El canciller uruguayo, Reinaldo Gargano, sostuvo ayer que el gobierno de ese país no tiene inconvenientes en dialogar con la Argentina, pero aclaró que eso no significa que esté dispuesto a negociar. «Me parece muy bien que esté dispuesto al diálogo, porque Uruguay también lo está, pero que haya diálogo no quiere decir que se negocie», declaró a la prensa en respuesta a la convocatoria del mandatario argentino.
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Al respecto, explicó que «una cosa es hablar y otra diferente es negociar» y repitió que «con los puentes bloqueados, Uruguay no negocia», según reprodujo la agencia internacional «AFP».
Por su lado, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, admitió que el gobierno nacional espera con expectativa que prosperen la gestiones del facilitador español, Juan Antonio Yáñez Barnuevo, a fin de hallarle una solución al conflicto por las papeleras que se mantiene con Uruguay.
Luego del fallo de la Corte Internacional de La Haya que resultó favorable para la Argentina, el jefe de los ministros llamó a colaborar con el enviado real que está tratando de acercar a las partes para facilitar un diálogo.
Recuperar el diálogo
En declaraciones a radio «Rivadavia», el jefe de Gabinete sostuvo que ya «no tiene mucho sentido seguir hablando» sobre la resolución de la Corte Internacional de Justicia de La Haya y, en este sentido, afirmó que «lo mejor es opinar menos».
«Hay que tratar de favorecer, de recuperar el diálogo y la capacidad negociadora que se ha ido perdiendo», destacó el funcionario.
Yáñez Barnuevo iniciará sus gestiones el lunes próximo en Buenos Aires, y un día después partirá hacia Montevideo, para continuar con las negociaciones ante las autoridades del gobierno uruguayo.
El español retomó este mes su tarea de mediación y estuvo en Finlandia, donde se reunió con las autoridades de Botnia, empresa que construye la papelera de la discordia en Fray Bentos.
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