7 de julio 2008 - 00:00

Moyano busca metalúrgico para nueva cúpula de CGT

Hugo Moyano
Hugo Moyano
Típico, en las últimas 24 horas se hará el enjuague final: entre las 11 y las 20 se terminará de dibujar hoy la futura cúpula de la CGT que tiene, por ahora, sólo un puñado de datos confirmados, entre ellos, la reelección de Hugo Moyano.

Sobre el mediodía, el secretariado de la UOM debatirá cuál de sus delegados ocupará el lugar que les corresponde a los metalúrgicos en la cúpula sindical. La semana pasada se pactó la unidad y se reservó la Secretaría Adjunta para ese gremio. Hoy le pondrán nombre.

Hubo, en medio, una intervención puntual de Néstor Kirchner para apagar las disidencias dentro de ese sindicato industrial, desde donde se empujó una rebeldía contra Moyano. El ex presidente avanzó para conseguir una fórmula compartida entre el camionero y Antonio Caló, jefe de la UOM.

Pero eso está en suspenso: Caló ha dicho, en más de una ocasión, ante sus pares metalúrgicos, que no ocupará ningún sillón en la CGT. Kirchner lo quiere de adjunto, pero Caló deberá encontrar una fórmula mágica para que la UOM lo respalde.

Es probable que ni siquiera lo sugiera y deje en manos de la mesa la definición. ¿Será Hugo Curto el encargado de empujar para que Caló logre apoyo interno? ¿O a ese lugar irá otro referente? Quizás Enrique Salinas, Carlos Dansky o Naldo Brunelli.

Aunque importante, el segundo lugar del consejo directivo no es el único motivo de disputa entre los flamantes pactistas. Esta tarde, en UPCN, el moyanismo, los «gordos» y los « líberos» discutirán cómo se repartirán los cargos más relevantes de la CGT.

  • Ultima gestión

    Quizá, también, haya una última gestión para tratar de desactivar la lista propia que promete presentar Luis Barrionuevo. El viernes, una comitiva fracasó en su intento de convencer al gastronómico de sumarse a la mesa de unidad.

    En tanto, en UPCN habrá una negociación áspera que quizá aniticipe el clima que dominará a la CGT cuando esté otra vez ocupada por sectores duramente enfrentados, como el de Moyano y «los gordos» que capitanean Armando Cavalieri (Comercio) y Carlos West Ocampo (Sanidad).

    Ese grupo dejó la central en 2005 luego de que Moyano disolvió el triunvirato, donde los «gordos» tenían como representante a Susana Rueda. Ahora regresan, gracias a los buenos oficios de Julio De Vido y Carlos Zannini, pero mantienen su antigua tirria con el camionero.

    Hay, en disputa, 21 butacas.

    Se excluye la Secretaría General, que retendrá Moyano, y la Adjunta, que irá para un dirigente de la UOM. Se agregará una más; en el Congreso se incorporará la Secretaría de Industria, que alguna vez se pensó para «contentar» a los metalúrgicos.

    De ese paquete, Moyano quiere mantener cargos clave y otros para compensar a sus aliados: la Gremial, para Jorge Viviani (taxis), Finanzas para Amadeo Genta (Municipales), Interior para Gerónimo Venegas (UATRE), Salud Laboral para Abel Frutos (Panaderos) y Derechos Humanos para Julio Piumato.

    Queda en suspenso un cargo: Prensa. Lo ocupó, antes, la UTA. Pero no se descarta que derive allí Juan Carlos Schmid (Dragado). El otro sillón en disputa será la Administrativa, lugar que ocupó José Luis Lingieri antes de ascender a adjunto en 2005. Posiblemente vuelva.

    En tanto, Andrés Rodríguez seguiría en Institucionales y Gerardo Martínez en Internacionales, adonde podría querer volver Cavalieri, que la ocupó años atrás. Por éxitos en sus gestiones, el titular de la UOCRA no debería tener problemas en repetir.

    Moyano podría jugar a favor de Martínez. En definitiva, fue éste quien actuó como celestino para reconciliarlo con Roberto Fernández, jefe de UTA, quien amagaba con aliarse a Barrionuevo contra el camionero. Al final, volvió a las fuentes del MTA.
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