30 de noviembre 2005 - 00:00

Moyano amenaza por huelga en Aerolíneas

Ricardo Cirielli
Ricardo Cirielli
La situación en Aerolíneas Argentinas, de por sí complicada, se agravó ayer en el frente gremial al incorporarse como nuevo protagonista Hugo Moyano: el secretario general de la CGT y líder de los camioneros dijo que «no va a aceptar sanciones o represalias contra los gremios aeronáuticos», en guerra con la aérea desde hace casi una semana. Moyano, de quien Ricardo Cirielli, subsecretario de Transporte Aerocomercial y secretario general (en uso de licencia) de APTA -el gremio de los técnicos, en huelga- es aliado, se lo notificó al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, durante una reunión que mantuvieron ayer al mediodía en Casa de Gobierno.

«Tengan cuidado con esto, porque si hay algún tipo de sanción, la CGT se va a poner al frente»,
amenazó Moyano. Los dos sindicatos que mantienen el paro recibieron una sanción conjunta cercana a los $ 11 millones por no obedecer la conciliación obligatoria dictada por la cartera laboral. También trascendió el lunes que se estudiaba la cancelación de la personería gremial de ambas organizaciones.

El conflicto, además, no parece tener resolución clara en el horizonte. Es que ayer no hubo ninguna clase de contacto o negociación; de hecho, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, le habría hecho saber a la empresa que «en esto ya no tengo nada más que hacer; hice todo lo posible; dicté la conciliación obligatoria, llamé al diálogo, negocié...», Le habría faltado sólo decir «Yo me borré», parafraseando a un recordado dirigente gremial de la década del '70. Por lo que se sabe, el único canal que mantendría la empresa con el gobierno sería el teléfono directo de Alberto Fernández, con quien conversa Antonio Mata -director ejecutivo de Aerolíneas y uno de sus tres accionistas de control-. El ministro, según expresó el lunes públicamente, «apoya» a la empresa en el conflicto pero lo cierto es que esta postura no ha tenido correlato en acciones concretas.

La viceministra de Trabajo, Noemí Rial, en contraposición con lo dicho por su jefe, intentó ayer algún acercamiento con los gremios, que se negaron al mismo.

Cirielli
había reclamado hace algunos meses la «reargentinización» de Aerolíneas Argentinas, sin aclarar si hablaba de una reestatización o de una posible recompra por parte de un grupo de capitales nacionales.

Cirielli intentó, sin éxito, crear un competidor para Aerolíneas a través de los subsidios otorgados primero a LAFSA, que nunca llegó a operar, y luego a Southern Winds, que está en una profunda crisis y cuyos salarios siguen siendo sufragados con fondos públicos.

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