El radicalismo ya entendió que tiene por delante un riesgo cierto de que María Romilda Servini de Cubría declare nula la convención nacional de Avellaneda y con eso deje al partido sin fórmula presidencial oficial para las elecciones de octubre. Por eso, durante el fin de semana, el jujeño Gerardo Morales denunció un «intento de proscripción» que ve venir desde el gobierno, después de que la Justicia invalidara la intervención partidaria a Corrientes el viernes pasado que, con una velocidad inusitada, dio paso a la convención correntina de ayer para elegir los candidatos. Ese es precisamente el efecto que pueden producir los pronunciamientos judiciales en una UCR que se debate entre el control de las listas por parte de los gobernadores K y los intentos de mantener ese poder de decisión en manos del comité nacional.
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El «vaciado de listas», como lo llaman en las oficinas de la calle Alsina, le permitirá al radicalismo K de Corrientes y quizá Río Negro, Santiago del Estero y hasta la provincia de Buenos Aires, llevar candidatos a diputados propios utilizando el sello oficial de la UCR, restando legisladores al bloque radical en el Congreso. Entre otras impugnaciones presentadas a las intervenciones a distritos rebeldes que dispuso Morales y la convención nacional, está la que presentó Margarita Stolbizer a esa convención. No son pocos los que en el comité nacional partidario ya hablan de una « connivencia política» entre Stolbizer y el kirchnerismo para vaciar de poder a la conducción de Morales.
Fuera de perder poder sobre el armado de listas, la decisión más compleja que puede enfrentar ahora la fórmula Roberto Lavagna-Morales es que Servini de Cubría declare nula la convención de Avellaneda que decidió el apoyo a ese binomio, estableció el procedimiento de selección de Morales como candidato a vicepresidente y dispuso intervenciones provinciales. El problema adicional es que la Justicia está resolviendo estas cuestiones ahora, cerca del momento en que se deben cerrar las alianzas y listas -durante agosto-, lo que no deja margen para reaccionar ni siquiera legalmente. Por eso, los radicales hablan de un «plan del gobierno» para sacar a la UCR oficial del combate electoral.
Para intentar prevenir el efecto devastador que podría tener sobre la fórmula presidencial una decisión de la Justicia -de hecho, Morales podría seguir siendo candidato, pero no por el radicalismo-, ayer se decidió llamar a una reunión urgente de la mesa de conducción para analizar la convocatoria a una nueva convención partidaria que vuelva a decidir el apoyo electoral a Lavagna, a pesar de considerar que las impugnaciones presentadas por Stolbizer -como falta de quórum al momento de votar- son totalmente infundadas.
«Aquí hay una gran acción del gobierno», decía anoche Morales a este diario. «Con estas acciones, intentan llevar la resolución cerca del 28 de agosto.
Entonces, van a hacer las convenciones provinciales y poner en todos los casos radicales K en las listas. Nos quieren vaciar. Por eso nosotros vamos a seguir insistiendo con el juicio político a Servini de Cubría».
La jueza recibió el viernes pasado la presentación por parte de la conducción kirchnerista de la UCR correntina pidiendo declarar nula la intervención a ese distrito. En ese mismo acto habilitó la feria judicial, resolvió la nulidad y a las 17.40 notificó al comité nacional. Para ese momento, el presidente y el vice de la convención radicales correntina ya habían convocado a la reunión de ayer para elegir candidatos.
En el caso de la presentación de Stolbizer, la demora es también sintomática. La convención de Avellaneda se reunió el 23 y 24 de abril; el 28 de ese mes la bonaerense presentó la impugnación, pero recién a fines de este mes comenzó a moverse el expediente, cerca de la definición.
Gira por el país
Previo a convocar a una nueva convención, Morales comenzó a recorrer el país. Los convencionales cordobeses ya enviaron cartas a la Justicia confirmando que estuvieron presentes en ese encuentro, que formaron quórum y que existió ese número necesario al momento de tomar las resoluciones.
Quieren adelantarse a la citación a prestar declaración que emitió el juez Ariel Lijo para resolver la impugnación pedida por Stolbizer y que ahora tomará Servini de Cubría el 7 y 8 de agosto.
Es imposible para la UCR que, después de esa fecha, se tiren atrás las elecciones de candidatos del radicalismo K en las provincias. Por ejemplo, la convención en Río Negro es el 11 de agosto. Si Servini falla sobre la intervención a esa provincia después de esa fecha, la UCR oficial habrá perdido los candidatos a diputados por esa provincia.
«Todo el tema de la obstaculización está manejado directamente desde el gobierno con la venia de los Kirchner. Posiblemente tengamos que convocar a la convención y desafiliar a todos los candidatos K», amenazó anoche Morales.
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