Ramón Puerta rechazó ayer la posibilidad de integrar una fórmula presidencial para las elecciones del 28 de octubre junto a Ricardo López Murphy. El ex senador y presidente misionero advirtió que el peronismo no kirchnerista llevará un candidato propio como parte de una estrategia para restarle votos al oficialismo que desde el Frente para la Victoria busca apropiarse del sello PJ.
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El fin de semana algunos matutinos publicaron la insólita versión de que Mauricio Macri le había aconsejado a López Murphy integrar una fórmula junto al PJ disidente. Pero ni el abierto antiperonismo del jefe de Recrear ni la ortodoxia peronista de los varones peronistas del interior podrían llevar a una alianza de ese tipo. «Vamos a reagrupar a los referentes más representativos y competitivos para reorganizar al PJ pero no para recrear un tren fantasma con vista a octubre», confirmó ayer a este diario el peronista porteño Miguel Toma.
El PJ disidente quiere aprovechar el reverdecer opositor surgido a partir de los triunfos de PRO y del ARI en la Capital Federal y en Tierra del Fuego para explorar la posibilidad de presentar una fórmula peronista pura en las elecciones presidenciales. El resquemor que causa el inminente desembarco del radical Julio Cobos en la boleta del kirchnerismo junto a Cristina Fernández será aprovechado por el peronismo opositor para intentar aplicarle un electroshock al intervenido PJ y forzar en el Congreso partidario previsto para agosto la proclamación de una fórmula propia, con el aval en las sombras de Eduardo Duhalde.
Por eso ayer los estrategas del encuentro del próximo viernes en San Luis minimizaban la posibilidad de que ese mismo día se proclamara una fórmula al margen de lo que pudiera definir el congreso del PJ, intervenido por el kirchnerista Ramón Ruiz.
Pragmáticos, los peronistas rebeldes prefieren seguir los consejos de Duhalde, quien el viernes pasado se reunió con Alberto Rodríguez Saá y lo recomendó no apurarse por definir un candidato para octubre en una elección donde el matrimonio Kirchner asoma difícil de vencer. «Yo disiento con vos, Alberto, de la conveniencia de sacar un candidato alternativo. Nuestro trabajo en serio empieza después del 10 de diciembre porque hoy no parece posible ganar», le sugirió el peronista lomense al puntano. (Ver nota aparte.)
Temor
Según la doctrina «Duhalde», muchos gobernadores como José Manuel de la Sota (Córdoba), Juan Carlos Romero (Salta) y un pelotón de intendentes del conurbano adhieren hoy al kirchnerismo más por temor a no revalidar sus mandatos que por furor y convicción peronista. Por eso el zarpazo del PJ ortodoxo debería cocinarse a fuego lento, pensandoen 2011 como fecha de desembarco del PJ clásico en el poder.
Las tres posturas dentro del peronismo rebelde serían éstas: Alberto Rodríguez Saá impulsa la conformación de una fórmula propia. Eduardo Duhalde se opone. Mientras que Puerta y Toma todavía vacilan y no definen la mejor estrategia. El misionero es el postulante que más apoyo recibe de este sector, pero aún no define su futuro político y espera nuevas señales de Mauricio Macri, no así de López Murphy.
Carlos Menem, otro de los autoproclamados candidatos a la Presidencia, también se postula a la gobernación de La Rioja. El PJ de Puerta y Toma lo apoyaría en su segunda aventura en las urnas dentro de su provincia, pero tratan de mantenerlo al margen de la cumbre de San Luis para inmunizar esa reunión de las críticas «noventistas» de Kirchner.
¿Y Jorge Sobisch? «No es peronista», responden tajantes los estrategas de la cumbre de San Luis. Ni siquiera lo invitaron al encuentro.
Los dirigentes del Partido Justicialista no alineados con el kirchnerismo buscarán el viernes definir en la localidad puntana de Potrero de los Funes -San Luis, distrito donde el kirchnerismo resolvió bajar la candidatura a gobernador del senador Daniel Pérsico- con qué cantidad de punteros peronistas contará en el congreso PJ de agosto, más que un candidato presidencial.
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