11 de julio 2007 - 00:00

Kirchneristas traban reforma constitucional

Diego Kravetz
Diego Kravetz
El macrismo ya tiene casi lista la reforma de la Constitución porteña que quiere impulsar, pero para llevar adelante esos cambios requiere de la aprobación de la Legislatura, antes de convocar a una convención constituyente. Tanto en la actual conformación del recinto porteño, como tras el recambio que se producirá el próximo 10 de diciembre, a PRO no le alcanza con sus propios votos, a pesar de tener mayoría, ya que ese tipo de leyes necesita de la aprobación por parte de los dos tercios, es decir 40 de las 60 bancas.

  • Imprescindible

  • Por eso un acuerdo con el kirchnerismo le resultará imprescindible para llevar adelante la reforma, y por ahora el oficialismo no está dispuesto a concederle el permiso, aunque hay diferentes opiniones entre la tropa que conduce el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.

    La discusión comenzará recién la semana que viene, ya que se verá postergada por dos viajes: uno es el del legislador macrista Rodrigo Herrera Bravo, quien conduce la redacción de la reforma y parte hoy a Corea, producto de una invitación a diputados. Otro, es el del receso postelectoral del que disfruta, también fuera del país, el titular de la bancada Frente para la Victoria, Diego Kravetz.

    Dentro del kirchnerismo hay quienes sostienen que sería oportuno revisar la Constitución de la Ciudad en lo referido a la conformación de entes de control y también en cuanto al ballottage, que impone obtener más de 50% de los votos en primera vuelta para consagrarse jefe de Gobierno. Pero la mayoría, especialmente en el bloque legislativo, rechaza otro cambio importante que impulsan los macristas: anular la ley que divide a la Capital Federal en 15 comunas y dejar establecido en la nueva Constitución que esos distritos serán sólo 8.

  • Comunas

    Además, el macrismo quiere cambiar el artículo que obliga a la elección de juntas de comuneros de siete miembros y reemplazarlo por la votación de un solo jefe de comuna. Es decir, que para el macrismo los vecinos deberían votar únicamente 8 cargos electivos nuevos y no 105 como está definido actualmente por ley.

    Para el oficialismo, perdedor de las elecciones porteñas, la posibilidad de ganar, aunque más no sea, algún puesto por minoría en esa elección barrial de siete comuneros no deja de ser alentador. En cambio, creen que en ocho comunas, los ocho puestos los obtendrían candidatos de Mauricio Macri, quien se impuso en todas las circunscripciones electorales en las urnas de junio pasado. También consideran que una Convención Constituyente también otorgaría mayoría a Macri para imponer los cambios que piensa.

    Al mismo tiempo, los macristas, que también coinciden en que ganarían las ocho comunas y la constituyente, saben que al menos la elección para quienes tendrían a su cargo la reforma no debería pasar de la mitad del año próximo, haciendo durar el impulso electoral que llevó a Macri a ganar la Capital Federal.

    Por eso esperan acordar con el kirchnerismo la puesta en marcha de la reforma, para sancionar en el recinto esa intención antes de que termine el año. Así, Macri ni bien asuma el cargo, o en pocos meses, podría convocar a la elección de constituyentes.

    Pero el kirchnerismo, hasta ahora, sólo podría aprobarle el cambio en el mecanismo del ballottage -en eso coincidió Néstor Kirchner con Macri- y alguna otra cuestión referida a la creación de entes, pero no está dispuesto -por ahora- a cambiar el diseño de las comunas, para lo cual la Legislatura debe poner fecha a la primera votación de comuneros, que se pensaba hacer este año, para 2008.
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