Ante la división de su bloque de legisladores, Mauricio Macri se resigna a que Aníbal Ibarra gane la puja para no bajar la edad de imputabilidad en las polémicas reformas al Código Contravencional que se debate en la Capital Federal.
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El empresario les pidió a los diputados que aprueben de una vez la ley, aun manteniendo los 18 años como edad mínima para el castigo. A su vez el bloque de legisladores porteños que se desprendió la semana pasada del macrismo pide ahora cargos por considerarse primera minoría. Se lo reclamaron al propio Macri, con quien siguen en sintonía aun sin compartir las bancas con los diputados de su partido -y otros aliados-que se quedaron en el bloque formal del macrismo.
El grupo denominado Nogaró(por el lugar donde se reúnen), que conformó bloque propio con la presidencia de Jorge Mercado, se quedó con 12 legisladores y, de conservarlos, se convierte en la bancada más numerosa de las 17 en la que se divide la Legislatura. Creen que pueden aún proponer un candidato para el incompleto directorio del Banco Ciudad, el que aún no ha asumido a pesar de estar vencido el plazo. La demora se dio por distintas cuestiones, entre ellas que uno de los candidatos propuestos por Macri mantiene una complicada causa judicial y debió retirarse su pliego. Sin embargo, el empresario ya mandó reemplazante y no daría cabida al reclamo de los legisladores rebeldes. En cambio, trata de conformarlos con la promesa de candidaturas para 2005 en las boletas que arme. Macri pidió a los 22 legisladores -propios y separatistas-la aprobación de algunas leyes que quiere este año. Primero les dijo que acuerden para sancionar el ya postergado más de media docena de veces Código Contravencional, aun cediendo en las posturas. También le interesa que se imponga una ley electoral para la Capital Federal que imponga el voto electrónico.
Sin mayores modificaciones a la ley actual, los legisladores porteños piensan avanzar en la sanción en particular de una parte de las reformas al Código Contravencional de la Capital Federal pasado mañana. La última sesión fue el 4 pasado, cuando no hubo suficientes votos para comenzar el tratamiento en particular de la ley, sesión rodeada de un inusual operativo de seguridad y marchas de piqueteros. Lo que cambió desde entonces es la división del bloque de Macri y que el propio empresario les pidió, el viernes pasado, a sus legisladores que de cualquier manera voten esa norma. Prefiere, les dijo, que acepten no bajar la edad de imputabilidad a 16 años, pero que quede claro que han sido los impulsores de la reforma. No todos están de acuerdo, pero la propuesta de mantener los 18 años como edad mínima tendría así los votos que se requieren para su aprobación. En realidad, de terminar en esas condiciones la votación, se habrá cambiado poco a la ley que actualmente rige, lo que pareciera no justificar tanto despliegue para los debates que se vinieron sucediendo.
El acuerdo que reuniría ahoravotos aceptaría incorporar la figura del reincidente para castigar más al que repita las faltas y quitaría la posibilidad de apercibimiento como una forma de sanción. Esas serían todas las diferencias con respecto a la ley actual en la parte de generalidades del Código.
Si el jueves se llegara a una fórmula para votar la parte general del nuevo Código Contravencional, quedaría pendiente la sanción del resto de los artículos, que son los que determinan qué pena se le debe aplicar a cada una de las contravenciones.
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