22 de octubre 2025 - 09:56

Código abierto: una lógica de desarrollo colaborativo y un talento argentino que crece

El concepto del código abierto nació décadas atrás como una respuesta ante el crecimiento de los licenciamientos de software. En un mundo cada vez más competitivo y lucrativo, la colaboración entre desarrolladores de todo el mundo sigue siendo una de las principales herramientas para alcanzar nuevos hitos tecnológicos.

El código abierto: una forma de desarrollo que prevalece y se fortalece en el tiempo.

El código abierto: una forma de desarrollo que prevalece y se fortalece en el tiempo.

Freepik

La comunidad de código abierto (Open Source en inglés) sigue en franco crecimiento: tan solo durante el año pasado, desarrolladores de todo el mundo realizaron más de más de 5.200 millones de contribuciones a más de 518 millones de proyectos de código abierto, públicos y privado, con un incremento interanual del 25% con respecto a 2023, según datos del último informe de Octoverse de GitHub.

Argentina, lejos de quedarse atrás, acompañó esta tendencia y se ubicó como el 4to país de la región de mayor incremento de número de programadores registrados en una plataforma que ya supera los 150 millones de usuarios.

El código abierto, además de ser una manera de desarrollo y producción de tecnología, es “una forma de vivir”, según definió en diálogo con Ámbito Jorge Payró, country manager para Argentina y regional director para SOLA East de Red Hat. En el caso del software “de poder aportar una rápida adaptación a las necesidades y de innovar con pocos recursos o adaptado a los recursos que tengo”.

Más allá de su aporte numérico a la comunidad del Open Source, Argentina también dejó su huella gracias a la capacidad del talento de sus profesionales. La misma se vio reflejada tanto en innovaciones locales, como el sistema operativo Huayra GNU/Linux, como en tecnologías que lograron tener un impacto global, como fue la creación y apertura del motor gráfico Godot, desarrollado por Juan Linietsky y Ariel Manzur.

En épocas de teorías como la del internet muerto –que reflejan un estancamiento de su vitalidad y su creciente sensación de artificialidad- la comunidad de código abierto redobla sus esfuerzos por apostar a una digitalización real, colaborativa y descentralizada.

¿Qué es el código abierto?

A modo de un acercamiento – seguramente incompleto – a la historia de este enfoque, podemos definir brevemente al código abierto como un proceso de desarrollo de software - y hardware o incluso acceso a bases de datos - que se apalanca en el talento de la comunidad y la colaboración entre pares. En pocas palabras, es un modelo de producción descentralizada que, en el caso puntual del software, permite a cualquier programador no solo acceder y ver el código fuente detrás de una aplicación, sino también modificarlo, incluir mejoras y generar nuevos productos a raíz del mismo que, incluso – y según el caso de la licencia – puede ser comercializado. Así, este tipo de iniciativas buscan adoptar e impulsar principios de intercambio, prototipado rápido, transparencia, seguridad y desarrollo orientado a la comunidad.

La década de 1990 fue un momento clave del surgimiento de este movimiento, en contraposición del closed source (software propietario), llevado adelante en ese entonces por empresas como Microsoft que cerraban bajo llave el código detrás de sus desarrollos monetizados.

La historia conocida marca que, durante estos años, surgieron dos grandes hitos de esta comunidad que se establecería y fortalecería a lo largo de los años. El nacimiento de la Open Source Initiative (OSI), y la aparición de Linux en 1991 – creado por Linus Torvalds – que a casi 35 años de su creación hoy está presente en la mayoría de servidores web, aplicaciones en la nube, supercomputadoras y celulares de todo el mundo.

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Linus Torvalds, creador del Sistema Operativo Linux.

Linus Torvalds, creador del Sistema Operativo Linux.

El talento argentino y el código abierto

En este contexto, la resiliencia argentina destaca una vez más, y a pesar de no ser de las comunidades más grandes del mundo, si logró tener grandes aportes tanto a nivel local como internacional. Repasar toda la historia de esta relación sería muy extenso, por lo que la presente nota pone el foco sobre dos casos paradigmáticos de vital importancia: el desarrollo del sistema operativo GNU/Linux Huayra y del motor gráfico Godot.

