pasos acelerados" que está dando la Argentina "para convertirse en un país normal".

El ex presidente sostuvo que el tema del presupuesto admite un "espacio de solución", y anticipó que "no va a haber ningún problema" y el asunto "en pocos días se va a olvidar".

"Solá tiene el consenso, jamás se le rechazó una ley, y el hecho de que el parlamento le haya limitado algunas facultades es algo que pasa en todo el mundo, pero esos no son verdaderos problemas", evaluó.

Duhalde negó mantener una suerte de co-gobierno con Solá en la provincia de Buenos Aires, explicó que "nunca" le pidió "nada" al gobernador, y enfatizó que "jamás" sugirió "una medida de gobierno", puesto que "lo único" que hace "es querer ayudar".

"De mí no tendrán otra cosa que colaboración porque nunca podrían decir que hice siquiera sugerencias de gobernabilidad", enfatizó el ex funcionario.

Con respecto a la interna justicialista, Duhalde sotuvo que el partido tiene que tener "nuevos rostros que los represente, porque la gente se cansa y no quiere ver siempre los mismos".

En esta línea, criticó la aparición de sus antecesores Carlos Menem y Adolfo Rodríguez Saá por considerar "son dirigentes que ya pasaron, que tuvieron su oportunidad y la historia dirá en cuánto erraron y cuánto acertaron", aunque estimó que el hecho de que aparezcan "no quiere decir que tengan alguna posiblidad".

"Tampoco se le puede negar a una persona, tenga la edad que tenga, que tenga aspiraciones, pero el justicialismo tiene una cantidad enorme de dirigentes que en el momento que se hagan las elecciones estarán pujando por los cargos", concluyó Duhalde.

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