30 de julio 2020 - 00:00

Senado avala reestructuración de deuda en moneda extranjera bajo ley local y sanciona "teletrabajo"

El oficialismo dio un guiño a la propuesta sobre la cláusula RUFO que realizó el radical Martín Lousteau. Regulación sobre la nueva modalidad laboral deja dudas en una parte del sector privado.

El Senado aprobará, en la tarde de hoy, el proyecto para reestructurar la deuda en moneda extranjera bajo legislación local y tendrá acompañamiento de Juntos por el Cambio, tras un guiño al principal bloque opositor sobre la cláusula RUFO. Además, la Cámara alta se aprestará luego a sancionar la ley que regulará el denominado “teletrabajo”, que deja dudas en una parte del sector privado, que aún mantiene objeciones a la iniciativa en cuestión.

La renegociación de la deuda bajo ley local fue debatida, de manera exprés, en la Comisión de Presupuesto que comanda el kirchnerista Carlos Caserio. Allí, y tras las exposiciones de funcionarios del Ministerio de Economía -no el jefe de la cartera, Martín Guzmán-, la oposición remarcó una disidencia parcial con respecto a la cláusula RUFO a través del radical Martín Lousteau.

“Sería más clara si, en lugar de comprender el período ese entre la invitación al canje y el quinto aniversario, la redactáramos directamente ‘desde la sanción de la presente’. Todavía no tenemos fecha de invitación al canje y hay un plazo, mientras afuera continúa la renegociación”, aseguró Lousteau días atrás. Tras intercambios con Economía, el oficialismo aceptará el pedido y retocará el dictamen en cuestión para aprobar el proyecto y girarlo a Diputados.

Al contar con quorum mayoría absoluta propia -no los dos tercios-, el kirchnerismo aprovechará la segunda parte de la sesión para sancionar el proyecto que regula el denominado “teletrabajo”, que establece una jornada laboral estricta y poco flexible, que podría generar problemas con el derecho que tendrá el empleado de “desconectarse de los dispositivos” digitales “fuera de su jornada laboral y durante períodos de licencias”. En especial, en las prestaciones transnacionales.

Por otra parte, el empleador deberá “proporcionar el equipamiento -hardware y software-, las herramientas y el soporte necesario para el desempeño de las tareas, y asumir los costos de instalación, mantenimiento y reparación de las mismas, o la compensación por la utilización de herramientas propias de la persona que trabaja”.

En ningún caso, el trabajador “responderá por el desgaste normal producto del uso o el paso del tiempo”, y “en caso de desperfectos, roturas o desgaste en los elementos, instrumentos y/o medios tecnológicos que impidan la prestación de tareas, el empleador deberá proveer su reemplazo o reparación a fin de posibilitar la prestación de tareas”.

También habrá una compensación para los casos de “mayores gastos en conectividad y/o consumo de servicios que deba afrontar”, y la misma operará “conforme las pautas que se establezcan en la negociación colectiva, y quedará exenta del Impuesto a las Ganancias”.

Desde el sector privado y especialistas en la materia no se logró incorporar al texto un plazo razonable para aplicar el concepto de “reversibilidad”, o al menos diferenciar entre empresas pequeñas, medianas y grandes según la cantidad de empleados. El dictamen deja claro que el consentimiento prestado “podrá ser revocado por la misma en cualquier momento de la relación” por el trabajador. Es decir, de un día a otro y cuando quiera.

En tal caso, “el empleador le deberá otorgar tareas en el establecimiento en el cual las hubiera prestado anteriormente, o en su defecto, en el más cercano al domicilio del dependiente, en el cual puedan ser prestadas”, salvo “que por motivos fundados resulte imposible la satisfacción de tal deber”. Una negativa del empleador “dará derecho a la persona a considerarse en situación de despido o accionar para el restablecimiento de las condiciones oportunamente modificadas”.

Además, se mantienen las críticas hacia las áreas de la iniciativa relacionadas con el derecho a la intimidad, la falta de incentivos a la modalidad -también ocurrió en Diputados-, las condiciones de higiene y seguridad, y las tareas compartidas del hogar.

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