11 de abril 2003 - 00:00

Menem prometió a petroleras volver a la desregulación

Carlos Menem, saludado por Julio Werthein, en la mesa principal del almuerzo del Club del Petróleo. A la izquierda, flanquean al ex presidente Oscar Vicente, de PeCom Energía, y John McCaffrey, de Esso; y a la derecha, Luis Rey, presidente de la organización convocante, y Juan José Aranguren, de Shell.
Carlos Menem, saludado por Julio Werthein, en la mesa principal del almuerzo del Club del Petróleo. A la izquierda, flanquean al ex presidente Oscar Vicente, de PeCom Energía, y John McCaffrey, de Esso; y a la derecha, Luis Rey, presidente de la organización convocante, y Juan José Aranguren, de Shell.
Carlos Menem logró convocar ayer a unos 400 empresarios petroleros en un almuerzo organizado por el Club del Petróleo, el único que esta entidad realizó para un candidato presidencial. Con un discurso muy estudiado, el candidato y ex presidente prometió lo que los empresarios querían oír, como la recomposición del precio del gas y de las tarifas y la libre disponibilidad de 100% de las divisas de la exportación, pero se cuidó de crear expectativas sobre un cambio rápido en esos aspectos.

No obstante, los empresarios, entre los que también estaban representantes de las privatizadas, recibieron al ex presidente con una cordialidad poco frecuente en estos actos, y al término del discurso fue abrazado y saludado por los principales asistentes.

Como otro indicio de la expectativa que creaba la presencia de Menem, por primera vez, en varios años, el Club del Petróleo volvió a utilizar uno de los salones -el Versailles- del Hotel Alvear, más amplio que el del Marriott-Plaza que se venía usando en los almuerzos hasta ahora.

Menem estuvo acompañado por Alberto Kohan y el economista Diego Estévez, a quien los empresarios ven más cerca del ex presidente que Pablo Rojo, y en la mesa principal quedó flanqueado por Oscar Vicente, presidente de la cámara que representa a las productoras, y Luis Rey, titular del Club de Petróleo. A ambos lados, seguían John McCaffrey, de Esso, y Juan José Aranguren, de Shell. También estaban en la mesa principal José María Ranero Díaz por Repsol YPF y Mario Calafel por Pan American Energy.

La concurrencia aplaudió al orador en ocasiones puntuales. El aplauso más notorio fue cuando Menem dijo: «Vamos a recomponer el contrato social que un puñado de ignorantes dinamitó meses atrás».

• Posibilidad de fraude

También fue aplaudido cuando respondió a la pregunta sobre qué hará en caso de que caudillos políticos movilicen gente contra su eventual gobierno o con los cortes de rutas de los piqueteros. «Vamos a aplicar la ley y la Constitución y lo vamos a cumplir a rajatabla», respondió.

Menem
no descartó la posibilidad de algún fraude en las próximas elecciones. Dijo que «hasta el presidente interino (como él llama a Eduardo Duhalde) acaba de reconocerlo en España», y mencionó que circulan boletas suyas con los nombres muy chicos de la fórmula y en las que se lee Carlos Raúl Menem, «lo que sería un voto anulado».

En apariencia, tras el fin del conflicto bélico en Irak, Menem volvió a su anterior posición de alineamiento expreso con Estados Unidos. Cuando se le preguntó sobre el nuevo ordenamiento mundial, dijo que «desde el 11 de setiembre, el mundo ha empezado a cambiar, y el cambio ha sido tan grande que desembocó en esta guerra, no se trata sólo del terrorismo o del narcotráfico, sino también de combatir a las tiranías». En ese sentido, mencionó el caso de Cuba, donde Fidel Castro -que es «mi amigo», dijo- «acaba de detener a 70 opositores al régimen».

En cuanto a las definiciones económicas importantes para los petroleros, Menem prometió los siguientes puntos: Inmediatamente restableceremos los decretos de desregulación firmados a comienzos de la década del '90.

• El actual gobierno impuso medidas dirigistas que conspiran contra la inversión petrolera, como restricciones a la libre disponibilidad de divisas, acuerdos precarios de precios, hasta la imposición de derechos de exportación.

• Terminaremos con las tarifas políticas, lo cual no quiere decir tarifazo, sino un reescalonamiento en un plazo prudente, a medida que se desarrolle la economía y haya más empleo por la reducción de los aportes previsionales.

• En esas condiciones, también podremos revertir el congelamiento del precio del gas en boca de pozo (que cobran las petroleras).

• Se restituirá (aparentemente esto sería en lo inmediato) la posibilidad de libre disponibilidad de divisas en 100% para el sector de hidrocarburos.

Avanzaremos rápidamente hacia la disminución gradual de los impuestos a las exportaciones que no sólo beneficiará al agro, sino también a las exportaciones petroleras de todo tipo.

• Para poder avanzar en ese sentido, primero se planteará una reforma tributaria que permitirá un crecimiento de 30% real en la recaudación en 2004 y de 25% para 2005.

• En materia impositiva, se pondrán en marcha mecanismos muy ágiles y creativos para combatir la evasión y la recirculación de dinero negro, y se reformará el régimen de coparticipación federal para que las provincias recauden el Impuesto a las Ganancias de personas físicas y a los Bienes Personales, y eliminen gravámenes provinciales distorsivos como Ingresos Brutos e Impuesto a los sellos
.

• La reforma impositiva incluirá la reducción gradual de la alícuota del IVA de 21% a 13%.

• La mayor recaudación nos permitirá reordenar el Impuesto a los Combustibles, bajando el correspondiente a las naftas para terminar con la fuerte diferencia que mantiene ese producto con la carga impositiva del gasoil.

• Crearemos un Ministerio de Comercio Exterior para tener una política agresiva de exportaciones hacia todos los mercados del mundo, especialmente a China Popular.

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