7 de octubre 2025 - 11:11

Octubre Rosa 2025: la iniciativa de Benito Roggio que lleva concientización sobre cáncer de mama a las calles

La empresa líder en gestión de residuos extiende su campaña a todas sus unidades. Refuerza prevención con charlas médicas y capacitaciones internas.

Benito Roggio ambiental profundiza su compromiso con la salud pública al extender por tercer año consecutivo su participación en la campaña mundial de concientización sobre el cáncer de mama, conocida como Octubre Rosa. La novedad de esta edición 2025 radica en el alcance: por primera vez, la iniciativa #Sumá tus manos abarca a las tres unidades de negocio de la compañía, sumando más de 3.200 colaboradores que utilizarán guantes rosas durante todo el mes como símbolo de apoyo y prevención.

La estrategia de visibilización es ambiciosa y aprovecha la presencia territorial de la empresa. Con operaciones en Buenos Aires, Neuquén, Santa Fe y el partido de San Isidro, Cliba —la división de servicios urbanos— alcanza diariamente a más de 2,5 millones de vecinos. A esta exposición se suma ahora la participación de Tecsan, dedicada al tratamiento y valorización de residuos, y Envairo, especializada en gestión de residuos industriales, multiplicando el impacto del mensaje preventivo.

Además de los guantes rosas que portarán barrenderos, recolectores y equipos de tratamiento de residuos, algunos camiones de la flota incorporarán el cintillo rosa, insignia global de esta campaña. La combinación de estos elementos busca transformar el trabajo cotidiano en la vía pública en un vehículo de concientización masiva sobre una enfermedad que, según el Instituto Nacional del Cáncer, afecta a más de 22.000 personas anualmente en Argentina.

El contexto sanitario que impulsa la iniciativa

Los números justifican la urgencia de estas campañas. En Argentina se diagnostican cada año más de 22.000 nuevos casos de cáncer de mama, una cifra que posiciona a esta enfermedad como una de las principales preocupaciones de salud pública en el país. Sin embargo, existe un dato esperanzador que fundamenta las estrategias de prevención: la detección temprana aumenta las posibilidades de cura hasta en un 90%.

Este diferencial entre diagnóstico tardío y diagnóstico precoz representa la diferencia entre pronósticos favorables y tratamientos complejos. Por eso, las campañas de concientización no son meramente simbólicas: tienen impacto directo en las tasas de supervivencia al promover los chequeos regulares y el autodiagnóstico como prácticas sistemáticas.

El cáncer de mama no distingue entre clases sociales, regiones geográficas ni niveles educativos. Afecta a mujeres —y en menor medida a hombres— de todos los segmentos poblacionales. En este contexto, iniciativas como la de Benito Roggio ambiental cumplen una función pedagógica crucial: llevan el mensaje de prevención a espacios cotidianos, naturalizando la conversación sobre una enfermedad que durante décadas estuvo rodeada de tabúes.

La visibilidad que otorga una empresa de servicios urbanos es particularmente valiosa. A diferencia de campañas tradicionales que dependen de medios masivos de comunicación, esta estrategia implanta el mensaje en el tejido urbano mismo: en las calles, en los barrios, en el contacto diario entre trabajadores y vecinos. Es prevención de proximidad, anclada en lo territorial.

La expansión estratégica de la campaña

La decisión de expandir la iniciativa desde Cliba hacia Tecsan y Envairo marca un punto de inflexión en la estrategia corporativa de responsabilidad social de Benito Roggio ambiental. Si en ediciones anteriores la participación se concentraba exclusivamente en la división de servicios urbanos, este año la compañía optó por una integración total que involucra a toda su estructura operativa.

Esta ampliación no es solo cuantitativa —pasar de una unidad de negocio a tres— sino también cualitativa. Incorpora a trabajadores que operan en plantas de tratamiento, complejos ambientales y gestión de residuos industriales, segmentos que habitualmente tienen menor exposición pública pero que representan componentes esenciales de la cadena de valor ambiental.