El primer sistema operativo libre del Estado argentino

Huayra GNU/ Linux nació en el año 2012 con el objetivo de ser el sistema operativo instalado en las notebooks entregadas bajo el Programa Conectar Igualdad. El mismo, según explica la web oficial del proyecto, fue “desarrollado a partir de las necesidades de las y los estudiantes y docentes y de la comunidad educativa argentina”. Su creación no solo estuvo ligada a adaptarse a las necesidades educativas, sino también a prescindir de las licencias de software de gigantes tecnológicos como Microsoft.

Su salida significó un hito para la soberanía digital argentina: fue el primer sistema operativo libre desarrollado por el Estado Nacional. Desde entonces, Huayra ha desarrollado diferentes versiones (con nuevas aplicaciones orientadas a robótica, aprendizaje, desarrollo de videojuegos y más) hasta llegar a la última de sus actualizaciones – la 6.5 - , lanzada en febrero de 2024.

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Así se ve la última versión del sistema operativo Huayra GNU/Linux

Así se ve la última versión del sistema operativo Huayra GNU/Linux

En este punto cabe reconocer que Huayra no significó un hito tecnológico internacional y por ende no extendió su uso a todo el mundo. Sin embargo, en una época intensamente digital, donde las discusiones políticas se ven atravesadas por este tipo de debates, el desarrollo de un sistema operativo nacional con – en este caso – fines educativos puso en el centro el concepto de soberanía digital, entendido la capacidad de un Estado de tener control sobre su infraestructura digital, datos, la capacidad de reemplazar las licencias de software de gigantes tecnológicos utilizadas en el entramado público y la posibilidad de construir aplicaciones y herramientas al servicio de solucionar problemáticas y obstáculos que afecten a su ciudadanía como, por ejemplo, la brecha digital.

Así también, Huayra también democratizó el acceso a ciertas herramientas. Ejemplo de esto es la inclusión en sus últimas versiones del motor gráfico Godot - uno de los casos contemporáneos más paradigmáticos del aporte del talento argentino a la comunidad internacional - , para que cada vez más usuarios se acerquen al desarrollo de videojuegos, industria que – según el último informe de Newzoo de septiembre de este año - prevé ingresos globales por u$s188.8 mil millones.

Godot: el motor gráfico argentino que pisa fuerte en el desarrollo de videojuegos

Godot Engine es un motor de videojuegos 2D/3D multiplataforma argentino y de código abierto que fue creado originalmente por los programadores Juan Linietsky y Ariel Manzur. Su lanzamiento inicial fue en 2007 y en 2014 su código fuente fue liberado en GitHub bajo la licencia MIT, que permite a cualquier persona que obtenga una copia “usar, copiar, modificar, fusionar, publicar, distribuir, sublicenciar y/o vender copias del software”.

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Godot no nació como un producto comercial, sino como una herramienta que, tras años de desarrollo, se liberó al público operando al mejor estilo Linux u otros proyectos Open Source, en un mercado copado por los motores gráficos Unity y Unreal Engine, cuyas licencias son más restrictivas y – según el caso de uso- costosas.

El impacto de Godot se sintió, sobre todo, en la comunidad abierta de desarrolladores de videojuegos alrededor de todo el mundo. Cómo destacó el medio especializado 421, el motor gráfico se volvió un gran aliado de estudios pequeños que, ante la falta de recursos para desarrollar una herramienta propia, utilizaron el motor gráfico nacido en Argentina para llevar adelante sus propios proyectos.

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La GMTK Game Jam 2024 es un evento anual de creación de videojuegos donde Godot resaltó como uno de los motores más utilizados en su última edición con un 37% de influencia.

La GMTK Game Jam 2024 es un evento anual de creación de videojuegos donde Godot resaltó como uno de los motores más utilizados en su última edición con un 37% de influencia.

En la actualidad, Godot tiene un market share del 9% de los juegos lanzados en la plataforma Steam, según el informe de la empresa Sensor Tower del 2024 sobre la industria de los motores gráficos. Al analizar su impacto en los pequeños desarrollos (títulos indies y/o con menos de 1.000 unidades vendidas), su impacto crece al 13% también para el año pasado.

