21 de septiembre 2007 - 00:00

Papeleras: último intento del mediador en Nueva York

Juan Carlos de Borbón
Juan Carlos de Borbón
A pedido de la Argentina, que no quería que el conflicto por la pastera Botnia empañara la gira de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner por Nueva York, el encuentro de alto nivel organizado por España será el sábado 29 de setiembre, un día después de terminada la agenda oficial. Ese día, se sentarán a la mesa de negociaciones los cancilleres Jorge Taiana y Reynaldo Gargano; el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el secretario general de la Presidencia, Gonzalo Fernández. Por España participarán el embajador ante las Naciones Unidas y delegado designado para atender este conflicto por el rey Juan Carlos de Borbón, José Antonio Yáñez Barnuevo, y el ministro de Relaciones Exteriores, Miguel Angel Moratinos.

La idea original para concretar este encuentro era el próximo domingo 23, la primera jornada de la gira del matrimonio presidencial por Nueva York. Sin embargo, el temor del gobierno argentino era que luego esta reunión, que no tiene garantizado un buen resultado (sobre todo para los manifestantes de Entre Ríos), condicionase políticamente el resto del viaje y quite espacio a la cobertura que se le quiere dar desde el Ejecutivo a los movimientos de Cristina Fernández de Kirchner.

El encuentro de Nueva York, que se concretaría en la oficina de Barnuevo en las Naciones Unidas o en el Hotel Fours Seasons (donde estará alojada la delegación española), y el trámite debería culminar en una cumbre entre Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez con el rey Juan Carlos de España, entre el 8 y el 10 de noviembre en Santiago de Chile, donde los tres participarán de la próxima cumbre Iberoamericana. Ese día se deberían anunciar los lineamientos del acuerdo para plantear una solución definitiva al conflicto por Botnia. Para esto, en el encuentro de Estados Unidos, Uruguay debería aceptar que la pastera no se inaugure hasta después de las elecciones del 28 de octubre. Además, Vázquez, durante una eventual gestión de Cristina Fernández de Kirchner, si triunfa en las próximas elecciones, no tendría que reclamar que se reprima a los manifestantes de Gualeguaychú si éstos deciden continuar bloqueando el puente internacional en el futuro.

Como contrapartida, Uruguay reclama que la Argentina acepte la existencia de Botnia en Fray Bentos. La estrategia que se aplicaría desde Buenos Aires para esto sería relacionar el caso con la marcha del juicio ante La Haya. Sucede que en su momento, al negar la Corte Internacional de Justicia el pedido argentino para que se suspenda la construcción de la pastera en mayo del año pasado, el Tribunal aclaró que si se determina que el proyecto Orion (el nombre real de Botnia en Fray Bentos) es contaminante, es responsabilidad del gobierno uruguayo desmantelar la planta y relocalizarla. Así, indirectamente, la Argentina podría decir que en ningún momento renunció a la idea de la mudanza de Botnia, aceptando que la pastera comience a funcionar.

  • Marco

    Según un comunicado oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de España, la reunión «se enmarca en el proceso iniciado con la Declaración de Madrid del 20 de abril de 2007, encaminado a resolver de manera amistosa, promoviendo el diálogo, las diferencias que actualmente separan a los dos países», señala la nota. La Argentina y Uruguay habían acordado el 20 de abril pasado en Madrid seguir los contactos directos para intentar solucionar de forma dialogada la crisis desencadenada por la construcción de una planta de celulosa en la ribera uruguaya del río que separa a ambos países. La decisión quedó plasmada en un comunicado conjunto, la llamada Declaración de Madrid, en la que los dos países aceptaban que los contactos se desarrollen en dos niveles, técnico y con intervención política, cuando se considere necesario.

    También acordaron centrar las conversaciones en cuatro áreas, la primera relativa al «proyecto Orión», el objeto de las protestas argentinas. El segundo, sobre la « circulación por las rutas y puentes» que unen a ambos países, cortadas en numerosas ocasiones por manifestantes argentinos. El tercero relativo a cuestiones específicas de la aplicación de los Estatutos del Río Uruguay, mientras que el cuarto prevé eventuales medidas de protección del río y de desarrollo sostenible de la zona afectada.

    Tabaré Vázquez, que el miércoles concluyó una visita oficial a España, habló del tema con el jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, y luego adelantó que en «unos días» habrá novedades sobre una posible salida a la crisis, y afirmó que «existe una expectativa y una perspectiva muy optimista para lograr un acuerdo a corto plazo». «Estamos poniendo lo mejor de nosotros mismos para conseguir que haya un acuerdo en un tiempo razonable sobre dos países que viven juntos, que tienen una historia también común dilatada y que son dos países queridos y apreciados por España», dijo luego de la cumbre Rodríguez Zapatero.
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