Gabriela Ananía, Gerente de Relaciones Institucionales y Comunicaciones de Benito Roggio ambiental, sintetiza la filosofía detrás de la decisión: "En Benito Roggio ambiental las personas están en el centro de todo lo que hacemos y nuestro compromiso va mucho más allá de los servicios ambientales que prestamos. Elegimos acompañar causas que realmente importan y movilizan a la comunidad".

La ejecutiva enfatiza el aprovechamiento estratégico de la "enorme exposición en las calles" para transmitir mensajes de cuidado y prevención. Los guantes rosas y el cintillo en las unidades de la flota no son solo elementos estéticos: son dispositivos de comunicación que operan en el espacio público, recordando cotidianamente la importancia de los chequeos y controles regulares.

Esta lógica convierte a cada trabajador en un agente de concientización. El barrendero que limpia una esquina, el recolector que levanta residuos, el operador de una planta de tratamiento: todos se transforman en embajadores de un mensaje de prevención que trasciende sus funciones laborales específicas.

Acciones internas: de la visibilidad pública al cuidado organizacional

La campaña de Benito Roggio ambiental no se agota en su dimensión externa. La compañía implementa simultáneamente un programa interno de sensibilización y capacitación dirigido a sus colaboradores, reconociendo que el compromiso con la salud debe comenzar puertas adentro.

Durante octubre, la empresa ofrecerá charlas a cargo de especialistas médicos centradas en tres ejes: autodiagnóstico, detección temprana y salud femenina. Estas instancias de formación buscan dotar a los trabajadores —particularmente a las trabajadoras— de herramientas concretas para identificar señales de alerta y comprender la importancia de los controles periódicos.

Complementariamente, entre el 13 y el 17 de octubre se desarrollará la "Semana de la Salud", un programa intensivo de capacitaciones sobre bienestar integral. La agenda abarca temáticas diversas: nutrición, trastornos del sueño, manejo del estrés y primeros auxilios. Este enfoque holístico reconoce que la salud no se reduce a la ausencia de enfermedad, sino que implica un equilibrio multidimensional que incluye aspectos físicos, mentales y emocionales.

La estrategia dual —externa e interna— revela una comprensión sofisticada de la responsabilidad social empresaria. No se trata solo de proyectar una imagen comprometida hacia la comunidad, sino de construir genuinamente una cultura organizacional que priorice el cuidado y la prevención como valores centrales.

Para una empresa que gestiona más de 3.200 colaboradores, muchos de ellos expuestos a condiciones laborales exigentes —trabajo en calle, exposición climática, manejo de residuos—, este tipo de programas representa una inversión en capital humano que trasciende el cumplimiento normativo básico. Es la construcción de un ambiente laboral que reconoce la integralidad de las personas más allá de su rol productivo.

El modelo de negocio y su potencial de impacto social

Benito Roggio ambiental es la empresa líder en gestión y valorización de residuos en Argentina, con operaciones estructuradas en tres divisiones complementarias. Cliba, su unidad de servicios urbanos, abarca recolección manual y mecanizada de residuos —con separación diferenciada entre orgánicos e inorgánicos—, barrido de calles y transporte a disposición final. Opera en ciudades estratégicas: Buenos Aires, Neuquén, Centenario, Santa Fe, San Patricio del Chañar y el partido de San Isidro.

Tecsan, la división de tratamiento y valorización, gestiona el Complejo Ambiental Norte III, donde opera plantas de Tratamiento Mecánico Biológico (TMB), una central de generación de energía eléctrica a partir de biogás —Central Buen Ayre—, instalaciones de compostaje y tres plantas de tratamiento de líquidos lixiviados. Esta infraestructura posiciona a la compañía en la vanguardia de la economía circular, transformando residuos en recursos energéticos y agrícolas.

Envairo, finalmente, se especializa en gestión de residuos industriales y comerciales, con operaciones en Argentina y Uruguay —a través de Taym—. Esta diversificación geográfica y de servicios otorga a BRa una presencia territorial única, con capacidad de intervención en múltiples escalas: desde la recolección domiciliaria hasta el tratamiento de residuos de alta complejidad.

