Jorge Sobisch ratificó ayer su candidatura presidencial y volvió a mostrarse como el jefe del peronismo no kirchnerista a nivel nacional. Retomó contactos con el misionero Ramón Puerta, con el riojano Eduardo Menem, con el diputado empresario Francisco de Narváez y hasta con Juan Carlos Blumberg, a quien le ofreció la candidatura a gobernador por la provincia de Buenos Aires.
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El mandatario neuquino vino a la Capital con la excusa de explicarle al embajador estadounidense, Earl Anthony Wayne, los principales aspectos de la crisis energética que atraviesa el país. Pero su incursión porteña le sirvió para volver a posicionarse en la campaña por la presidencia y para alejarse tímidamente de Mauricio Macri, quien a su vez se despegó de él tras el crimen del maestro Carlos Fuentealba, en la recta final de la campaña porteña.
«Macri va a ser el gran ganador este domingo», aseguró ayer Sobisch en alusión a la segunda vuelta electoral porteña y reiteró que no se bajará de su candidatura presidencial. «Creo que la posición de Mauricio lo pone en una situación de que a partir del domingo su opinión va a tener mucho peso, por lo que no quisiera anticiparme sobre su opinión. Depende cómo él actúe se podrá convertir en quien dirija -la oposición- o en un adversario importante», advirtió el jefe del Movimiento Provincias Unidas a modo de ultimátum dirigido hacia el líder del PRO.
Es que Sobisch pretende aprovechar la impasse en la que entró Macri a partir de la elección de Capital Federal para avanzar casilleros en su relación con quienes hasta hace poco eran referentes del macrismo. Es el caso de Blumberg, quien tras admitir que nunca tuvo título de ingeniero, se distanció del presidente de Boca Jrs. para no afectar sus chances de convertirse en el nuevo jefe de Gobierno de la Capital Federal.
En ese hueco quiere penetrar ahora Sobisch, indultando el desliz de Blumberg y ofreciéndole convertirse en el candidato a gobernador bonaerense de su espacio. «Mantengo la misma relación con él. No me parece tan importante lo que sucedió (por el falso título de ingeniero) y la explicación que dio es razonable, no creo que el trabajo que hizo desde el punto de vista social se vea desmerecido con esto», admitió ayer el neuquino.
Otro que figura en el «top ten» sobischista es el ex presidente Puerta. «Estamos trabajando con él. Estuve la semana pasada reunido con Puerta y estamos trabajando con ese sentido». Es que Sobisch aspira a encolumnar detrás de su candidatura a todo el peronismo rebelde para forzar así también a Macri a admitir su liderazgo opositor a nivel nacional. Quedaría excluido de este esquema Roberto Lavagna, a quien sólo podría acercarse si el ex ministro de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner aceptara someterse a una interna abierta para resolver quién sería el candidato de la oposición el 28 de octubre.
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