Más allá de lo expresado, el motor gráfico creado por Linietsky y Mazur también comienza a ganarse su lugar en el campo de las grandes producciones. Distintos juegos AAA – los que más recursos utilizan en la industria, tanto en su etapa de de desarrollo como en sus estrategias de marketing – utilizaron a Godot (o versiones modificadas del mismo) como parte de sus proyectos. Quizás los ejemplos que más repercusión generaron fue el de Battlefield 6, donde será utilizado para el Modo Portal de creación de minijuegos, mapas, y modos de juego o también, el uso que tiene en la aplicación móvil de Tesla para correr imágenes en 3D.

El ecosistema local del código abierto

En este escenario, la comunidad argentina de desarrolladores crece a día a día. El último informe disponible de Octoverse de Github (octubre 2024) – la plataforma de desarrollo de software colaborativo más grande del mundo - dio cuenta de este fenómeno.

Según las cifras, el año pasado la web albergó a más de 100 millones de desarrolladores de todo el mundo. Si bien la Argentina todavía se encuentra lejos de entrar al top 10 de las principales comunidades de desarrolladores a nivel global, el mismo informe de Github marca que es una de las más pujantes a nivel regional.

En números, el crecimiento interanual de usuarios en la plataforma para 2024 se ubicó en un 22%, la cuarta tasa más alta de la región, solo por detrás de Perú (27,5%), Brasil (27%), y Colombia (25%). En números totales, nuestro país es el tercero a nivel regional con más desarrolladores aportando activamente en Github, con una comunidad que alcanza 1.1 millones de personas, solo por detrás de – nuevamente - Brasil (5.4 millones) y México (1.9 millones).

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El crecimiento de las principales comunidades de desarrolladores en Latinoamérica.

El crecimiento de las principales comunidades de desarrolladores en Latinoamérica.

Los esfuerzos por fomentar el interés por la programación, los procesos de digitalización y la comunidad de código abierto buscan brindar herramientas a los programadores y desarrolladores locales para lograr seguirle el ritmo a una industria que evoluciona a una velocidad descomunal. En diálogo con este medio, Payró destacó que nuestro país afronta un desafío en la formación de talento para los desafíos actuales: “La tecnología evoluciona muy rápidamente y eso hace que sea difícil formar ese talento con las habilidades y el conocimiento específico. Hay mucha especialización el trabajo en equipo”.

Así, el ecosistema de eventos y encuentros locales buscan hacerle frente a este desafío. En septiembre de este año, tuvo lugar la 12° edición de Nerdearla, un encuentro 100% gratuito con el objetivo de “es promover el aprendizaje y la colaboración entre la comunidad tecnológica y Open Source del mundo”. El mismo contó con la colaboración de oradores profesionales que forman parte de empresas como Amazon o Red Hat, o bien organizaciones como la Linux Fundation.

Por su parte, el jueves 16 de octubre Red Hat – considerada la empresa líder a nivel global de soluciones empresariales basadas en software Open Source – llevó adelante su Red Hat Summit 2025 en Buenos Aires, con más de 400 asistentes, donde el foco estuvo puesto en los desarrollos de Inteligencia Artificial a partir de la lógica del código abierto.

Open Source Red Hat
Inteligencia Artificial y Open Source: la relación que puede cambiar el futuro.

Inteligencia Artificial y Open Source: la relación que puede cambiar el futuro.

También destacan otros encuentros como el Festival Latinoamericano de Instalación de Software Libre (FLISOL), las actividades realizadas en el Día internacional del Software Libre – celebrado el pasado 19 de septiembre -, la venidera Tecweek de Buenos Aires o el Ethereum Argentina.

Todo lo expresado se combina con un futuro que ya llegó de la mano de la Inteligencia Artificial. En este escenario de constantes cambios, Payró remarcó una vez más el rol que tendrá esta lógica de desarrollo en los próximos avances tecnológicos: “Yo creo en los últimos 20, 25 años sin duda el código abierto estuvo liderando la gran parte de las innovaciones que hubo en la industria. Por eso estoy convencido que va a seguir teniendo resultados y que hay espacio para aportar”.

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