Esta estructura operativa es precisamente lo que convierte a la empresa en un actor relevante para campañas de concientización pública. Su capilaridad territorial, la cotidianeidad de su interacción con la población y la visibilidad de sus operaciones crean condiciones ideales para la comunicación de mensajes de interés social.

Responsabilidad social empresaria en el sector ambiental

La adhesión de Benito Roggio ambiental al Octubre Rosa se inscribe en una tendencia más amplia: la creciente asunción de roles de responsabilidad social por parte de empresas de servicios esenciales. En un contexto donde el Estado enfrenta limitaciones presupuestarias para campañas masivas de salud pública, el sector privado emerge como aliado estratégico en la difusión de mensajes preventivos.

Esta colaboración no está exenta de debates. Algunos sectores cuestionan si las empresas privadas deberían asumir funciones tradicionalmente estatales, mientras otros celebran la complementariedad entre ambos actores. Lo concreto es que iniciativas como #Sumá tus manos generan valor social tangible: aumentan la exposición del tema, normalizan la conversación sobre prevención y potencialmente inciden en comportamientos de cuidado.

Para Benito Roggio ambiental, esta participación también representa un activo reputacional. En industrias donde la licencia social es fundamental —particularmente en gestión de residuos, actividad que genera resistencias vecinales en muchos territorios—, demostrar compromiso con causas comunitarias fortalece vínculos y construye legitimidad.

La clave está en la autenticidad del compromiso. Cuando una empresa destina recursos, tiempo y energía organizacional a una causa —no solo visibilidad superficial sino capacitaciones internas, charlas médicas, involucramiento de toda la estructura—, el mensaje adquiere credibilidad. No es marketing de causa: es política empresarial con impacto concreto en la vida de colaboradores y comunidades.

Perspectivas: de la campaña anual a la cultura de prevención

El desafío de iniciativas como el Octubre Rosa es trascender el calendario. Octubre es el mes de concientización, pero el cáncer de mama no conoce estacionalidades. La detección temprana requiere hábitos sostenidos: autoexámenes regulares, consultas anuales, conocimiento de factores de riesgo, acceso a mamografías.

Para que campañas como #Sumá tus manos generen impacto duradero, deben integrarse en estrategias más amplias de educación en salud. Los guantes rosas funcionan como disparador de conversaciones, como recordatorio visual, como símbolo de compromiso colectivo. Pero el paso siguiente es que esas conversaciones se traduzcan en acciones concretas: turnos médicos solicitados, estudios realizados, prácticas de autocuidado incorporadas.

Benito Roggio ambiental ha dado continuidad a su participación —este es el tercer año consecutivo—, lo cual es significativo. La reiteración anual refuerza el mensaje, construye identidad corporativa asociada a la causa y demuestra que no se trata de una acción aislada sino de un posicionamiento sostenido.

La expansión a las tres unidades de negocio en 2025 marca una escalada en ese compromiso. Resta observar si en ediciones futuras la empresa incorporará nuevos componentes: alianzas con hospitales públicos para facilitar acceso a estudios, convenios con obras sociales para agilizar turnos, campañas de comunicación digital que potencien el alcance territorial, medición de impacto para evaluar si efectivamente se incrementaron las consultas preventivas en las zonas donde opera.

La prevención del cáncer de mama requiere ecosistemas de actores: Estado, sistema de salud, organizaciones sociales, empresas, medios de comunicación, comunidades organizadas. Cuando una compañía con el alcance territorial de Benito Roggio ambiental decide poner sus recursos al servicio de esta causa, se activa un eslabón valioso en esa cadena. Los guantes rosas en las calles argentinas durante octubre son, en definitiva, un recordatorio cotidiano de que la prevención salva vidas, y que cuidarnos es un compromiso colectivo.

Dejá tu comentario

Te puede interesar