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OUTPLACEMENT: UN INSTRUMENTO PARA LA REINSERCION LABORAL
El hecho de quedarse sin empleo es ya de por sí una situación lo suficientemente traumática como para desestabilizar anímicamente a una persona. Y si a eso le sumamos que hoy en día la Argentina tiene 30% de desocupación y que el mercado laboral cambió de manera vertiginosa, tendremos una idea más rigurosa del grado de dificultad que implica volver a conseguir un trabajo.
DIFERENCIAS
La diferencia entre uno y otro término no es menor ni se debe a una actitud caprichosa. «Pongamos el caso de una persona que se desempeñó durante veinte años como operario de montaje y se quedó sin trabajo.
AGREGAR VALOR
Según el especialista, antiguamente la relación entre el empleador y el empleado giraba en torno a un código de lealtad no escrito que consistía en que el empleado podía desempeñarse durante toda su vida laboral en una misma empresa siempre y cuando cumpliera y se limitara a hacer todo lo que le decían. «Hoy, la relación laboral es totalmente diferente; un empleado podrá trabajar en una empresa siempre y cuando le agregue valor a esa compañía. De esta manera, toda la responsabilidad pasó a manos del empleado.»
El outplacement cobra más valor si se toma en cuenta que la gran mayoría de los despidos que se producen actualmente se deben a las grandes reestructuraciones que llevan a cabo las empresas y no por un mal desempeño de los empleados. «El 90% de las personas a quienes nosotros asesoramos fue despedida por reestructuraciones de las empresas en las cuales trabajan, no por mal desempeño. Pero, cuando una compañía tiene que despedir personal lo puede hacer bien, es decir con un buen trabajo de recursos humanos, o lo puede hacer mal. En este sentido, el outplacement sería como un servicio más que se le brinda al empleado, más allá de las obligaciones legales que deba cumplir la empresa para con el trabajador, como preaviso, indemnizaciones, etc. Las empresas deben entender que esto también las beneficia a ellas», asegura Cortese.
CONOCERSE A SI MISMO |
Entre las técnicas utilizadas por el outplacement para lograr su objetivo primero se encuentra la de ayudar a la persona a que se conozca a sí misma; que reconozca qué son lo que los profesionales de recursos humanos denominan «competencias únicas»; esto es aquellas condiciones o cualidades que lo destacarán por sobre el resto. La singularidad de una competencia única está dada por el hecho de que sea difícil de copiar para el resto de las personas y a su vez que en el mercado haya gente a la cual le interese esa competencia. «Lo primero que busca el outplacement es que el individuo tome conciencia de que su vida cambió significativamente desde el momento en que dejó de pertenecer a la compañía que lo empleaba y que ahora debe enfrentarse a una realidad totalmente diferente; que él es el dueño de su propio destino y tiene que pergeñar cómo redefine su carrera profesional; esto es cómo encuentra nuevas formas de trabajar, distintas de las anteriores, que él conocía y a las cuales estaba habituado. Para eso deberá hacerse cargo de sus fortalezas y sus debilidades, tendrá que detectar cuáles son sus competencias clave, para que luego esté en condiciones de sentarse en el lugar del conductor», dice Cortese.
En toda estrategia de reinserción laboral el marketing personal también tiene una importancia considerable, si tomamos en cuenta qué es lo que le permitirá al desempleado aprovechar sus cualidades. «La persona tiene que entender que él es su propio negocio; tiene que diseñar un plan estratégico para saber venderse», dice Cortese.
RED DE CONTACTOS |
Otro de los aspectos sobre los cuales hace hincapié el outplacement es la elaboración de una red de contactos. «Estadísticamente, en el mundo, 54% de las reinserciones laborales se logra mediante contactos, no a través de avisos en los diarios ni mediante consultoras de recursos humanos. Desde ya que en la Argentina, ese porcentaje es mucho más elevado, teniendo en cuenta que hoy en día en el mercado prácticamente no hay oferta», aclara Cortese.
Sin embargo, los especialistas señalan que cualquier tipo de estrategia de reinserción laboral resultaría un fracaso o imposible de realizar si previamente no se efectúa un fuerte trabajo sobre el estado anímico del individuo. «Hay que tener en cuenta que una persona que perdió el empleo se enfrenta a una situación de transición muy fuerte, que se divide en tres etapas: antes, durante y después. Cuanto más corto y fructífero sea el durante, esto es el período en el cual la persona permanece sin trabajo, mejor será el después», explica Cortese. La duración de los programas de outplacement es muy variada y por lo general está sujeta a la jerarquía que tenía el desempleado dentro de la empresa. Incluso, hay casos en que los programas son por tiempo indeterminado; es decir, se extienden hasta que la persona haya podido reubicarse laboralmente. Por lo general, estos programas recaen sobre aquellos individuos que se desempeñaron como gerentes o bien altos ejecutivos de las compañías.
Pero también hay programas de outplacement que duran 3, 6, 9 o 12 meses. Otra de las alternativas está dada por los workshops, de 2 o 3 días de duración o bien por los talleres con mantenimiento individual, esto es talleres en los cuales se lleva a cabo un seguimiento personalizado e individual con la persona que busca trabajo.
Más allá de los claros beneficios que ofrece este sistema, el outplacement aún tiene una aceptación masiva en la Argentina. Según Cortese, esta falta de desarrollo se debe a que «sigue habiendo un gran desconocimiento sobre el outplacement, independientemente de que en el país se aplica desde hace más de 20 años».
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