Fuerzan al FBI a mostrar que todo está grabado

Todo proceso judicial tiene un momento clave del que depende su futuro: la presentación de las pruebas. En el caso de los tres venezolanos y el uruguayo acusados de amenazar en Miami al valijero Guido Antonini Wilson, las pruebas son todavía un misterio. Sólo se conoce el relato del fiscal Thomas Mulvihill sobre lo que dijeron los detenidos en grabaciones que les tomó Antonini con relación al destino de los u$s 800.000 y por qué debía mantener silencio. De hecho, Mulvihill hasta dijo más de lo que tenía pensado para intentar convencer a los jueces de no otorgar la libertad bajo fianza a ninguno de los cuatro detenidos.

Ahora los abogados que defienden a los tres venezolanos -Carlos Kauffmann, Franklin Durán y Moisés Maiónica- y al uruguayo Rodolfo Wanseele Paciello presionarán para conocer las pruebas que el FBI reunió para que el fiscal federal elabore la acusación.

De acuerdo con el procedimiento en Miami, Mulvihill y el FBI pueden guardarse esas pruebas hasta el inicio del juicio oral. Eso es lo que vienen haciendo por estrategia desde que detuvieron a los cuatro el 11 de diciembre pasado, aunque tuvieron que develar algunas cuestiones, como el destino de los fondos o los ofrecimientos que supuestamente le hicieron a Antonini.

Diferencia

El misterio en todo esto es que ni el juez ni la defensa saben aún cuáles de las conversaciones que mantuvieron los acusados con Antonini Wilson fueron grabadas y cuáles no. La diferencia es clave no sólo para la defensa sino también para el gobierno argentino. No es lo mismo contar con una cinta donde Durán le dice a Antonini que los u$s 800.000 que intentó ingresar a la Argentina eran para Cristina de Kirchner y por eso debía mantener silencio, que ese relato fuera sólo una declaración del valijero.

A esta distinción apelarán los defensores e intentarán forzar a Mulvihill a demostrar que todos los encuentros fueron grabados, en especial el del 23 de agosto pasado cuando, sabiendo que Antonini Wilson podía ya estar colaborando con el FBI, Durán, Kauffmann y Maiónica le hablaron del destino de los fondos -la campaña presidencial en la Argentina-, le ofrecieron financiamiento de PDVSA para hacerse cargo de su defensa y u$s 2 millones para que guardara silencio.

Nulidad

Para este viernes estaba planeada una audiencia clave sobre el caso: los detenidos debían enfrentar a un gran jurado de 20 miembros que debe decidir la elevación a juicio oral sobre la base de la denuncia presentada por el FBI. Es el momento en que deben declararse culpables o inocentes. El problema ahora para Mulvihill es que dos de los acusados -Durán y Kauffmann- pidieron la nulidad de la detención por no habérseles garantizado la debida defensa y no contar con todos los datos sobre la acusación, por lo que esa audiencia podría demorarse.

De todas formas, el procedimiento estableceque los detenidos serán formalmente acusados y podrán hacer uso de una posibilidad que les da el sistema local: reafirmar su inocencia o declararse culpables y colaborar con el FBI y los fiscales, tal como hizo Antonini Wilson que hoy no tiene encima ninguna acusación.