12 de enero 2007 - 00:00

"Tener 700 productos y modelos era una locura"

Jean-Christophe Babin, Nº 1en el mundo de TAG Heuer.
Jean-Christophe Babin, Nº 1 en el mundo de TAG Heuer.
«Cuando pasamos de ocho líneas de productos a cuatro, de 700 productos y modelos a menos de 200, cuando recortamos a nivel global el número de agentes de venta, nuestro crecimiento se detuvo durante 18 meses, pero a largo plazo probó ser la estrategia correcta para reposicionar la marca.»

La primera vez que estuvo en Buenos Aires, hace 25 años, Jean-Cristophe Babin lo hizo con una mochila en la espalda y parando en albergues estudiantiles, más un hotelito en el casi desierto El Calafate. Esta segunda visita lo trae como CEO mundial de la marca de relojes suizos TAG Heuer. En su breve gira firmará un acuerdo con el TC 2000 para ser el cronómetro oficial de esa categoría, y se trasladará a Balcarce para consolidar en el Museo Fangio la relación de la marca con la imagen del quíntuple campeón mundial de Fórmula 1. «Fangio siempre usó TAG», se enorgullece Babin.

  • Experiencia

  • A continuación, los pasajes más salientes de su charla con este diario:

  • Yo llegué a la empresa un año después de la compra por el grupo LVMH (dueño de marcas como Moët Chandon, Luis Vuitton, Hennesey, Dior). Es verdad que ellos también aplicaron la política de concentrar sus ventas en pocos representantes exclusivos, pero la estrategia de TAG fue diseñada en nuestra empresa. Además, TAG fue su primera experiencia en relojes y confiaron en el management que estaba. Pero nos Jean-Christophe Babin, Nº 1 en el mundo de TAG Heuer. sugirieron varias acciones que apuraron el crecimiento.

  • Tampoco tenemos la presión del grupo, que por cotizar en Bolsa debe presentar sus resultados cada tres meses; nosotros lo hacemos una vez por año.

  • Nunca encaramos promociones conjuntas con las otras marcas del grupo; a veces hacemos acciones conjuntas, pero son negocios muy diferentes: el champagne se compra 30 veces por año y los relojes se cambian cada diez años...

  • El problema de los robos de relojes y su influencia sobre las ventas es un tema casi exclusivo de la Argentina; no pasa ni en el resto de América latina. ¿Rolex? Toda marca famosa y fácil de revender es más pasible de ser robada, pero le repito: es un problema específico de la Argentina.

  • En cambio, las falsificaciones nos pegan tanto como a ellos; el valor en la calle va de u$s 50 a u$s 500, según la calidad y el lugar del mundo donde se las vende.

  • Antes, las falsificaciones venían casi todas de Asia, pero ahora detectamos que se traen las partes a Paraguay y a México, y desde ahí se las exporta a la región o a Estados Unidos.

  • Nuestros embajadores hoy son Tiger Woods, Maria Sharapova, Uma Thurman y Brad Pitt. Teníamos también a Juan Pablo Montoya y a Kimi Raikkonen en F1, pero en las próximas semanas firmaremos con un nuevo piloto, que será de mucho interés para el público de América latina.

  • Hoy tenemos cinco líneas de productos, que van desde los u$s 800 a los u$s 18.000. Estamos en la misma liga que Rolex, pero nuestros clientes son algo más jóvenes. Tener 700 productos era una locura; nos complicaba el almacenamiento, la distribución y el contacto con el comprador. Y también a nuestros «dealers».

  • Los más vendidos en todo el mundo son los Acqua Racer, pero en Japón y en Estados Unidos anda muy bien el Link. El caso de los Carrera es curioso: los habíamos discontinuado en los años 80, pero los consumidores pidieron que volvieran, y lo hicimos.
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