La figura de Roberto Lavagna se convirtió en las últimas horas en el eje de todas las porfías de los radicales que en dos turnos -mañana en Brandsen y el jueves 22 en el Comité Federal- se zambullirán en un debate que podría precipitar la ruptura del partido.
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La escala inicial será en la provincia de Buenos Aires, en la cumbre convocada por el jefe del Comité Provincia, Carlos Gorosito, para mañana. Allí intentarán -y no aparecen nubarrones- explicitar su postura opositora al gobierno de Néstor Kirchner.
No se espera, sin embargo, que se redacte un respaldo expreso a una eventual candidatura de Lavagna, aunque en los hechos, la sola referencia a que rivalizarán con Kirchner los ubica de facto en la caravana que encabeza Raúl Alfonsín detrás del ex ministro.
Gestos previos
En la previa a ambas reuniones, se sucedieron una serie de gestos y movimientos que perfilan cómo podría ordenarse la posición formal de la UCR oficial. A saber:
Raúl Alfonsín, que estuvo en Washington, planea estar presente mañana en Brandsen para ponerse al frente de la cumbre, convencido de que de ese modo podría quebrar algunas voluntades díscolas o, al menos, dubitativas respecto de la postura que debe tomar el partido. El ex presidente es, se sabe, uno de los principales promotores de la postulación de Lavagna.
Ayer llegaron las invitaciones a todos los intendentes, incluso a los que sintonizan con la Casa Rosada. Estos últimos, entre los que sobresalen Daniel Katz (Mar del Plata), Mario Meoni (Junín) y Héctor Gutiérrez (Pergamino) intentarán acordar hoy si concurren como «bloque» a plantear la discusión o si, por el contrario, deciden no asistir para de ese modo dar un mensaje de disconformidad. A Gustavo Posse (San Isidro) y Enrique García (Vicente López), desde el partido, directamente no los esperan.
A su vez, por la tarde, «los Margaritos» se reunirán en el Comité Provincia para acordar si concurrirán a la cumbre y con qué postura. El espacio que comanda Margarita Stolbizer, quien propone una alianza con el PS, el ARI y la CTA, pidió expresas garantías de que no saldrá una declaración a favor de Lavagna. Le prometieron que no habrá una postura formal. Creer o reventar.
No es fácil detectar comportamientos y preferencias. Por caso, Katz se quejó de la alianza que promovió Alfonsín, pero no de Lavagna -con quien se encontró, dice que casualmente, hace 10 días-. A su vez, a «su» delegado en la Legislatura, Jesús Porrúa, se lo sindica como uno de los más inquietos operadores a favor de Lavagna. Quizá el de Katz sea el caso testigo en cuanto a la necesidad de malquistarse con el gobierno: el 27 de junio estará en la Casa de Gobierno, firmando con Kirchner una obra de 85 millones de pesos.
El caso de los intendentes se calca del de los gobernadores que están en pleno debate sobre si asistir o no al encuentro que Roberto Iglesias convocó para el 22 de junio. Se da por descontado, a esta altura, que Julio Cobos no participará del Comité Federal (ver nota aparte), pero al resto los abruma un planteo: no participar de las reuniones implica «regalar» el partido a los pro lavagnistas. Por eso, tanto Arturo Colombi (Corrientes) como Gerardo Zamora (Santiago del Estero) evalúan acordar reglas básicas de discusión y participar del Comité Federal.
En ese ruido apareció ayer la Juventud Radical a dar su apoyo a la figura de Lavagna como candidato presidencial en 2007 como cabeza de un acuerdo de «fuerzas progresistas» que incluya al Partido Socialista (PS), planteo que voceó Emilio Afara, de la JR, al tiempo que criticó el intento de acuerdo de sectores de la UCR con el gobierno, de quien, dijo, «disentimos filosóficamente».
Un rato más tarde, con concurrencia de martes lluvioso, Nito Artaza -en su rol de secretario del Comité Nacional de la UCR- despotricó contra sus correligionarios que apoyan la candidatura del ex ministro Roberto Lavagna -a quien cuestionó duramente por el canje de deuda- y enfatizó que esa postulación «no puede servir para contrabandear impresentables», mensaje sin eufemismos dirigido a Raúl Alfonsín y al resto del colectivo radical que rejuveneció con la posible postulación del ex ministro de Economía.
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