Los municipales de la localidad de Moreno volvieron a reclamar frente a la intendencia de Walter Festa una "ayuda financiera" a los gobiernos de la Nación y de la Provincia para afrontar el pago de los salarios adeudados.
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Los trabajadores, que cuentan con el respaldo de Festa, solicitan el mismo trato que tuvo el intendente de Mar del Plata, Carlos Arroyo, un aliado del oficialismo. En Moreno el malestar surgió por el pago de sueldos en cuotas, y destacan, que por ahora no hay despidos.
"Hay un problema estructural que tiene el distrito. Lo que estamos intentando es equilibrar financieramente el municipio. Pero necesitamos una respuesta inmediata para los trabajadores cobren sus sueldos normalmente", explicó Festa, tras dialogar con los municipales.
El distrito cuenta con 5.000 empleados municipales, lo que equivale a 8 cada 1.000 habitantes, por debajo, por ejemplo, de Morón, que tiene 13 cada 1.000. Desde la Municipalidad aseguran que por mes se recaudan unos $ 50 millones, y que por la coparticipación se reciben $ 35 millones, pero que no es suficiente. "Va haber una reestructuración del organigrama. Hicimos una reforma tributaria importante a fin de año pasado, pero no alcanza para pagar todo. Por eso es necesario la ayuda de Gobierno", enfatizó el jefe comunal.
Con $ 85 millones en Moreno no pueden pagar sueldos y cancelar a proveedores, aunque se buscan evitar los despidos. Por ese motivo, se reincorporado a 10 trabajadores cesanteados la semana pasada. "Entre lo que recauda y recibe de coparticipación no alcanza para pagar los sueldos. Estamos en contra de los despidos y creemos que cada trabajador que se queda sin empleo es una familia que se queda sin sustento y un servicio que el municipio deja de brindar con eficiencia. Para eso necesitamos la ayuda financiera de la Nación", aseguró Festa.
A pesar del ahogo financiero, el intendente adelantó que buscará cumplir con sus empleados. "Hay otros distritos que recibieron más fondos que Moreno, que tiene mayor cantidad de habitantes y un problema estructural más grande. El municipio lo está pasando muy mal y estamos asfixiado financieramente. No podemos pagar proveedores y recién el día de mañana vamos a pagar todos los sueldos con recursos propios", remarcó el intendente.
Desde hace unos días, los gremialistas montaron una carpa frente al edificio de la comuna y realizan ruidosa protestas al mediodía. Las medidas cuentan con la adhesión de organizaciones sociales y sindicales de la CTA de Pablo Micheli y la CGT. "Realizamos un quite de colaboraciones por falta de pago. El intendente argumenta que está en rojo y que no le alcanza el dinero y no recibe fondos suficientes de la Provincia y la Nación", dijo el secretario general de ATE Moreno, Walter Cravero.
Germán Mogilner, de ATE provincial, celebró la marcha atrás de Festa con el Decreto 1.634/17, que despidió a los 10 empleados. "En el medio del reclamo se despidieron ocho trabajadores de salud y dos de Desarrollo Social, pero en solidaridad con otros sindicatos se logró que quiten el decreto de los despidos", afirmó el gremialista.
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